Cuando el sol levanta la niebla extrema los colores; supongo que será algo sicológico pero nos sentíamos regalados cromáticamente por haber decidido volver a Lascaux a las 12,30 y no dejarlo por "no visto" y además en la vuelta teníamos tiempo de recrearnos y parar a ver este pueblecito encantador, habitado por especiales gentes, mayoritariamente artesanos, como pasa en sitios Pedraza en Segovia y Óbidos en Portugal, o el reciente Lectoure, que los artesanos se asientan pensando en vender buen gusto al calor de un entorno como éste.
Inevitable acordarme de mi Exin Castillos, que tenía las piezas de este color.
Esos salientes de la torre fueron en su día retretes para comodidad de los que vivían en las alturas pero también para desmoralizar al enemigo que asediaba.
Un artesano de la madera esperando que los visitantes fuéramos curiosos y espléndidos. (A lo mejor solo estaba contento tomando el sol y soy muy materialistamente malpensado)
El pueblo está abrazado por un río que está a continuación de ese pradito inundable. En internet hay panorámicas aéreas de este lugar de ensueño.
Todo está en su sitio esperando encantarnos
El río Vezere modeló San Cristophe, y también es la denominación de origen de las cuevas de la zona de Lascaux, que hay unas cuantas más además de la famosísima descubierta en 1940.
No hay comentarios:
Publicar un comentario