sábado, 30 de noviembre de 2024

William Burroghs "El almuerzo desnudo"

 


Me he dicho muchas veces que no debo comprar ni leer ningún libro deliberadamente complicado, nada contra lo que deba darme de cabezazos como lector, nada como el Ulysees o Paradiso, pero he vuelto a picar. Sin embargo esta vez lo sigo intentando, aún no he tirado la toalla, Lorca también tiene "El Público" y Poeta en Nueva York, y Miguel Hernández tiene Perito en Lunas, y Góngora tiene las Soledades.

Reconozco que el libro es bueno, reconozco que entre la exageración y el sobreesteticismo, es hasta veraz. Este hombre es un erudito: un farmacéutico o médico, como hay mucha gente que es "entendida", pero da la impresión, por cómo lo cuenta de que también se ha puesto de todo.

Así que estaba deseando acabar un trozo de su vómito literario, para dirigirme a la wikipedia para ver qué fue de este hombre nacido en 1914 que en 1959, según reza su copyright, ya se había fumado, esnifado e inyectado todo lo inyectable, mezclando y abusando como un loco. entre delirios y bacanales homosexuales, violencia y desprecio por la salud física y mental. La sorpresa es que llegó a alcanzar la alta senectud; pero también cuenta su biografía , y es lo que lo explica, que era un hombre de rica familia de empresarios de las nuevas tecnologías de entonces, cuya empresa familiar fundó la tecnológica Unyss que aún corta bacalao del más caro.

Después he sabido que la obra que tengo en mis manos "El almuerzo desnudo" fue escrita en Tánger, no muy lejos de Paul Bowles, que también tiene lo suyo con las drogas y las experiencias extremas, e igualmente llegó a una edad provecta.

No sé si comprendo la obra, pero a pesar de que las fantasías que describe son espeluznantes, por rastreras, por el sufrimiento del acoso policial, por la pobreza y desesperación, no obstante, no parece abominar absolutamente de la droga y de sus viajes al infierno; puede que, (no me atrevo a escribirlo rotundamente) hasta invite a ello, -o creo haberme sentido incitado- como aventura abismal como reto intelectual o vital. La cuestión es que este sobreviviente William, que luego cayó en la iglesia de la cienciología, era un hombre muy rico de familia extraordinariamente rica, muy bien relacionado con otros ricos y viajados escritores de su generación beat, (ahora entiendo lo de los beat-les, que eran otros alucinados de las drogas y de las experiencias radicales). 

Siento que todo lo que estoy leyendo es la excursión de un niñato muy rico a quien su familia salvaría pero que vio y experimentó mucho en el alambre contando con esa red, que le evitaría tener que delinquir o comprar mierda adulteradísima o fraudulenta. Pero hasta habla del orégano con el que engañaban a los que querían consumir hachís (tan abundante y asequible en Tánger) o los desagradables experimentos alucinógenos y estomacales con nuez moscada.

Sinceramente creo que lo vio de lejos, como un diletante, como un iniciado lo justo como para tener tema de conversación con la vida otros que sí se arrastraron y murieron bajo los pies de ese caballo.

No sé, voy a seguir, me recuerda mucho a Sabina, que ahora parece que quiere volver a resucitar.

*

Entonces tomo un grueso libro de arte para desengrasarme y comprobar si tenía ya fijados en él lugares de Francia de mi pasado viaje como Conques y me tropiezo con El Bosco y su Jardín de las Delicias, obra que nos hipnotiza siempre pero que nadie termina de comprender. ¿Es un cuadro moralista o humorista, es descriptivo, es crítico...?¿odia la música o solo critica a los malos músicos? Es dificilísimo agotarla, sin embargo la dejamos ahí como pendiente..., un día me estudiaré todo el retablo. (Supongo que decimos todos) Mi hija sí lo hizo, o quizá no, porque se compró un enorme puzle de muchos miles de piezas para reconstruir su lógica o su ilógica en el suelo, minuciosamente. 




Mientras tomo esta biografía del pintor mi mujer comienza a pelearse por Burroghs, a intentar desentrañar sus delirios de irracionalidad y surrealismo no daliniano sino bosquiano. Tomo con brío el libro que va contando los avatares medievales y prerrenacentistas del lugar donde vivió, y se centra en una cofradía mariana, en la que una noche comulgaron comiéndose un cisne. Y yo que por ser mi madre taxidermista he comido faisán, codorniz, paloma, pichón, pato, reconozco no haber comido nunca cisne. Por cierto, en un lago de Francia acabo de ver un puñado de ellos. Quizá si fuera comido de ese animal habría adquirido la sublimidad, o la capacidad de concentración y trabajo que me ha faltado en la vida. 


Termino con el retablo del juicio final de Conques; por supuesto que es mucho más atractivo visualmente el infierno, de esta estética venía el Bosco, no creo que le quepa duda a nadie.



viernes, 29 de noviembre de 2024

Bastide de Molieres

Cuando estábamos en Bregerac aún teníamos la inicial idea de subir hasta Orleans, que era como el objetivo máximo: ir en esa dirección hasta esa latitud y luego bajar por otro sitio.

Pero nos encontramos a un joven (ahora llamo jóvenes a los de cuarenta años, ¡qué viejo soy!) cuyos padres eran de la provincia de Salamanca y charlamos un poco con él. Decía que no le gustaba Bergerac, ni tampoco Perigord, pero, solicitada una recomendación nos indicó Sarlat, que estaba no muy lejos, en dirección Este. No sé si mi mujer lo miraría en el teléfono, pero decidimos la mañana siguiente seguir su consejo remontando el río Dordoña, después de entrar en un hipermercado a comprarme unas zapatillas nuevas, porque me estaban haciendo daño las que traía, y a adquirir provisiones. Por el camino vimos un cartel de desvío hacia la Bastide de Molieres y otro más un poco más adelante, y nos dejamos llevar por la insistencia, y por nuestra natural curiosidad.

Francia es un buen país para los herbívoros
Al fondo se ve un cementerio. Frente a él han colocado los contenedores de envases papel y vidrio, que en esta parte Francia no suelen colocar dentro de los pueblos porque realmente afean, y el que quiera ser ciudadano que se moleste un poco.

En este pequeño pueblo dudamos.
Una casa que ahora es de dos familias y tienen diferentes criterios sobre fachada y tejado.


Y llegamos a Molieres. Empecé a identificar Bastide con plaza porticada. Por cierto, ninguna reivindicación vimos sobre el famoso dramaturgo.

el inevitable homenaje a "nuestros muertos gloriosos"








Como en Francia llueve mucho los campanarios suelen tener un sistema para que no entre en las torres parte del agua racheada que será muy dañina por aquí.
Y nos salió un cartel a Cadouin que tiene una abadía Patrimonio de la Humanidad. Todo parece estar cerca pero las carreteras son viradas y estrechas, llenas de paisaje y de placer de mirar para mí, pero poco prácticas para avanzar.



jueves, 28 de noviembre de 2024

Últimas postales de Bergerac

 

Me sabe mal irme sin mostrar todo lo bello que mis ojos vieron, aunque no tenga argumento. Una buena idea: pintar esta fuente de azul piscina.
                                        los templos franceses son sobrecogedores

una pintura seudonaif detrás de un cristal que da a la calle.
                         Un retablo "modelno" en una iglesia antigua


Me gusta el mural de las margaritas  cayendo sobre la bella enmascarada, mientras un chatarrero recoge enseres en un remolque







                          Otra clase de amor que el andaluz a los tiestos, pero igual de intenso.

               Francia también significa corsetería. Y elegancia. Creo que nunca veré una francesa así.

En Francia todavía construyen.

miércoles, 27 de noviembre de 2024

Curiosidades ciudadanas francesas

 En Francia se habla mucho más que aquí del conflicto árabe-israelí. En España creo que no sucedió que nadie se manifestara en la calle en contra de los secuestros y asesinatos del 7 de octubre del 2023;la calle, las manifestaciones y los carteles que se hayan colgado son contra el "genocidio" de los gazatíes, o contra la agresión sionista (no sé si muchos sabrán que Sión es un monte donde estaba una fortaleza que conquistó el mítico o real rey David). 

Aquí donde vivo habitualmente hay gente que te puede decir que ningún país del mundo (salvo España) soportaría sin vengarse una agresión de 1.300 muertos y unos centenares de secuestrados, pero dudo que aun éstos salieran a protestar o a defender a los judíos. Yo todavía he escuchado de niño judío como insulto, y añado que cuando yo nací España no tenía relaciones diplomáticas con Israel, aunque el Real Madrid de baloncesto jugara contra el Maccabi de Tell Aviv, después dejé de oírlo, pero en el 1999, que trabajé en una fábrica de Zaragoza, también se lo escuché decir como insulto a algunos compañeros y me extrañó.

En Francia había bastantes judíos que perecieron el el holocausto, y muchos supervivientes. Cuando fuimos a París en el año 2015 unos militares fuertemente armados se alternaban en la protección de una Sinagoga en Montrouge, donde teníamos la residencia. Aquí no sé yo donde haya una sinagoga en las ciudades donde he vivido (Cáceres, Zamora, Salamanca, Ávila, ni siquiera Zaragoza) sin embargo he visto a mucha gente con el pañuelo palestino y sabido siempre de muchas solidaridades con ellos.

En Francia también, por supuesto: no necesito decir la cantidad de magrebíes, y de negros, que suelen ser casi todos de religión islámica, que probablemente serán antiisrraelíes. 

Pero me llamaron la atención en Bergerac unas pegatinas, (de las que arranqué ésta, no tenía luz para fotografiarla), que había encima de algún cartel propalestino. Y dije: vaya... si parece que estos deben ser los secuestrados, y algunas personas aquí quieren luchar por el relato,  que se dice ahora: contrarrestar en la calle la historia de los malos-malísimos genocidas mataniños con las fotos de estos secuestrados que yo no he visto nunca así planteada. 

Son humanos también. Ojalá salgan con vida. Ojalá paren la masacre y no mueran más palestinos.

Había un extraño color rosa dominante este es el ayuntamiento de Bergerac.
Mucho arte a la venta, por todas partes.

                                     Un velador para seis personas.
         Comercio panadero tradicional, recuerdo que en el libro La Forja de un Rebelde cuentan de un panadero francés en Madrid, creo que como tantas cosas les copiamos la manera de hacer el pan, uno de mis alimentos favoritos.


Acabo con esta foto de la apacible Dordoña ya que empecé tan mal hablando del conflicto de Oriente medio.


martes, 26 de noviembre de 2024

Ojos nuevos.

 Son tan hermosos los sitios que he visto, las luces que me deslumbraron, los arbotantes y las agujas, las cúpulas con sus finos nervios como tendones, los puentes tendidos sobre los ríos, las calles y parques y todos los trabajos humanos. Creo en el trabajo, admiro a los grandes trabajadores: se merecen mucho más que los que no lo somos, y que los que no lo son.

Son tan hermosos los sitios que no debiera volver a verlos, nunca más descender por la calle de la estatua del doncel sentado de Sarlat, ni volver cruzar el puente de Ortez o allanar la plaza de Fregenal de la Sierra, no escocerme más la vista con las rutilantes blancuras de Vejer de la Frontera, no entrar en las sombras de tantos patios, mirar el rojo tan bien dispuesto de los geranios... colocados artísticamente en cualquier parte. ¿Nada puede volver a impresionarme como la primera conquista, el descubrimiento, el primer hallazgo?

Porque ya sé que existen y donde se encuentran los puentes de Estaing, y de Espalión. Y que pocos infiernos habrá como el de la catedral de Albi, o el de la abadía de Conques. 

Yo creí que sabía, y que había visto, pero la vida es todavía muy obsequiosa para mi sentido principal.

Parece que solo se enamora uno una vez de la misma mujer, te corta la respiración, es para mis ojos y la quiero; dichoso el que se ve tocado por Cupido o por Stendal por primera vez. A la vuelta por la autovía catalana que termina el Lérida pensé ¡qué nube más rara apareció en ese horizonte! no imaginaba que aquella nube era una sombra, la sombra de Montserrat. La vi por la espalda y me enamoró camino de Manresa, aunque teníamos que dormir en Zaragoza aquella noche. 

No me importa desmentirme; me enamoró Zaragoza. Y eso a pesar de que hace 25 años viví seis meses allí. 

Pero nunca la vi con gafas. Esta vez, en la semana del Pilar, me pareció más guapa y considerablemente grande que la tenía en mi memoria, cuando viví en ella ya era miope o quizá mis recuerdos eran ya, por el desgaste, miopes.

lunes, 25 de noviembre de 2024

¿Afirmarme?

 Durante mucho tiempo fui niño y quise que me reconocieran los mayores. Los nacidos con posterioridad a 1964 tenían obligación de admirarme, porque yo era mayor, más fuerte y más sabio que ellos. Siempre quise afirmarme, justificar lo que hacía y pensaba, construir un edificio, un castillo ideológico y estético: esto es bueno, esto es lo mejor, esto es despreciable, esto es aborrecible...

Se trataba de cristalizar una manera de ser, un camino de perfección, lo bueno lo malo lo sublime lo abyecto... y un pequeño margen de mejora, que lo absoluto es inalcanzable; aunque hay que intentar rondarlo siempre.

Así fui dejando atrás modelos, el Jabato, el Capitán Trueno, Andrés Segovia, García Márquez, Silvio Rodríguez, Luis Pancorbo (a estos dos últimos los he conocido y me han reconocido, increíble pero sucedió) pero los modelos fueron caducando. Quizá ahora lo sea un antimodelo, a quien voté en las últimas elecciones, Fernando Savater.

Hoy me levanto de la cama para guardar aquí estas ideas que me despertaron. Ahora que soy viejo sé que uno de los mayores valores de la vida es madrugar, irme a dormir cuanto antes detrás del sol para buscar el sol siguiente, el de la razón, el vigor, la plenitud.

Fueron muchos años y la vida sigue dándome lecciones, llegué este 2024 a la tercera edad y ahora soy más relativista que nunca. Soy infiel a los valores que otrora creí firmes, superiores, perfectos.

Hubo un tiempo en que fui de izquierdas y antinorteamericano. Mi afirmación de la cultura clásica y barroca era integrista. Después me abrí al jazz, al cine, al mejor cine que se acrisoló en aquel país, tuve que reconocer. Quizá la mejor película de la historia sea West Side Story, o El Aparamento, o Fargo, o Sed de Mal...

No sé, ahora no puedo saberlo. La música, lo más divino que hemos hecho los hombres, me satura. tengo acúfenos, amo el silencio... tampoco puedo apreciarla, estoy medio sordo, sobre todo de los agudos. Creo que es justo: pocos han gozado de la música como yo, me he emborrachado tanto con ella que ahora pago los excesos.

La fidelidad, ese solemne valor: uno busca cimentarse, uno busca definirse, dejar clara una imagen para sí mismo y para los demás y cree que por fin lo ha conseguido, que ha logrado la sabiduría. Pero la vida te corrige. Yo tenía como grandes valores La Izquierda..., Cuba; quería tener dinero para comprar las cintas originales de Silvio Rodríguez y poder pagarle los derechos de autor para mantener la Revolución. Uno de los primeros caprichos que tuve con mi primer gran sueldo de profesor fue comprarme el paquete de tres cintas del Concierto en Chile para contribuir. Compré religiosamente el compacto Silvio, me regalaron el Rodríguez, pero fui a comprar el Domínguez para decir que ya lo tenía. La revolución cubana, que ha arruinado a ese país, que ha propiciado una diáspora de la mayor parte de sus elementos más valiosos, y el tremendo exilio interior; Rusia, qué barbaridad de país. El PSOE... qué decir.

Hubo otro tiempo en que sostuve que siempre, siempre y en todo lugar aborrecería al Real Madrid. Esa forma de ser soberbia de sus seguidores, yo con mi "humilde" Atlético. Sigo sufriendo con el atlético pero en muchos momentos prefiero que gane el Madrid.

Por supuesto que era republicano; este rey, que tiene poquitos años menos que yo, es un señorito que nunca ha limpiado una pocilga, ni ha pasado frío o miedo... pues ahora me parece de los españoles más dignos y necesarios. Soy monárquico contrariando todas las razones, porque considero que es lo mejor que podemos tener en España, y hace muy bien su trabajo, que reconozco que es sufrido. Me da repelús haber escrito lo de monárquico, no puedo identificarme con esa palabra.

Sobre los buenos de la guerra civil, hace tiempo que supe que todos eran malos; peor, que todos eran peores, la rabia se apoderó del mundo en aquellos años, porque los japoneses también...

Siempre pensé que mi periódico sería El País, lo veneraba, podría dejar de ser del PSOE, hasta de ser de izquierdas, pero nunca dejaría El País, ahora miro cada titular suyo al trasluz, aunque ni siquiera necesito mirarlos con precaución: son tan evidentes en su manipulación; hay gente que dice que siempre lo fueron, pero nunca así como hoy.

También pensé que siempre sería del supermercado Día, y ahora prefiero comprar en el Mercadona. Antes odiaba a Francia e iba contra ellos en todas las competiciones deportivas, y ahora los amo, quisiera tener la doble nacionalidad.

Y la amistad, aquello incólume, tantos amigos que amé y que pensé que siempre estaríamos, se han distanciado por el tiempo, por la distancia física, por las afectividades, por la política. Ahora tengo la mayor veneración por mis padres, personas que orillé en mi vida ideal, aunque sin nunca faltarles al respeto. Soy el representante en la tierra de Librado Mayo, y nada me hace más orgulloso. Reconozco que no era Juan Sebastián Bach pero le quiero más que a él.

La razón es relativa. Sé que todo seguirá cambiando y yo con ello, mientras piense.

Más Bergerac

 

El río Dordoña al fondo

                                                      Cyrano, mirando a la luna.
                          En esta plaza en el centro se ve su estatua blanca


                           No sé el sentido de estas pacas en el embarcadero de gabarras


Pero quedan bien, con el tiempo está germinando alguna semilla que contuvieran.

Hace mucho tiempo en Segovia vi un cartel en francés para advertir a los padres de que debían cuidar de que sus niños no tocaran ni estropearan nada. El cartel prohíbe subir o hacer deslizar la gabarra, y la parte de abajo dice que la vigilancia de los niños está bajo la entera responsabilidad de sus padres. ¿Es puro pleonasmo? No, es que los niños franceses de por sí, están un poco dejados de la mano de sus progenitores.



                                        La escultura se llama desilusión total y es de 2016


Un templo protestante, los franceses a pesar de la matanza de San Bartolomé, y el "París bien vale una misa" no mantuvieron fuertes guerras de religión contra el protestantismo como los españoles, que hemos sido "más papistas que el papa". No creo que tengamos en España templos protestantes de esta antigüedad.

El Cyrano en color.