domingo, 29 de septiembre de 2019

Saint-Malo, una fortaleza imponente.

Muy cerca de Mont Saint Michel aunque en otra región, la anterior abadía  pertenece a Normandía, está Saint-Malo, que ya es Bretaña.
Antes de llegar sabíamos que esta ciudad había sido duramente bombardeada por los ingleses y norteamericanos en la segunda guerra mundial y que no se terminó de reconstruir hasta 1972. Cuando uno hace un viaje con estas premisas, se pregunta si valdrá la pena, habiendo tantas cosas antiguas y armónicas en Francia.


Pues, (a la vista está) merece. Y confirma la tautológica frase de que "cuando uno no va a un sitio, no sabe lo que se pierde". No he visto una ciudad más maciza en mi vida, toda ella es de granito, y además sobrepasa, casi desborda, sus anchas murallas.
Cuando uno la ve desde este lado no se da cuenta de que fue bombardeada, yo creo que todo lo que vemos ve en esta foto es original, el bombardeo más duro de esta ciudadela fue por el otro lado. de cerca se aprecia como la disposición del granito es diferente a lo que vemos aquí.
La muralla es gratuitamente paseable y la visión, hacia adentro y hacia afuera, sigue siendo imponente.



Al parecer después del desembarco de Normandía los alemanes trataban de aprovechar esta fortaleza y el bombardeo fue contundente. En la wikipedia dicen que este castillo, que se interna en el mar fuera de las murallas, fue el lugar de la segundaGM que más artillería o bombas recibió por metro cuadrado. Como la Wikipedia la escribe la gente, se supone que a nadie le apetece que su ciudad quede la cuarta o la séptima, supongo que lo mismo dirán los de Dresde, Leningrado, Ivojima, Varsovia, Berlín... Como ciudadano amante de la historia y de la belleza me duele que destruyeran este trabajo y entiendo que la reconstrucción por honradez, para no falsear, tome otro estilo. Pero está bien conocer que la historia no acabó en el siglo XVIII, sino que tuvo una bien brava en 1944, cuyas heridas abiertas pudieron verse hasta 1972.
Vista desde el lado opuesto a la primera fotografía; se refieren a este castillo los que hablan de la mayor densidad de proyectiles.

Esa tarde soplaba un viento frío cargado de humedad y a veces de lluvia que empastaba bien con la granítica ciudad amurallada, 

Bajamos a tierra, eran comienzos de septiembre, los bares y cafeterías tienen esas protecciones térmicas, muy necesarias. La catedral que se ve al fondo está por la mitad o sea que no la reconstruyeron entera. Era tarde y no pudimos entrar a verla.
Aquí tenemos una entrada o salida de la muralla, según se mire, imponente fortaleza para resistir mucha artillería. Pero las murallas, como la de mi querida Ávila también tienen una función cotidiana en la que la gente no repara, protegen del frío viento.


En otro artículo os mostraré fotografías de la virgen, que está muy representada en las ciudades. ´Por el contrario, en muchos de los pueblos, donde pasamos y no entramos, había grandes crucifijos a la entrada o la salida.

viernes, 27 de septiembre de 2019

Lysístrata: el patio de su casa no es particular




Vengo revocado por el Sur, acabo de llegar. Aunque me venís viendo en este blog tan enamorado de las francias catedralicias y su urbanismo dieciochesco; hoy bajé al Sur a por su salero y ese entendimiento que pareciera barato, con sus cuatro palmas certeras y su complicidad envolvente;  me enamoró otra vez de un arte racial que quiero creer que es mío y que ellos, los franceses, no tienen.

Hace tiempo que no iba al teatro y sospechaba, sí, que hoy me iba a reír, que la gracia me iba a envolver, pero no tanto, no tantísimo. (Claro, que me han engañado, si llego a saber que son tres hermanas y otra más, hubiera dicho, "sí, al patio de tu casa, que es particular" no hubiera ido, ¡una truppe, pero qué es esto! aunque lo tienen bien camuflado, una se llama Alejandra López y otra Rocío Segovia, pero todas como la directora y adaptadora de la obra llevan en el DNI López Segovia).

Ana López Segovia es una artista conmovedora, sobre todo cuando hace de vieja lo sublima, el gesto justo, y la sabiduría incontestable, una complicidad que suelda la voluntad del público.  Aunque bien bordado está todo este espectáculo, con melodías corraleras y percusión esencial, nos montan una fiesta de duende y hondura, y te cuelan un mensaje absolutamente medido, sin una palma de más ni un taconeo de menos, sin vaselina-moralina, ni demagogia, solo con gracia bien plantá; y pasa: creo que se lo tragaría hasta uno de VOX.

Yo, desde la primera fila escuché el chasquido mental de las viejas de la platea, la rotura a buenas horas de un himen de risa estentórea,  porque seguro que algunas de ellas nunca se atrevieron a pensarlo hasta hoy, así,  una reivindicación de la valía de las mujeres y de su autoestima y autoestímulo que nunca se les pasó por la cabeza de esta ni de otra manera.

Las niñas de Cádiz comadronas de este parto proponen a las viejas de la platea un canto a su libertad y a la apertura sexual, jugando con todo el campo y tirando certeramente dentro de todas las rayas, como si fueran Roger Federer, como si fuera fácil sin salirse a lo soez; seda de cantos, de palmas y de guiños, un cabaret culto y más inteligente de la cuenta, o con eso consiguen embaucarnos, con que somos listos y las seguimos; y eso justifica el encoñamiento. También un chute de españolidad y de Sur de Europa reivindicado, y de arte universal, porque todos los lugares beben de este acento ¡y qué bobo es el que desprecia la pandereta! (aunque el primer desprecio nos venga nada menos que de Antonio Machado).

Pues viva la pandereta en el patio de la casa de las López Segovia. Viva la madre que las parió, y viva el tópico hispano-griego, y  el arte popular, la sabiduría trascendente. Y viva la posibilidad, que yo me creo, que alguna octogenaria bejarana se descubra hoy, a pesar estar esperando ya biznietos. Supongo que un sueño de Ana López Segovia, la madre de esta "Lysistrata, 2.500 años no es nada" es que cualquier noche después de su función una señora de alta edad se atreva, con el dedo corazón destacado al Sur, y después de una taquicardia gozosa, llegue a decir  ¡eureka!

Mont Sant Michel

nadie vive allí más que del turismo



La verdad es que las cosas famosas lo suelen ser con una buena razón. Este es un lugar espectacular que rebosa de turismo masivo, nadie que se acerque dejará de autorretratarse delante de esa famosa abadía.


Yo la vi por primera vez desde el cementerio alemán. Desde entonces se hizo onmipresentre en el paisaje, y es que juega con la ventaja del mar llano, que la resalta, circunda y alisa de cualquier competencia vegetal o mineral que pudiera surgir.
No es posible ir más que en carro de caballos o en autobús, ya que los coches han de aparcar (aparcamiento= 14 euros) a tres kilómetros de la abadía. El acercarse a aquel hormiguero andando como hacemos la mayoría nos convierte a todos en referencia de lejanía y prueba de grandeza y majestuosidad del sitio.


Pero es un placer in desenvolviendo poco a poco el regalo de la vista. Dicen que Felipe II dijo al ver la cúpula central de la catedral de Burgos algo así que <<como joya que era debería estar tapada en un cofre para que no la vieran los ojos de ordinario>>. Llegar, ir llegando, a Mont Sant Michel  y ver como se engrandece y se concretiza paso a paso también resulta así como el bolero de Ravel que comienza con poquitos instrumentos y se va haciendo imponente, monumental.




Aquí nos daremos cuenta de lo grande que es: comparando las dos personas que caminan por la arena con lo que de lejos parecía una "murallita"
Según nos acercamos somos como termitas individuales, lo digo por la forma del monumento, (yo solo he tratado hormigas)  pero al llegar nos damos cuenta que aquello es un hormiguero. Un termitero de nacionalidades, acentos, razas y hasta turistas caninos.
el sino de los tiempos

Perros turistas tratados como niños, la primera vez en mi vida que vi esto: tenía que ser en Mont Sant Michel

Después de pagar 14 euros por el aparcamiento, ¿cómo íbamos a dejar de pagar 10 euros cada uno por entrar en la abadía?
La verdad es que está un poco vacía, pero es un recinto muy laberíntico, a veces tétrico, a veces estrecho, con muchas escaleras que llevan a sitios no visitables. A mí me dio por pensar en la novela del Nombre de la Rosa, estoy convencido de que Umberto Eco estuvo aquí antes de escribirla. Al ser un lugar aislado y con estas condiciones es ideal para investigar un asesinato de la literatura policíaca clásica.


desde arriba vuelves a pensar en hormigas


y en una excursión de hormigas adolescentes que con sus pies dibujaron ese "original" grafiti en la playa, a sabiendas de que arriba muchos lo veríamos, y lo fotografiaríamos y lo publicaríamos: también es el sino de los tiempos.

Me gustó mucho Mont Sant Michel y reconozco que es injusto que yo acabe con una foto como esta última, vale la pena llegar hasta tan arriba por verlo a pesar de la masificación. Supongo que la gente que fuera a los conciertos de los Beatles también sentiría exceso de presencia humana, pero es justo lo que tiene que ser.


miércoles, 25 de septiembre de 2019

Balta Cano, eslabón suelto buscando un sueño



foto :Luis Felipe Comendador

No se me ocurre una imagen más quimérica para definir este empeño. He cortado alguna vez una pequeña cadena con un cortafríos y sé lo duras que son, también he visto cortarlas con cizalla, con el tremendo latigazo que da el quebrantar su dureza. Un eslabón es algo bien duro, tosco, pesado, concreto, muy frío, al que solo se le puede asir con una cuerda resistente, o con un clavo o tornillo bien fijado a alguna parte. ¿Cómo va a maridar esto con un sueño?

Tengo una forma de ser que se acentúa con los años por la que me atosiga la intranquilidad del compadecimiento, por esto hoy  me apeo momentáneamete del prometido de mostraros mi acercamiento al finisterre más lejano que llegué por mis medios, Mont Sant Michel. Será para otro día.

Y es que cuando me atrapa el compadecimiento con alguien lo paso mal. Intento sacudírmelo antes de que me pille; actualmente abandono muchas películas cuando atisbo que alguien va a sufrir; he cambiado de canal en las últimas inundaciones de Levante; no quiero mirar para dentro en las tiendas que no venden, ni me paro casi nunca con los artistas callejeros.
Si sospecho que se me trepa algo de esto, pongo escudos como "yo no puedo salvar el mundo solo" o "a lo mejor tienes tú más que yo"  o "hay gente que se ha merecido estar así". No sé si es mi tacañería o la búsqueda de mi plácida tranquilidad para entretenerme, crear, o dormir sin esas presencias perturbadoras.

Conocí a Balta Cano por casualidad. Estaba un sábado por la mañana en la imprenta de Luis Felipe Comendador: pentacampeón de bastantes más de cinco tours de compadecimiento y solidaridad, quien desde que le conozco circula por el mundo con el piloto de la reserva encendido, buscando, trabajando y buscando más cómo se le rellene un poco un depósito para acercar a otra gente, que resultan ser siempre pozos sin fondo, cubos de agua que no sé si nutren o tan solo refrescan. Uno de tantos medio-fin de todo esto es Balta Cano, que regaló algunos días de solidaridad al solidario, buscando oportunidad como un maletilla, pagándose entradas a los toros para saltar al ruedo a fin de que alguien le descubra, o simplemente goce unos minutos, con los capotazos que sea capaz de dar, de algún aplauso del público que no le ha ido a ver.

Balta Cano es un poco obeso, por tanto tiene el físico opuesto al del torero Joaquín Sabina,  quien, después de su enésima muerte se nos escapa ahora a buscar aplausos y dinero a Buenos Aires con su socio Serrat, en una prórroga vital que no tiene más sentido que ver al Cid armado sobre su caballo.
Cuando yo oí cantar a Balta, un mes después de haberle conocido como otro rondador más de la Imprenta Solidaria, me sorprendió su arte y pensé en Sabina e inmediatamente calculé cuántos, que pudieron haber ayudado a crecer a Sabina y no lo hicieron, lo estarán lamentando ahora que está en el Olimpo.

Sí, decidí admirarle, y apoyarle, también porque me gustó le compré el disco, y volví a ir a verle al día siguiente a la imprenta a donde fue entre otras cosas a cargar la batería del móvil, (así anda un cantautor por el mundo) y después fui a otra actuación que tenía. Entretanto le invité (un acontecimiento para un tacañazo como yo) a una caña con pincho, quizá pensando egoistamente que dentro de unos años podría contarlo.

Desde entonces tengo correspondencia internáutica con él, a pesar de que políticamente está en la extrema izquierda: por tanto dice y escribe cosas que revuelven mi estómago de aficionado economista angustiado por el déficit público. Pero el fantasma de Sabina está presente en esta relación como la marca de agua en un billete, esa sin la cual quizá esta relación no tendría valor para mí, sospecho pasándome de sincero.

foto :Luis Felipe Comendador


Anteayer me encontré con un llamamiento en su Facebook. Viendo la penuria del intento no pude por menos que echar el mejor cable que podía: publicarlo en el Blog de Silvio Rodríguez, quien últimamente me soporta bastante bien, porque solo hablo de música y lo hago esporádicamente, sin abusar. Esto fue lo que envié al blog del trovador cubano:

Supongo que muchos más que los 17 de Aureliano Buendía, te presentan constantemente hijos de tu arte para que les reconozcas con una cruz de ceniza. Balta Cano es un joven cantautor madrileño muy generoso que busca sobrevivir, subvivir o mediovivir de sus canciones a la espera de un golpe de suerte, quién sabe si en Alicante o en Albacete hacia donde saldrá el miércoles con estas condiciones (copio esto de su Facebook)

"-COMUNICADO-

-Esta semana toca "turné". Iré a cantar el jueves a Albacete y el sábado a Alicante. Para eso, primero he de ir desde donde vivo a la estación sur de Madrid, a unos 55 km y con suerte algo menos de una hora, grosso modo. Después tomaré un autobús a Albacete recorriendo otros 257 km y otras 2.horas 45 minutos. Esa noche cantaré en La Casa Vieja. El sábado iré a cantar a El Refugio Café Art Nature de Alicante:- ¿También en autobús, Balta? - No, que va, realizaré los168km que hay a Alicante desde Albacete, en tren que tardará más o menos 2 horas, si mal no recuerdo. Y para el regreso haré la misma jugada a la inversa; Alicante - Albacete en tren, Albacete - Madrid en autobús, esperando que me vaya alguien a buscar en coche, si no me tocará unas cuantas paradas de metro, 14 concretamente, y unos 35 ó 40 minutos hasta la estación de autobuses de Moncloa y luego otro autobús a casa y otra horita más. Alrededor de 1070 km recorridos y cerca de 12 horas de viaje y 4 días fuera de casa. Para realizar dos conciertos con todas las ganas y todo el corazón del mundo, que además, son de aportación voluntaria, a la gorra.

Esta es la vida del artista y de quienes pelean por hacer lo que quieren. Y nada de esto tiene sentido sin un público al que abrazar. Así que si me echáis un cable y me ayudáis a difundir y se lo decís a vuestros vecinos, vecinas, amistades, amantes, familiares, mascotas, etc. que tengáis por aquellos lares os lo agradeceré en el alma. ¡¡Y quienes estéis por las zonas veníos, merecerá la pena!! Abrazos."



Yo, Silvio, no conozco ni sé llegar a nadie de aquellas provincias,(por otra parte recientemente afectadas por severas inundaciones) Así que se me ha ocurrido que, si así lo asumes, sería una buena manera de reconocer tu paternidad permitiendo divulgar en tu casa esta convocatoria. En un próximo mensaje te mando una canción que le grabé. Aunque él tiene su propio canal de youtube por si se despierta alguna curiosidad.



Agradezco mucho la generosidad en publicarlo, también lo hizo con este enlace que le suministré a continuación
https://www.youtube.com/watch?v=hOGDSnLfnMg&t=26s

Pero el vídeo, acabo de comprobarlo,  ha conseguido 20 visionados más en estos dos días, aunque no sé cuantos son míos. En todo caso, poco caso para lo que necesita (y ya me gasté el cartucho de Silvio).

Este compadeciente que os escribe calcula lo que cuestan los transportes públicos, lo que cobran por los alojamientos, la comida caliente..., y en lo poco que ve siempre de reojo en la gorra callejera de los artistas: casi nunca billetes y muchas veces monedas hiperfraccionarias de níquel. Deseo que en este caso alguna gente haga en esos locales como que pague una  entradilla, y que Balta venda diez o doce discos, y que los bares que le "contratan" le den de comer algo, le  dejen dormir en algún sitio o tenga algún amigo por allí que le aloje, porque no creo que existan pensiones por menos de 20 euros la noche. La verdad es que no me sale ninguna cuenta.

Así que me imagino que para redondear "la turné" cantará en la calle a pelo y durante mucho tiempo, con lo que se desgastará su voz por el camino a cambio de muy poco. Así lo hizo cuando fue a Granada: para sacar algo más, estuvo cantando por el Albaicín.
Yo en mi trabajo me paso la vida deseando suerte a todo el mundo, también a los "clientes" que embargo o ejecuto sus hipotecas, indico en qué cuenta pagar sus multas, comunico arrestos, aunque muchos lo merezcan..., pero se la deseo de absoluta verdad a este muchacho, así llamo ya a un tío de cuarenta años recién cumplidos (de manera que  así de viejo soy yo para tener ya esta visión) Balta es bastante artista aunque nunca llegue a ser Sabina, básicamente esa obesidad mórbida  lastra mucho la credibilidad de sus canciones de amor. Además, en la calle nunca podrá pedir para un bocadillo, porque la gente no entiende que una persona como él pueda necesitar también comer, como todo el mundo o más.

Eso del eslabón y el sueño es un milagro, y yo soy incrédulo. De todos modos él parece que se conforma con vivir el arte al día.

Y yo con este desahogo que he escrito aquí dejaré un poco de pensar. Espero.

martes, 24 de septiembre de 2019

Francia: la segunda guerra mundial.

Desde la primera vez que estuve en Francia (fue en París donde mostraban huellas de algunos sitios donde cayeron los resistentes) me pareció increíble que ningún país hubiera dominado a este pueblo tan poderoso, opulento, desarrollado, admirable.
Me pongo mentalmente en la virilidad orgullosa de un alemán ocupante y en la de un francés ocupado de aquellos años para concluir en la aberración que supone para éstos, y el "subidón" que supuso para los otros mientras duró.
Disfrutando desde el coche los paisajes y los campos sabiendo que son completamente ajenos, me imagino el poderío que sentiría un alemán circulando por las mismas carreteras hace setenta y tantos años. Ya he escrito que los franceses no hicieron monumentos a esta guerra; sí, y bien grandiosos, a la primera. Pero es inevitable encontrar huellas, especialmente si se buscan.
Aquí están los búnkeres de los submarinos alemanes en Lorient, parece que sobrevivieron a las bombas de los aliados. Es lo más llamativo de esta ciudad, y curiosamente está escrito su nombre igual que en español "La Base"

 

Es un símbolo muy pesado y muy difícil de derruír que quedará para siempre, como los anfiteatros romanos, (donde tampoco se hacían cosas santas), como una huella indeleble de la historia, Hitler, como un faraón en el suelo francés, sí:  pero viendo el grosor del hormigón se entiende que se tiene que quedar ahí, por pura ley de gravedad.

Uno es aficionado a oír por la Radio Clásica  la última noche de los PROMS, que son conciertos populares que dan los ingeleses en Londres, En en concierto final se alardea de patriotismo cantando la más famosa marcha de Pompa y Circunstancia de Elgar, uno siente la segunda guerra mundial y el orgullo de resistir los bombardeos para acabar ganando. Los franceses no pueden hacer esto, sino todo lo contrario, debe ser un dolor, algo para olvidar; y también me duelo con ellos.

Otra parte de la guerra que salió al camino fue un cementerio americano; no dudamos. Es algo diferente a la monumentalidad francesa. Allí reinan la solemnidad y el césped, y hay tanta gente allí, que creo que coincidimos con algunos familiares que iban a ver a sus antepasados. El buen tiempo ayudó.


Pero seguimos camino hacia Mont Sant Michel y nos salió la indicación de un cementerio alemán. Tampoco quisimos perdérnoslo. Es diferente. Primero está acorazado, nadie va a violar las tumbas de los americanos liberadores, (también están vigiladas, que conste) pero el cementerio alemán tiene otro aspecto.


También impresiona, y no es difícil compararlo con (lo siento) un campo de concentración, esa idea tópica que le saldrá a todo el mundo cuando vea algo alemán de la II GM.

continúo con esta impresionante entrada: uno lo siente más imponente, por antinatural, pero también más fúnebre, sobrecoge más, porque lo aprecias más ajeno, las otras cruces las hemos visto muchas veces: sugiere plomo y guerra. Y ya lo he dicho: uno como que teme que le va a salir alguien a preguntar ¿qué se le ha perdido a usted por aquí?

Pero luego ves los nombres, y las fechas, algunos tenían menos de veinte años, y lo sientes humano, hay muchas dependencias como esta, en dos pisos repletos. Creo que leí que había más de 12.000

De pronto nos encontramos con una foto que alguien dejó y que todo el mundo ha respetado, era un hombre, que murió de un disparo o destrozado por una bomba, un cañonazo, o una granada. El respeto se redobla.
En la retirada es muy difícil llevarse e identificar los cadáveres, hay muchos de soldados sin identificar, "un soldado alemán" lo que introduce una tristeza suplementaria.

Acabaremos bien: el cementerio alemán tiene otra ventaja imbatible, y es la vista que hay desde el segundo piso: merece mucho la pena no dejar de subir allí.

¿No lo véis? sí. parece algo, era como el objetivo de nuestro viaje a Francia, la primera vez que lo vimos.


Sí, era ello. Usé el zum de la cámara. Un cuento, ¿verdad? en el siguiente artículo nos acercaremos más a él.



domingo, 22 de septiembre de 2019

Santa María de Aury

Yo no soy creyente, pero me da mucha envidia de lo que cantan los creyentes en Francia. En ninguna iglesia falta un gran órgano en buen uso, ni quien lo toque con maestría durante las celebraciones. El público, todo el público, no solo el femenino, canta con tan mágica entonación, que me dan terribles ganas de ser francés y creyente para fundirme con ellos.




este contraluz incluye toda, pero no sé si da la idea de lo enorme que es esta basílica, hay que ver la foto anterior de la procesión pera hacerse a la idea de su grandeza.

esta otra "cosita"es el mausoleo dedicado a los "enfants de la patríie" muertos en la primera guerra mundial, de la que se sienten así de orgullosos. Mucho menos que de las otras: suelen añadir una placa dedicada a los de la segunda, a los de Indochina, Argelia y a los judíos y resistentes  a la ocupación nazi.

viernes, 20 de septiembre de 2019

Carnac


Conozco que existen los alineamientos de Carnac desde la EGB. No teníamos pensado ir allí pero en el trayecto nos desviamos a ver un dolmen y aquél nos pareció tan grandioso que, aprovechando que no íbamos a pasar lejos, incluimos este famoso lugar.

Como he estado en París donde se ha trazado una línea recta desde el Louvre a la Plaza de la Concordia, desde ésta al Arco de Triunfo, y del Arco de Triunfo a la Defense, (no sé cuantos kilómetros son de línea recta esto) se me ocurre buscar un precedente para que los franceses amen tanto esta ordenación y no se me aparece nada mejor que remontarnos a la prehistoria de Carnac donde los urbanistas obsesivos por el orden francés de las cosas ya nos dejaron su impronta.



como casi todo lo francés es enorme, (y nos faltó bastante por ver)

miércoles, 18 de septiembre de 2019

Vannes

Una ciudad no demasiado conocida del sur de la Bretaña francesa. Recalamos en ella por la proximidad a los famosos alineamientos megalíticos de Carnac, pero ella sola, como tantas otras ciudades de Francia,  lo vale. No tenemos noches suficientes en un año para estar en tantos sitios.

Este es su ayuntamiento (Hotel de la Ville) todo lo francés que se pueda ser. Nunca hay que dejar de ver los Hoteles de la Ville, ni las Precepturas de cada ciudad. Grandeza, gusto, elegancia, eso es en lo que nunca falla Francia.

tampoco hay que dejar de ver los recuerdos que brindan los franceses a sus caídos en la primera guerra mundial. Éste lo encontramos dentro de la catedral de Vannes, (nosotros la tuvimos por tal, aunque ahí a la izquierda pone Parroquia de San Pierre)

 El templo de que hablamos tiene piedra, enormes cuadros de gran valor y tapices sobre el coro.


El ayuntamiento; de día se ve todavía más francés

pero Vannes es un lugar de cuento: solo habría que retirar esa grúa y los coches para sentirse dentro de uno.
  donde haya cinco franceses debe haber tres jardineros
y seis ciclistas.
Las mujeres montan en bicicleta con indumentarias de lo más inapropiadas, algunas con vestidos y minifaldas que sería indiscreto fotografiar, poro todo lo que muestran.
saldremos de Vannes por esta puerta de cuento.