viernes, 30 de noviembre de 2012

Un padre de mi blog.


Hace unos meses el blog que sigo propuso que premiaría a cinco blogues. No sé si al final lo hizo, creo que era un atrevido compromiso que, mejor pensado, habrá dejado en saco roto. La razón es que este hombre tiene muchos amigos, o, si se quiere ser restrictivo con la palabra amigo, muchos afectos que podrían sentirse desairados si resultan preteridos en su mención. ¿Para qué despertar infelicidad y recelos entre sus afectos?

Yo mismo pensé y pienso que merecería ese premio; (supongo que como todos los demás). Sé que no me lo ha dado, si es que se olvidó de ejecutar su convocatoria -quizá es que se me haya pasado el verlo-; así me alegro, por lo menos, de que no me haya otorgado su no premio.

 

En algún momento diré, si no lo he dicho ya, cuanto me gusta la palabra padre. De momento decido que mi premio se llamará "premio padre".

Concedo mi premio a un bloguero histórico: Antonio Machado por su primer volumen, que aún no he leído entero, de Juan de Mairena. Este libro está dividido en variopintas reflexiones entre lo cotidiano y lo filosófico, y tiene ese formato, y creo que ha de ser leído también espaciadamente, como un blog. Es una lástima que la mala salud que le trajo la guerra (a lo mejor su tabaquismo tuvo algo que ver) truncara su carrera de bloguero. Yo, ya me tenéis que conocer, soy enamoradizo y literariamente mucho más, y ahora decido ahijarme de este andarín de Úbeda a Baeza con quien este verano estuve charlando al sol.
No sé si os acordáis, yo no lo olvidaré: el banco de hierro quemaba.http://guerracivilenlas5villasdeavila.blogspot.com.es/2012/07/viaje-andalucia.html

PD también me gusta como bloguero Ortega y Gasset. Ahora que no tengo tiempo para leer a lo ancho, también disfruto de sus artículos.
 

lunes, 26 de noviembre de 2012

Retales, ahora no tengo mucho más que ofrecer.

http://www.youtube.com/watch?v=xGfHQeo8QYE&feature=plcp
Un consejo: esta vez no lleguéis hasta el final conmigo, que descarrilé.
Sólo es, aparte de exhibicionismo,  una prueba de vida. Sigo envejeciendo, un saludo al espejo de los que me conocísteis más joven.
La guitarra está más de un tono más baja que lo normal.
No es que quiera hacer daño a Silvio perpetrándole, es que no doy más de mí.

PD.Ya me han dicho que me repetí. Lo tenía en el lápiz óptico -pendrive en España ahora se llama "pincho": ya son pocas ganas de imaginar.
Lo siento, prometo recuperarme, en cuanto consiga dormir más de cinco horas seguidas volveré a ser el mismo y a producir artículos para el blog.

viernes, 23 de noviembre de 2012

La crisis también abre ventanas de esperanza.


Hace un par de meses dijeron que se empezaba a aprobar la tasa sobre movimiento de capitales especulatorios. Los estados reaccionan, no sé si por convicción o por apreturas recaudatorias. En cualquier caso, es una medida excelente, porque la especulación es lo más antisocial que existe: busca  la perversión del libre mercado (ya sé que esto del libre mercado siempre ha sido un mito platónico) y beneficia a sus actores en perjuicio de los que no la practicamos (la mayoría de los habitantes del mundo). Tampoco quiero hacerme ilusiones: en España decimos “quien hizo la ley, hizo la trampa” y los especuladores seguirán encontrando trampas para su realimentar  su usura.

Hace un par de meses también oí que, gracias a la crisis, España ha reducido sus emisiones de CO2, de manera que estamos a punto de cumplir el protocolo de Kyoto: Es otro principio de esperanza. También es reciente la noticia de que en Italia, el año pasado, se vendieron más bicicletas que coches.

Ayer asistí a la reunión de padres con profesores y con el tutor de mi hija. Me sorprendió el énfasis de súplica con el que la directora nos pidió que cuidáramos los libros de nuestros hijos para que el año que viene los pudiéramos ceder al centro educativo a fin de que ellos puedan prestárselos a familias necesitadas. Pintó un panorama muy grave, el de las familias a las que el Instituto hace por paliar evitándoles el gravísimo esfuerzo de comprar los libros.

Tengo que decir que la mayoría de las familias españolas que procrean en  mi generación tienen dos hijos, siendo muchísimo más abundante quedarse con uno sólo que buscar un tercero. Por lo tanto no se dan las apreturas familiares de otras épocas y nuestros hijos hasta ahora han disfrutado de muchas cosas que da el dinero abundante que corría. Una de ellas era estrenar libros. Estos libros estrenados están diseñados por las editoriales para que los niños escriban en ellos, neutralizando en gran medida su reutilización. Terminaban acumulándose como recuerdo y,  años más tarde, en una limpieza general buscando espacio en la casa, se iban a morir al contenedor de reciclaje de papel.

Este año no. Instituciones como Cáritas, Asociaciones de vecinos, hospitales, tiendas particulares que compraban y vendían libros de segunda mano y, con mayor motivo y desesperación, también los propios centros educativos están buscando libros que reciclar. Es el principio de la salvación del mundo: compartir y no destruir naturaleza para crear y desaprovechar libros.

Supongo que las editoriales y las librerías habrán notado este año el bajón desesperado de la demanda. Esto provoca más crisis en esos sectores económicos, pero no podemos seguir jodiendo, de aquella mala manera, al mundo en su beneficio.

De cualquier modo, el gobierno español pronto fastidiará este invento solidario de la sociedad: han preparado una (otra) reforma educativa que, el primer año romperá esta útil cadena de racionalidad.

 

Pero la semilla está sembrada y se consolidará. La crisis, lamentablemente, va para muchos años. Esperemos no olvidar sus enseñanzas.

lunes, 19 de noviembre de 2012

¡pobre niña!


 

En España últimamente pixelan a casi todos los niños que salen por la televisión. No sé muy bien por qué lo hacen tan indiscriminadamente, será por no tener líos con la justicia, pero para mí, como espectador, esas imágenes resultan más sucias, como si todos los niños tuvieran que ver con lo nefando.

Recientemente visité el cementerio de Ávila. Siendo tan barato hacer y almacenar fotos para cualquier cronopio es interesante llevarse la máquina, más todavía para un cronopio con blog.

Encontré a esta difunta creo que de trece años; una mocita, con bastante vida ya y, a pesar de haber fallecido hace veinte años supongo que podrían tener de ella alguna foto hermosa para recuerdo. Pero a alguien de su familia, sin duda muy dolido por la pérdida, se le ocurrió hacer esta foto. Cualquiera podría haber almacenado ese recuerdo; eso sí,  en un sobre, que no rozara directamente a las demás fotos familiares, porque echarlas en el mismo recipiente que las otras fotos sin algo profiláctico, las contaminaría de sordidez. No es posible ver pacíficamente una foto así y seguir coleccionando sonrisas posadas como si nada.

Opino que esta foto es una perversión necrofilica, no quiero insultar a los familiares, seguramente no fueron conscientes de lo que hicieron, algún familiar directo, probablemente la madre, estaba tan estragada de dolor que no se dio cuenta del crimen que hizo al recuerdo de su niña, ni en la arcada estética que da al pasar por allí.



 
 

Muy cerca de esta niña vilipendiada,  (por eso pasé yo por allí) están muertos de la guerra, un montón de jóvenes de un batallón de guerra química. No lo sé, y creo que merecería una pequeña investigación por mi parte aunque fuera buscando palabras con google, pero parece como si tantos muertos por arma química hubieran sido debidos a que se les explotó un arma propia que alguien manejaba y ninguno tuvo la mascarilla a mano para protegerse.

Supongo que sólo morir por arma química supera a la sordidez de la pobre adolescente cuyo nombre pixelo porque no quiero líos con la justicia que me cuesten dinero.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

¡Mala sombra! de André Theuriet.


Llegó a mis manos un libro que se imprimió en 1891.

Es el objeto manofacturado más viejo que tengo en mi casa. Su autor se llama André Theuriet y su título en español es ¡Mala Sombra!. He mirado en Internet y  el autor escribió varias obras, (ninguna cuya traducción literal sea ésta: el editor español pondría el título que entendiera que se iba a vender bien) y llegó a ser académico. No parece que ahora esté muy reconocido, digo esto porque no sale en mis enciclopedias de papel y por su escasa extensión en la wikipedia, que parece copiada rutinariamente y sin aditamentos de una gran enciclopedia francesa, de la Británica, o de nuestra Espasa.

 

El libro me lo dio hace cinco o seis años Ovidio Pérez en un expurgo de su biblioteca. Yo había acabado con Azaña antes de comer y en la siesta pensé que a finales del XIX se publicaban pocos libros; por lo tanto, si alguien tradujo e imprimió éste sería por algo. Y en esa tarde de domingo, lo saqué del anaquel, me tiré al sofá y lo leí de tres tirones. Trescientas cuarenta páginas de fácil trago me ratifican que la novela decimonónica es el modelo de entretenimiento literario. Me encabalgué sin dificultad en su lectura, que nunca decayó. Además, el desenlace se me hizo vertiginoso, (aunque el autor lo resuelve con su debido ritmo), y lo devoré con ritmo cardiaco espoleado por la historia. Felicitaría a André Theuriet, aunque cría malvas desde 1907.

Uno casi echa de menos unos párrafos trabados Onetti que ahonden y hagan reflexionar, y rerreflexionar, y preguntarte dos páginas más adelante, ¿me habré enterado bien de todo lo que contenía eso que tanto debió gustarme? Uno echa de menos frases que anotar, imágenes audaces, fragmentos que copiaros en este blog. Esta novela fue como una carrera de seis kilómetros o una hora de natación: una actividad en la que  trabajo y disfruto a la vez y  me tiene sumergida la atención; y además sé que me hace bien.

Al día siguiente, -hoy- conservo un sabor de boca y recuerdo la historia que me parece ejemplar y me siento potente y saciado, con licencia para intentar abordar Umbrales o Umbertos Ecos o Carlos Fuentes.

 

sábado, 10 de noviembre de 2012

Singles y LP’s.


Hace poco en una televisión, una reportera se acercó a un grupo de mozos viejos que había en un bar. Quizá uno de ellos quisiera ligar con la chica y dijo “es que nosotros somos singuels”. La chica podría haberles dicho que más bien parecéis “elepes”. 

Hay cruceros para “singles”, porque nadie se apuntaría a un “ajuntadero” de solteronas y mozos viejos.

Mientras la sociedad actual profiere tacos a mansalva, -innecesarios e inconvenientes casi todos- perdemos las hermosas palabras y nuestros propios casticismos, porque nos cogemos la lengua con papel de fumar. Extraños pudores nos infantilizan en huidas esponjiformes como el rechazo a identificar esa habitación o ese recipiente para mear y cagar.

Creo que en España mayoritariamente se llamará water, (supongo que a los angloparlantes les hará gracia que los españoles vayamos al “agua” un momento). También se llamaban municipalmente, y era un eufemismo antes de eso del reciclajehttp://www.blogger.com/blogger.g?blogID=7185936966255904133#editor/target=post;postID=2643120935458131710“aguas mayores y aguas menores”. Es curioso: el cuarto de aseo, cuarto de baño cuando ni estamos –exteriormente- sucios ni tenemos tiempo de disfrutar de algo tan placentero. Al aparato concreto se le llama “sanitario” que es una profesión o un sector de la sociedad que se encarga de curar a la gente. Se llamó y se llama taza, supongo que será porque es de cerámica, pero salvo en un bar punki de los 80, nunca he visto una taza con esa forma. Me voy a perder porque creo que es imposible reivindicar el nombre de retrete, o peor: letrina, que siempre suena mucho más infecto. Tiene más posibilidades, aunque es dificil que sobrepase al grupo de la gente de mal vivir, el carcelario “tigre”, supongo que nacido de la expresión “huele a tigre”.

 

Toda esta digresión no tiene otro fin que reivindicar de mi mujer e hija, que cuando se refieran a mí me llamen con ese título tan venerable, tan bonito, tan telúrico: padre. Como he llamado siempre a mi padre, con todas sus hermosas letras. Y quisiera que cundiera mi ejemplo. A ver si lo consigo, al menos para mí.

lunes, 5 de noviembre de 2012

INFORMACIÓN


“Si llamas a la Radio, seguro que te entrevistan” me dijo la carnicera de mi barrio cuando le comenté que me había salido trabajo. Soy la única persona que conozco que lo haya encontrado desde que manda Rajoy, frente a tanta gente que lo ha perdido (en Béjar una fábrica de paneles solares de 45 obreros, varias tiendas y el “Español” la cafetería de más tronío de Béjar, que tenía tres o cuatro camareros).

Mi contranoticia es que desde hace dos semanas estoy en proceso de  acoplamiento a una nueva ocupación en el Juzgado de primera instancia nº 2 de Salamanca, que no me resulta fácil. Estoy trabajando con intensidad. Necesito acaparar destrezas para enfrentarme a leyes recientes, con las que casi no había trabajado y un programa informático que, como cualquier otro, al principio hace perder más tiempo en aprenderlo que el que se perdería haciendo las cosas a mano. Para alcanzar su rentabilidad necesita con voracidad ensayos y errores.

 

Es por eso que mi lectura de estos días es esta ley. Hasta que no me desenrede no volveré a leer a pata suelta, aunque ya sólo será por las tardes.

Actualmente me levanto a las 5,45  para tomar el autobús de las 6,15 y vuelvo a casa sin comer a las 16,45 si las cosas me han ido bien.

El final de mi libro se aplaza, si no estaba bien aplazado ya.