viernes, 30 de septiembre de 2016

La realidad enriquece la ficción.


Leo Travesuras de la niña mala de Vargas Llosa, una novela publicada en 2006, y no puedo más que agradecer que estarla leyendo ahora cuando el escritor está relacionado con Isabel Preysler.
Cuenta en primera persona -y uno pone la cara de Vargas Llosa al protagonista narrador-, las desventuras de un peruano que se enamora de una enigmática mujer de ignoto pasado (voy por la página 300, no sé si luego me lo va a contar) de un atractivo y una gracia indescriptible, fuera de lo común. Esta mujer es calculadora y ambiciosa y va casándose o uniéndose con hombres poderosos, pero el amor del protagonista nunca lo pierde y así nos va narrando.

A mí me agrada leerlo con las dos caras de los personajes, por eso he puesto el título que encabeza este artículo. Sé que desde 1985, creo que fue por relacionarse con la Preysler, el ministro de economía Miguel Boyer deja el gobierno y, además, dan a conocer públicamente su relación en una cena con Vargas Llosa.

Es de suponer que mantuvieron o incrementaron la amistad en estos 30 años. Y también no me extraña que durante este tiempo el escritor haya estado a veces curioseando el Hola y deleitándose con lo guapa que ha salido siempre su actual novia en esa publicación. Si yo tuviera una amiga que saliera en el Hola miraría esa revista siempre que pudiera, estoy seguro.
Vargas Llosa se ha divorciado de su esposa de toda la vida al poco de quedar viuda Preysler. Creo que un salto como éste, por inhabitual y más peligroso para un octogenario, no se da en el vacío, ni de repente, y Vargas Llosa es una persona muy cartesiana en sus expresiones y razonamientos, así que yo me permito deducir que enamoramiento, o fijación, había ya, de largo. De esta manera no es ilícito intelectualmente  pensar que se inspirara en esa mujer al escribir esta novela, ni mucho menos ilícito para un lector, muy  libre de poner las caras que me apetezcan a los personajes de la novela que lee; esta es la principal ventaja comparativa de la lectura sobre otros modos de recibir historias.
Concluyendo, que la novela es muy buena y uno la esta devorando agradecido de que le recuerden París, que está muy presente, y lamentando no haber ido a Londres aún, aunque lo esté menos. Agradeciéndole los escenarios, tan vargallosianos -él ha vivido en los dos sitios-, que, además, le hacen no incluir tantos peruanismos con los que nos suele abrumar cuando sitúa la acción en su país.

lunes, 26 de septiembre de 2016

A falta de inspiración, más Lisboa

       Escena callejera. En la entrada anterior se veía a un obrero echado la siesta; lo tenemos a la derecha

                                                       Calle típica de Alfama


       Atrevidos colores en las fachadas, y un arte urbano que no termino de interpretar, aunque me gusta
                                 la rampa que desciende desde la Plaza del Comercio hasta el estuario
 Unos metros más adelante es el lado abierto de la Plaza del Comercio, ¿cómo no quedarse abobado mirando la lejanía?
la monumental fachada de la plaza del Comercio, a la derecha vemos las torres de la catedral. 

lunes, 19 de septiembre de 2016

Lisboa: la cerámica y la popular.

Me gusta esta decoración genuina de nuestro país vecino. Aunque su origen según reza el museo del azulejo haya que situarlo en España, aquí hizo fortuna ¡y cómo luce!
un céntrica fábrica de azulejos


Museo del azulejo que está emplazado un convento, cuya capilla ya tenía esta decoración.

Una de las escaleras del museo del azulejo 

si algún día me hago una cas "a capricho" pondré azulejos; sencillos, no estas complejísimas obras de arte.



Pero lo que más me gusta de Lisboa es la naturalidad de sus barrios populares. Esta foto es de la Alfama

un abuelo y un nieto sentados a la puerta de su casa viendo pasar turistas

un obrero echando la siesta a la sombra de una iglesia.


vecinos en una calle empinada

martes, 13 de septiembre de 2016

Lisboa, la mediterránea

El Atlántico me suena a Atlantico Norte, que son las dos últimas letras de la sigla OTAN. Pero no,  en Lisboa no esta el Atlántico duro, sino el Mar de la Paja: el Tejo, que es como llaman al Tajo allí que hizo su estuario amitalándose con el océano. Lisboa es una ciudad de mar dulce, a sus bordes llegan olas amitaladas,
y por eso pudo permitirse edificar una plaza como la del Comercio, a dos o tres metros del nivel del estuario. Una plaza abierta al mundo.


Lisboa es, como el Mediterráneo ideal, multiétnica y multirracial; una pacífica humanidad morena. Tengo a los portugueses nativos como más oscuros que los españoles, pero con ellos hay una ensaladilla de otras culturas morenas que combina muy bien. Sinceramente no se atisba racismo, hay muchísimos negros y muchos del subcontinente indio, también es el primer lugar (son escasos mis viajes), donde he visto un barrio chino, auténticamente chino y naturalmente. Tan natural como que Lisboa el agosto pasado estaba atestada de gente pacífica. Muchos de los que no quisieron arriesgarse a ir a los centros de Europa por no a ser protagonistas pasivos de algún atentado islamista, decidieron venir a esta ciudad tan femenina, donde, para menos inquietud contemporánea, apenas si hay población musulmana.
Los hoteles estaban llenos y nos costó encontrar alojamiento. Dormimos en cuatro diferentes las seis noches que estuvimos allí.

Uno descubre en Portugal, que los españoles hablamos demasiado alto, pero no más alto que los franceses. En cambio, los portugueses son humildes y políglotas y amables. Le hacen a uno sentir como en casa, y en casa uno perdona todo: que haya desorden, suciedad, cosas rotas... Con una ciudad como esta, todavía envuelto en su velo de brisa, cuesta ordenar las ideas y hasta las fotografías.









miércoles, 7 de septiembre de 2016

EL GUAPO DESENMASCARADO


Anoche no conciliaba el sueño, seguramente a causa del anómalo calor de estas fechas, pero también estaba excitado porque muy probablemente un artículo de este blog ha sido parte de la eliminación de una impostura.
El 12 de agosto de 2015 publiqué unas reflexiones que  creo que han hecho saltar la liebre que alguien ha cazado recientemente revisando otras fotos contemporáneas y hallando lo que yo había apuntado.http://guerracivilenlas5villasdeavila.blogspot.com.es/2015/08/la-manipulacion-de-imagen-el-cura.html

No tenía ninguna lógica que pusieran de prototipo de cura asesinado alguien que, si bien, tiene cara de “santo”, no tiene cara de cura de los de entonces. Y mira que podían haberse escogido mil fotos de curas representativos e identificables, pero  eligieron la belleza; porque parece que matar a un cura tan guapo era más horrible todavía.
Sobre las estampas de los santos
Dice una leyenda que Velázquez acababa de pintar el lado izquierdo de su famoso Cristo, (que nosotros vemos a la derecha del cuadro) y  como no se atrevió a intentar igualar aquella perfección, para evitar el fracaso dejó caer la melena sobre ella.Resultado de imagen de imagenes del cristo de velazquez

Pero Jesucristo podría haber sido un hombre corriente, hasta feo. Nadie sabe si lo fue: era onmipotente, luego podía haberse elegido cualquier cuerpo, pero, si lo pensamos no es justo, parecería un abuso,elegirse el cuerpo más proporcionado, el rostro más hermoso, los ojos más llamativos... Si no cometió ese abuso de poder imaginemos que Jesucristo tuviera la corriente cara de un Messi,  un Usain Bol o un Donald Trump; hizo bien en no dejarse retratar: no luciría en las estampas tanto como el Cristo de Velázquez.

Pues casi nada: que quienes eligieron esta otra cara como representativa de todos los curas fusilados, se han confundido totalmente: Era un alemán que luchaba al lado de la República. Puede que matara o muriera luchando contra los de la cruzada. Y si sobrevivió y volvió a Alemania, para esta gente tenía Hitler campos de concentración no tan famosos como Auschvitz, pero casi igual de letales. https://www.facebook.com/juandelacruz.mayo.3?fref=ts

PD. Si fue al purgatorio y de verdad los rezos de las beatas sirven para aligerar la condena, los compañeros de purgatorio seguro que vieron con envidia que al guaperas lo redimieron para el cielo en un periquete. Si es que el que nace bonito...