Esta es la calle que desemboca en la plaza de la catedral de Perigueux, desde donde estaba yo haciendo la foto. Había, compartiendo el lugar, una insoslayable excursión de españoles, aparte de entender lo que decimos, es que siempre hablamos unos decibelios por encima de la media. No iban todos juntos, andaban diseminados en grupo. Lógicamente paramos a una pareja: resultó que eran de Bilbao, su viaje organizado que había parado hasta ahora en Burdeos, Rocamadour y Sarlat.
¿Cómo no?, estaban encantados y envidiosos, lo mismo que nos pasa a todos. Bromeamos un poco, porque no conocemos Bilbao a causa de que me la desrecomendó un amigo de Mondragón (Guipuzcoano). Se dice que siempre están picados amistosamente los vizcaínos y los guipuzcoanos. Nuestros interlocutores nos han dicho que sí, que mi amigo tenía razón y que Bilbao era un sitio muy desagradable antes, pero que lo están dejando muy bien, y que ahora da gusto y va mucha gente. Nos explicaron que tenían la dormida en Perigueux y, creo que como todos los que van programados, envidiaron nuestra libertad.
Caminamos por estos decorados, calles nuevas de la parte vieja que no llegamos a conocer hace seis años.
El teatro
Había gente, pero poca. Era noche de lunes
"Francia amor bicicletas"
Creo que estas guirnaldas son restos de alguna fiesta reciente
Fotografié estos preciosos baldosines art decó de una cafetería, sin sospechar que a la mañana siguiente desayunaríamos aquí.
Seguimos paseando y encontramos bastantes grupitos más de bilbaínos o bilbaínas, todos ellos hablaban español; no escuché hablar nada en vasco a pesar de que las calles de Euzkadi parezca que el idioma español fuera tan extraño como el finés o el suajili. Pasa lo mismo en Castellón, que todas las calles están rotuladas en catalán y durante las cuatro horas que estuvimos andando por allí no lo escuchamos hablar a nadie.
Caminamos por estos decorados, calles nuevas de la parte vieja que no llegamos a conocer hace seis años.
El teatro
Había gente, pero poca. Era noche de lunes
"Francia amor bicicletas"
Creo que estas guirnaldas son restos de alguna fiesta reciente
Fotografié estos preciosos baldosines art decó de una cafetería, sin sospechar que a la mañana siguiente desayunaríamos aquí.






















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