Como tengo audiencia internacional, necesito aclarar que hace unos años, el actual presidente del Gobierno de España dicen que se empeñó personalmente en introducir una deisciplina en la enseñanza obligatoria: se llama Educación para la Ciudadanía.
La palabra ciudadanía ha tenido éxito, al ser un término neutro, en los tiempos actuales resulta más "politicamiente correcto". La asignatura, que versa sobre educación cívica, ha sido combatida por el Partido Popular, sus medios de comunicación afines y gran parte del entorno de la iglesia católica. La señalan como un instrumento de adoctrinamiento en las ideas socialistas, y en el fomento de la supuesta desintegración de los valores tradicionales: ateísmo, apología de la homosexualidad, masturbación etc.
Se ha tratado de ponerla en ridículo por los medios de esa derecha, comparándola con una asignatura de tiempos de Franco que se llamaba “Formación del Espíritu Nacional” .
Los detractores de la ley han fracasado en todos los intentos de combatirla en los tribunales.
Tengo una hija de diez años que va a una escuela pública. Coincide, estudiando y haciendo los deberes, con una amiguita de su edad, que va a una escuela religiosa. Un día la niña le preguntó: ¿qué es eso que estudias? Mi hija respondió: estoy haciendo los deberes de “ciudadanía”. La chica dijo que ella no estudiaba “ciudadanía” y declaró, que en su colegio sí hacían los exámenes, pero les daban las preguntas y las respuestas, y añadió: “fíjate que asignatura más poco seria”.
La madre de esta chica habló con mi mujer sobre este tema, y dijo algo así como que le parecía un poco pronto para plantear a los niños temas como el divorcio, la homosexualidad etc. Mi mujer le dijo que hasta ahora no hay nada de eso, y que esos días estaban tratando sobre ayudar y compartir las tareas del hogar y que nuestra hija, como consecuencia, ha mostrado su interés en hacer un huevo frito, coser un botón y asume de mejor gana que los fines de semana tenga que hacer su cama o ayudar a retirar la mesa.
-¡Ah! Pues eso está muy bien. Respondió la madre de la chica.
Este fin de semana mi hija tiene un caso práctico muy interesante para comentar en clase, encuadrado en el tema de la amistad, y más concretamente del liderazgo dentro de las pandillas de amigos. Su libro de texto es de editorial EDEBÉ, y disculpad, porque lo resumo de memoria.
Un grupo de chicos de 12 años descubren que el siguiente fin de semana se estrenará en el cine de un centro comercial de las afueras de su ciudad la película que todos tienen ganas de ver. Varios de los que tienen el liderazgo de la cuadrilla proponen quedar en ir juntos a verla en la sesión de las ocho de la tarde.
Como la proyección acaba sobre las diez, los padres de un chico que no es de los líderes, dicen que le permiten ir, pero que al final de la película acudirán a buscarle en coche. El jovencito trata de disuadirlos porque sabe que los líderes de la pandilla le pondrán en ridículo, al ver que no le dejan ir solo. La respuesta de los padres es que si quiere que le permitan salir, irán a buscarle.
Lo comenta con su mejor amigo, que está en el mismo caso; sin embargo, ha decidido que dirá a los amigos que no le apetece ir, aunque que se quede con las ganas de ver la película, porque no está dispuesto a pasar por ese ridículo ante los líderes y los demás.
A continuación surgen una serie de preguntas sobre qué hacer: no acudir a verla, proponer al grupo y tratarles de convencer que elijan la función de las 5,30, permitir el “ridículo” de que sus padres les recojan como si fueran niños pequeños, quedar con el amigo para ir los dos juntos a esa sesión etc. etc.
Mi respuesta es que antes de rechazar una asignatura, hay que conocerla y de esta manera poder criticarla: confiar en el propio entendimiento y nunca asumir como propias las opiniones de los líderes.
(1)Ésta es una antigua expresión de la historia del derecho en Castilla, por la que las ciudades limitaban el poder del rey, sin enfrentarse a él, sin rebelarse frontalmente, pero incumpliendo sustancialmente las normas que consideraban lesivas para sus intereses.