miércoles, 31 de enero de 2024

Nunca estuve más cerca

 


En el cementerio viejo de Algeciras están sus restos bajo esta lápida de mármol y este bronce que representa a sus prodigiosas manos. Me hubiera gustado verlas hacer su trabajo entre las cuerdas y los trastes. Es el indiscutible. Supe que el puerto de Algeciras se llama Paco de Lucía. Y es el puerto de mercancías más importante de España.




No pudimos pasar a su interior, está blindado, es una "infraestructura crítica" de España y de Europa. No para en todo el día ni por la noche: El comercio internacional está en auge y no sé si habrá aumentado más el de este puerto por eso que pasa en el Mar Rojo.

Con ser importante el puerto a mí me interesó más el hombre de su nombre.



Nuestro hotel estaba a 200 metros de este cementerio.


martes, 30 de enero de 2024

Nuevo viaje a Andalucía

Sé que muchos de los que me leéis no tenéis la suerte de vivir a tres horas de Andalucía. Yo sí, y me aprovecho de ello, lamentando dar envidia, o quizá maliciosamente alegrándome y presumiendo de ello. 

En este anómalo enero antes de que el mundo reviente por sus costuras térmicas fuimos a la luz del Sur y a sus noches tibias.Verdaderamente nos sobró ropa de abrigo en un año que no puede comenzar mejor viajado. Éste lo iniciamos en Lebrija, después pasamos a Cádiz capital donde una oferta hostelera nos hizo convenir dos noches, con sus mañanas y tardes de alegría para degustar rincones y largas calles. Seguimos por la playa de La Barrosa (término de Chiclana de la Frontera), que tiene música de Paco de Lucía. Barbate se nos apareció por el camino, después Baello Claudia, para rematar en Algeciras donde está la tumba del maestro de la guitarra flamenca. Volvimos por Tarifa, descubriendo la maravilla de Vejer de la Frontera que fue la revelación de nuestro periplo para terminar en Utrera, donde hicimos la última noche y la última mañana antes de volver a la autovía hacia casa. Ya veréis.

Empezamos por Lebrija (Sevilla)

La cultura del patio andaluz como carta de presentación abierta a los elogios es un regalo para la curiosidad.


Los arbotantes que sujetan la pared de la iglesia sir ven en algunos momentos del día para dar sombra y para hacer paisaje. Recuerdo Arcos de la Frontera en Cádiz, pero recientemente también lo habíamos encontrado en Écija.


Sombras de palmera en el asilo de San Andrés


La destacada torre de la iglesia de la Oliva.


Arquitectura popular en ladrillo destacando sobre el encalado de las paredes.

una hermosa casa bicolor. Veremos más adelantes centenares de casas encaladas de un refulgente blanco.



viernes, 26 de enero de 2024

Imágenes

 Hace unos días murió la madre de un amigo. Se me hace obtuso llamar por teléfono para decir la obviedad de que le acompaño en el sentimiento y otras frases al uso huecas o sentidas hacia una señora que pasaba de los 90 años y a quien llevo sin ver más de veinticinco. Preferí mandar un escrito electrónico. Ventajas de estos tiempos que corremos.

Se me ocurrió añadir en el mensaje lo que pensaba de ella: que la recordaba como una mujer guapa, prudente, con clase.

Sin duda, aunque también hay mujeres alborotadoras, verduleras, cotillas, parece que las otras sean las sencillas virtudes de una señora castellana de pueblo. Ahí se quedó su vida, seguida por sus hijos y nietos, no sé si ha alcanzado a conocer biznietos, lo que en la novena década puede ser relativamente corriente (todavía) pero la sola reflexión de la muerte y lo poco que terminamos siendo, y lo menos aún que se nos recordará es lo que me mueve a este artículo. Los hijos de esta mujer dirán por bastantes años, "mi madre decía o contaba esto" y puede que los nietos también recuerden alguna frase que repetía su abuela, pero para hacer esa memoria en primer plano y en voz alta hay que poner voluntad y amor, yo lo hago cuando puedo.

Salvo Savater, Messi, Paco de Lucía y gente así de señalada, casi todos nos perderemos después de que alguien acompañe en el sentimiento, en unas imágenes de fotos impresas, que aparecerán al remover o buscar algo, (porque las que yo acumulo por decenas de millares en el disco duro externo y solo por miles en un puñado de pendrives es muy difícil que sean revisadas nunca por nadie).

Definitivamente hay pocas cosas más veraces que el refrán de el muerto al hoyo y el vivo al bollo. Diabéticos terminamos con tanto bollo. (no se me entienda en el literalísimo sentido, que siempre estoy hablando de la memoria)

¿Dirán algo original de nosotros el día que muramos?

jueves, 25 de enero de 2024

Dios es un cuento incontable, si nos fijamos bien.

Escribo desde el vértigo que me da el universo y todos sus infinitesimales planetas escondidos en los huecos y rellenos de los años luz, donde habrá miles de billones de seres vivientes más inteligentes y más tontos que nosotros, pero muchos de ellos dotados de "alma". Aún cuesta trabajo pensar si dios es capaz de vigilar cada pensamiento, palabra y obra de todos los católicos y mucho más de todos los indios y chinos y malayos y nigerianos, incluso de los coreanos del norte.

Pero el universo que aparece por la noche ya es demasiadísimo para un solo dios. Yo he visto a muchas viejas rezando rosarios como yo salgo a correr por las mañanas, con el piloto automático, mi madre reza padrenuestros para cualquier pequeña preocupación laboral que le comunica mi hermana. Dudo mucho que Dios pudiera hacer caso a cada petición de cada vieja.

Leyendo las últimas cartas del libro de Juan Ramón Jiménez me apercibo de que se va refiriendo cada vez más a Dios, como la gente que habla en voz desmesuradamente alta para que le oigan otras personas diferentes a las que está hablando, para que se enteren, para que se den cuenta, por si acaso ir colando un mensaje para quedar bien con estos "no interlocutores" que pueden tener la antena puesta para escucharlo.

Estos poemas los escribí yo mientras pensaba, ya en estas penúltimas de mi vida, repito, en lo que había yo hecho en este mundo para encontrar un dios posible por la poesía.

(...)

Hoy pienso que yo no he trabajado en vano en dios, que he trabajado en dios tanto cuanto he trabajado en poesía.


Dios superomnipotentísimo también tenía que leerse sus cartas, y repasar sus poemas porque en el abismo de la vejez del poeta, (que siempre escribe dios con minúscula y por eso dice que no le publican en la España de Franco), le entran dudas y quiere ampararse en el por si acaso, comprar un billete de fe.

 Creo que muchos creyentes o semicreyentes hacen esto en las horas postreras.

Yo no: mirando a Sirius o a Betelgeuse o a todas las nebulosas que nos descubren los novísimos telescopios que flotan en el espacio, en lugar de mostrarme la omnipotencia y la labor del "arquitecto del universo" me parece increíble que haya alguien que pueda entrar a juzgar los dilemas de todas las almas, almitas y superalmas que tiene que haber por ahí. Es imposible, me marea imaginarlo.



miércoles, 24 de enero de 2024

"Cartas literarias" de Juan Ramón Jiménez

 Este poeta tan genial, tan fino, tan etéreo, estaba al tanto de todo en tiempos en que los carteros llevaban papeles con contenido. Es indudable para mí que este hombre dedicaba un par de horas diarias a leer y expedir correo. El libro, leído en todas sus palabras, (yo me estoy saltando bastante) es para especialistas en la literatura en español desde 1937 hasta el cincuenta y pocos. La razón, entiendo yo de que tengamos esto y no todo lo demás, es que se ha elaborado con las copias de las cartas que él escribió y que su mujer Zenobia Camprubí transcribía a máquina. Guardaron esos "originales" y alguien los editó cuando se consideró conveniente.

Hay más. Un montón de otras cartas (propiamente la correspondencia entre emisores y receptores, que aquí solo tenemos las cartas que escribía JRJ) están depositadas en la biblioteca del Congreso de Estados Unidos, y otras muchas se quedaron en principio en la casa de Madrid a la que nunca volvió, y que fué "saqueada" por Pedro Salinas y José Bergamín, según confiesa Juan Ramón. 

Las cartas de este volúmen están llenas de confesiones, de cotilleos, de maledicencia sobre rivales poéticos y también de acuses de recibos de revistas, libros, artículos periodísticos y cartas. A Juan Ramón le encantaba que pusieran niños con su nombre: José Hierro lo hizo, y alguna otra persona más, menos conocida por mí, a quien el poeta agradece el detalle.

Entre mucho intranscendente para mí hay grandes frases y estupendas reflexiones sobre lo que es la poesía, amén de comentarios sobre los grandes poetas que él recomienda. Voy a elegír una muy apropiada a estos precisos momentos en el que el PSOE no deja de trasvestirse a gusto del fugado Puigdemont y sus compinches. Ayer acaban de "encontrar" un terrorismo como no atentatorio de los derechos humanos. Es de traca: ninguna de las piruetas sofísticas venía en programa alguno de gobierno, pero esta gente es capaz cambiar y matizar todos los días.

La cita de Juan Ramón Jiménez es de una carta que escribió en 1946 a un intelectual que además trabajaba entonces para el régimen franquista, quién había publicado artículos elogiosos de Juan Ramón Jiménez a pesar de haberse quedado en el exilio.

Yo, usted lo sabe, he respetado siempre todas las ideas, cuando son ideas, y  a todos los hombres, cuando son fieles a sus ideas. Lo que no he tolerado nunca, y me revuelve las entrañas, es la farsa, tan frecuente, el quita y pon indecoroso de tantos.

martes, 23 de enero de 2024

Nazarín, el quijote piadoso



He abandonado un par de libros recientemente a medio leer. No se puede, o no se debe leer cuando a uno lo enoja el autor, simplemente por decir "un libro más". Quizá para leer cualquier cosa haya uno de ser dócil y humilde, bendecir con la mejor disposición esas frases que alguien tuvo a bien en mandar imprimir, pero yo a veces tengo la sensación de que "se están quedando conmigo" esta expresión de mi juventud que venía a significar que alguien trataba de embaucarte, de estafar tu tiempo, que es tu vida, sin gracia, sin un motivo interesante para ti.

Esto se soluciona fácilmente con un Galdós, que siempre es un fino descriptor de ambientes donde se hablaba con amplitud e inteligencia, zarzueleramente: el pueblo queriendo apropiarse de todos los conceptos cultos, aunque no se supieran pronunciar todas sus consonantes.

Conciliado estoy con la literatura gracias a Nazarín, de quien hizo película Buñuel que nunca he visto y que próximamente veré para ver como lo enfocó. Resulta ser un libro de viajes de un hombre flaco por el sur de Madrid: un idealista de la bondad, que es un clérigo franciscano alucinado.

Alucinado porque se entrega generosamente a la humanidad que es una divina creación de Dios, despreciando acumular los productos de los hombres y confiando en la limosna que le proveerá el azar. Es un retador: reta a dios a que tendrá argumentos para convencer a los malvados y su reto también es el que dios le protegerá y le proveerá porque es bueno. Queda muy bien con nosotros como quijote, y seguramente queda muy bien también con las personas que querían reforzar la fe de los buenos. Con la realidad no queda bien, porque como Don Quijote, pierde. Y que cada cual saque la moraleja que más le conviniere a finales del siglo XIX. De cualquier modo en la Wikipedia recogen que  a D Benito Pérez no le dieron el Premio Nobel en 1913 por su anticlericalismo, pero esta novela podría pasar por proclerical. 

Es un Galdós, valor seguro. Aún me quedan en casa unas cuantas medicinas sanadoras suyas.

lunes, 22 de enero de 2024

¿te rindes?

 Los niños nacidos en los sesenta nos pegábamos, a buenas y a malas, a la salida de la escuela o en la escuela misma, en el patio, (yo me he pegado hasta en clase cuando no estaba el maestro). Era una forma de ser y no una aberración aunque habrá alguien que diga ahora que Franco y su nunca confesado fascismo, nos mandaba pegarnos. Yo creo que estaba en la naturaleza masculina. Ignoro lo que suceda ahora. Hace años yo preguntaba a mi hija si no se pegaban sus compañeritos entre sí, pero nunca me respondió. 

Puede ser que ahora los muchachos solo se peguen en clase de kárate: pagan por ser pegados y por pegar, con un adulto que les enseña y procura que eso no degenere en algo callejero. Nunca he entrado, no sé. Pero en Béjar donde vivo hay muy pocos niños.

La pelea e mis tiempo normalmente era agarrándose y no a puñetazos claros como sale en las películas del oeste, eso era pasarse y solía acabar mucho peor; además, te pegabas con quien tenías confianza, no recuerdo haberme peleado con nadie que no fuera de mi pueblo a pesar de que desde los 11 años fui a la escuela con muchachos de otros pueblos y de Ávila capital. Bueno, ahora recuerdo que con algunos de Ávila capital sí. 

Al final, cuando alguien tenía dominado en el suelo a otro o le mostraba su superioridad le decía esas palabras de ¿te rindes? Yo me he rendido varias veces aunque siempre ante niños mayores que yo. Olvidé cuántas veces se rindieron ante mi superioridad, pero una expresión de esa época era "yo a ése le puedo".

Afortunadamente los franceses en 1940 se rindieron a los alemanes y no convirtieron a París en Stalingrado. Es una ciudad demasiado bella para dejar que la machaquen y la rendición es ventaja que nos queda a todos los que amamos las bellezas que nos muestra la ciudad luz.

Considero que la película alemana más importante de las últimas décadas es "El Hundimiento". Uno vé como una locura el que no se rindan ya, Hitler no se rindió, prefirió la destrucción y el suicidio, como Goebbels y su mujer, que "suicidaron" a sus niñas. Es una manera machista o heróica de encarar las cosas. El rendirse, como hacían los perros perdedores en las peleas por la supervivencia, y como hice yo en mis luchas perdidas, significa allanarse, dejar de resistir, ofrecer el cuerpo a la clemencia del ganador que te ha superado. Incluso los perros se comportaban con ademanes femeninos para evitar más castigo.

Hitler no lo hizo, pero mucha gente quiso sobrevivir y tuvo que hacerlo. Se habló de las violaciones sistemáticas de los soviéticos sobre mujeres alemanas, (en la mentada película sale) hay que pagar un precio en orgullo por la vida cuando se está a merced.

Los palestinos no se rinden. Siguen resistiendo, es algo que no entiendo. Tampoco entiendo que nadie, de los que piden la paz y el cese de la destrucción en Gaza,(yo también la pido) les pida que se rindan. Por supuesto quisiera que los israelíes dejaran de castigar ya, pero ciertamente (a no ser que nos hayan engañado, quienes comenzaron la pelea y la siguen manteniendo son los de Hamás) no parece que quieran hacerlo a pesar del durísimo castigo que sigue recibiendo su pueblo.

No entiendo nada.

domingo, 21 de enero de 2024

Donde el corazón te lleve. Susanna Tamaro



Es posible que haya visto varias ediciones de este libro delante de mis narices en varios mercadillos al alcance de mi euro. Pero tengo una especial inquina a los superventas y lo habré dejado pasar diciendo ¡que lo lean otros! o más bien otras, porque podría conceptuar este libro como literatura femenina. Que es aquella de contenido marcadamente sentimental, que (además sucede en este caso) apela a filosofías orientales y horóscopos y es facilona de leer, aparte de ejemplar.

Pero ha sido muy interesante para mí hacerlo porque se basa en la experiencia de las relacciones malas entre madres e hijas, que nosotros estamos padeciendo en estos años. Verse reflejado en gestos, actos, dudas, es una compañía interesante para "llevarlo" menos mal, es un analgésico. Como somos muchos los que lo padecemos es un libro interesante para padres de adolescentes con larga, esperemos que no eterna, adolescentitis.

Ahí está el acierto y el éxito de este libro. Plasmar una realidad sociológica, hacerlo, con buena técnica literaria de tiempos y bien colocadas elipsis y condimentarla con detalles sentimentales de confianza de comadres.

Un excelente producto, con la duración justa y algunas buenísimas frases para subrayar, pero no pude hacerlo porque tuve que ir a una biblioteca pública a sacarlo.

los muertos pesan, no tanto por su ausenciencia, como por lo que entre nosotros y ellos no ha sido dicho.

Deseo que los que estéis en este trance tomeis el consejo de leerlo, aunque sea triste como la vida, es balsámico.

jueves, 18 de enero de 2024

Sin vergüenza

 En un país gobernado por sinvergüenzas de la mentira yo desnudo todos los días aquí sin vergüenza mi verdad. Quiero llamar la atención, seguir llamándola, no me da vergüenza decirlo. Mi hija, que tiene 23 años y que nunca ha leído mi blog, puede que algún día lo busque o alguien se lo haga encontrar. Creo que escribo, en gran parte, para ella. Son edades, en la veintena, en las que los hijos no escuchan a los padres, y como no me dio nietos (es un poco joven, aunque a su edad mi madre ya me tenía en la barriga)... me explayo aquí, luchando por vivir unos minutos en vuestras neuronas, que resuenen mis pensamientos y experiencias.

De joven escribía diarios, ¡qué pretencioso! Son infumables, aunque algo costumbrista se puede encontrar en sus palabras. Hoy escribo con la responsabilidad de poder ver  que me lee gente con fidelidad y además sé escribir y organizar mis pensamientos mucho mejor que entonces.

Otros cuando encuentran una pared blanca escriben a spray, con letras "urbanas", su mensaje o su firma. Puede que este blog no sea mucho más. Agradezco a la empresa blogger que me proporcione este lienzo folio o pared para expresarme, para mí es importante expresarme públicamente y me ilusiona que en el presente y quizá también en el futuro siga viviendo en alguien. Es un estímulo que alimenta mi existencia actual.

Ojalá mi hija me encuentre un día aquí. Aunque la dé vergüenza lo que contaba su padre.

Memoria y educación

 Tiene, parece, entre los educadores y políticos de la educación, mala prensa la memoria. O la memorística. Yo quisiera tener más y me molesta perderla. Ayer conversando por teléfono con un amigo no éramos capaces de dar con la palabra "aforismos". Tuvimos que recurrir a internet. Todo el mundo puede hacer esto así que ¿para qué fomentar la memoria?.

Yo me sé las preposiciones, y la tabla de multiplicar, y las provincias de España y los principales ríos, cabos y cordilleras. Creo que así debe ser. Además la sociedad lo valora. Por las tardes hay muchos programas de cultura que apelan a la memoria. Yo suelo entretenerme con "El Cazador" y admiro a sus protagonistas. No me cabe duda de que ejercitan la memoria todos los días, repasando contenidos, listas, detalles, cronologías... Si no hicieran eso de repasar todos los días, pensaría que hay tongo. Antes los tenderos sabían lo que costaba todo lo que había en su tienda y hoy lo sabe solo una máquina que escanea los códigos. Antes nos sabíamos un montón de teléfonos hoy solo nos sabemos el nuestro. 

Los concursantes pertenecen a mi generación y no me parece que estén tarados, sino todo lo contrario. La educación lleva consigo saber algo más de cultura general, poder decir las palabras adecuadas, no simplemente goglear. La memoria es una capacidad apreciable y atractiva. Debemos sabernos algo más que nuestro Documento Nacional de Identidad y el nº pin de nuestra tarjeta.

La memoria siempre ha sido una prueba del conocimiento y de la capacidad de saber, de la integencia en general, y su ejercicio hasta ahora no se ha demostrado que sea nocivo para el intelecto. Los jugadores de ajedrez conocen muchas partidas de memoria, los políticos se recuerdan unos a otros sus promesas anteriores. Siempre se dijo que el saber no ocupa lugar, aunque pueda ésta ser una frase polisémica.

No debemos delegar toda nuestra memoria en las máquinas.

martes, 16 de enero de 2024

CASA DE PUTAS

 Como a la droga ilegal siempre he hecho por no arrimarme. En mi adolescencia  abulense vivía cerca de una que se llamaba El Arco. Siempre pasaba por la acera de enfrente no fueran a echarme mano aunque la curiosidad me llevaba a intentar mirar si abrían la puerta, pero a lo sumo llegué a ver clientes, y también deduje que las trasladaban en un gran taxi con dos filas de asientos traseros que paraba mucho por ahí. Alguien me dijo, en otro momento, que así renovaban el "ganao": se entiende que a los clientes les gusta variar y por eso cada tanto movían a las empleadas de localidad intercambiándolas por otras.

Por seguir contando, una vez yendo en un coche a una oposición a la ciudad universitaria de Madrid, como llegábamos con tiempo de sobra, el chico que nos traía nos dio una vuelta, a título ilustrativo, por un parque grande donde todavía se exhíbían africanas altísimas (sería un domingo por la mañana a las siete y media u ocho). Eso parecido también lo vio mi familia en algunas rotondas de la provincia de Tarragona a plena luz del día, y otra vez, que mi mujer y mi hija miraban en las tiendas de zapatos de la calle La Montera de Madrid, me entretuve en identificar cuáles eran de entre las chicas que estaban allí paradas.

Ahí se acaba mi conocimiento directo de esa profesión. Sé indirectamente mucho porque es una profesión muy literaria, muy tanguera, Silvio Rodríguez les dedicó la canción Flores Nocturas que yo he llegado a cantar, y decenas de cuentos y películas.

En dos ocasiones que trabajé en la Oficina de atención a las víctimas del delito en Ávila tuve miedo de que se me presentara el caso de que alguna de estas mujeres se escapara de un sitio de estos donde la tuvieran cerrada, (siempre suele haber rejas en las ventanas, entiendo que para esto) y yo hubiera tenido que buscarla un piso de acogida y no recuerdo más medidas que contemplaba el protocolo que mejor me estudié sobre lo que tenía que hacer allí. Afortunadamente no me tocó justificar mi sueldo con un asunto tan peliagudo (aunque lo hubiera sacado rendimiento literario).

Sobre el comienzo de esta profesión se cuenta una historia clásica: Un chulo, hombre atractivo y experto, sondea el terreno entre las adolescentes más desprotegidas; consigue engañar, enamorar y desflorar a una de ellas y luego, mediante más engaños, encerronas o por pura violación, logra que se la tire un compañero, después la convencen de que "quien hace un cesto hace ciento" y que hay muchas mujeres que no tienen inconveniente en venderse por dinero. El problema capital es que la primera mentira tragada encadena muchas más mentiras, de manera que al final da igual la moral y todas los otros valores. Lo mismo sucede con la cleptomanía, los atracos de bancos, o de viejas, la droga o a los propios usuarios de las casas de putas que terminan viéndolo como lo más normal del mundo.

Y así sucede con Pedro Sánchez, que cada vez las mete más gordas, cada vez consiente que sus putillas se dejen más y con peores y más feos clientes, porque la gente que le tragó la primera mentira le traga también las segundas, y las terceras y todas las demás. En el momento político actual hay chulos, putas vocacionales, gente que mira desde la barra tomando un cubata, madames, mucho dinero y sobre todo mucha explotación de gente desprotegida y engañada que no sabe cómo salir de aquello y sigue dejándosela meter por cualquier sitio, porque las perversiones de la mentira y del sexo pagado rizan el rizo hasta extremos inconcebibles para gente "normal" lluvias amarillas, besos negros..., me da asco seguir, eso que antes salía en los anuncios por palabras de los periódicos.

Ahora altisonantemente tratan de poner puertas al campo (a los móviles) para que los niños no vean pornografía: pura cortina de humo para disimular que también tratan de ammistiar a una tal Laura Borrás y a la familia Pujol.

Pobres putas engañadas por un guapo chulo.

lunes, 15 de enero de 2024

Llueve extrañamente

 Con una agradable tibieza, desacostumbrada en el mes cúspide del invierno. 

Hace décadas que no dudo del cambio climático. En Enero no he conocido tan claramente que se aguara la fiesta de la nieve, los esquiadores tendrán que buscar en otras latitudes, porque la sierra de Béjar ya ayer fue lavada; hoy bajará el río bravo porque estará rebañándola.

Ayer por la noche, sobre la una, entré en la parte de mi casa que no tiene calefacción y había vaho por fuera. Abrí para que entrara calor y aproveché para limpiar los cristales de ese lado, ¿era enero?

Sé que el cambio es inexorable, (debería plantar naranjos en mi huerto; no puedo hacer otra cosa que aprovecharme de esta nueva realidad). Porque se supone que será catastrófica: sequías, diluvios, trastocamiento de la agricultura, calores malsanos.

También soy consciente de que la humanidad poco puede hacer ya, y aunque pudiera, los occidentales ya la jodimos y los demás quieren seguir jodiéndola, ahora que pueden, para disfrutar su parte en el progreso material... 

Tengo el coche aparcado desde el 17 de diciembre, presumo de ello. Sin embargo, cuando vuelvo de correr me ducho,(con agua caliente) y los pasados días, que ha hecho el frío propio de la estación, ponía la calefacción para que me acompañara al salir del cuarto de baño. Sé que el mundo no puede permitírselo, pero yo lo doy por perdido y tampoco quiero cogerme una gripe. 

Estoy con dos jerseys en casa, con gorro en la cabeza. Ahorro más que otros, un poco por no sentirme culpable de lo que pasa, y otro poco como un placebo de conciencia. 

domingo, 14 de enero de 2024

Padre

Y por amor a la memoria llevo sobre mi cara la cara de mi padre. Yehuda Amijai 




Pronto cumplirán los dos años de la muerte. Su figura, su vida y obra, su presencia, están conmigo como un aura. Me siento su heredero, su continuador, -su único continuador-, uso su ropa, hasta los calzoncillos y camisetas que estaban en buen uso sigo usando. Me miro en el espejo y él me mira, y me ve con su chaquetón o sus jerseys, pero a veces no llevo nada puesto y me veo en él. He sublimado su vida, me gustan sus palabras, y sus refranes me parecen los más sabios y oportunos; he olvidado sus comentarios reiterativos hacia personas y sus machaqueos argumentales. En la última época hacía conmigo de padre-abuelo; me sentaba con él y él me contaba. Ya me sabía sus cuentos pero no le interrumpía. Parte de sus historias van en mi novela; esa que, salvo milagro, no verá la luz. Hice por acabarla el mismo año 22, antes de septiembre para enviarla a concurso. Era una necesidad.

Siento que le honro, y que debo honrarle: honrar su memoria. Me gusta más que nunca que me reconozcan "Ah: tú eres el (hijo)grande de Librado" y me pone la guinda si continúan con un "te pareces a él". Ahora mismo he sonreído, como sonrío cuando alguien me dice eso, respiro por la nariz, lo saboreo. Mi madre a veces se confunde y me llama Librado, a veces se confunde más  y se refiere a mí como si fuera él: "esto lo compramos" "a éste le paraste los pies" y me atribuye a mí cosas que ella hizo con él o que hizo él.

Es un sentimiento pseudorreligioso el que tengo, como si fuera un apóstol de mi padre. Nunca creí que tuviera esta devoción, que es irracional, lo confieso, también confieso que la hubiera rechazado en todos los momentos de su vida, pero ahora hincho mi pecho de orgullo, y de ternura.

Siempre le he respetado, y siempre -sin baboseo; somos muy castellanos los dos- le he querido, aunque para escribir ahora "querido" necesite yo haber hecho esa salvedad.

Soy Librado, no es que hable nunca con él pero siento la responsabilidad de continuarle, de seguirle mereciendo. Siento que vamos de la mano, como cuando yo era niño, como la última mañana que se le escapaba la vida.







viernes, 12 de enero de 2024

Tengo un montón de Goytisolos en casa


 

Lo bueno es que ya están la mitad leídos, algunos fueron intentados y rechazados en el primer abordaje, aunque pendientes de nuevas intentonas.

Goytisolo es un escritor de prestigio. Mi amigo Luis Represa tenía una foto suya en un altar bibliotecario de casa de sus padres y solo tenía altares para él, Vargas Llosa y Cortázar. Es un gran escritor del idioma, no lo dudo, aunque gira más de lo habitual en torno a sí mismo.



Estoy muy decepcionado con Señas de Identidad, su supuesta obra maestra. Tiene episodios, descripciones, ideas buenas, pero el autor es abusón. Me molestan mucho los escritores políglotas que creen que, ya que ellos consideran imprescindible un idioma, (por algo se molestaron en aprenderlo) los demás tenemos que entenderlo y asumirlo como parte de la obra que nos venden. ¿Os acordáis de que el comienzo de "los reinos de taifas " trataba de una reunión de intelectuales franceses para aorganizar un atentado contra Franco?. Pues aquí nos lo cuenta en extenso, pero nos transcribe toda la conversación en francés sin traducir, tan solo breves comentarios en español: tres o cuatro páginas con tres o cuatro breves párrafos en el idioma en que está escrito el libro. Menos mal que yo estudié francés hasta los 18 y me ha interesado seguir un poco a rachas con ese idioma, que si no no hubiera pillado nada. Puede ser un fallo del editor que ha decidido que si leemos a Goytisolo y él lo escribió en francés, no tiene que perder tiempo y papel en traducírnoslo.

Otro abuso es una parte en cursiva que trata de las supuestas anotaciones  del seguimiento de unos policías a un grupo de maquis o de conspiradores contra Franco, y lo hace exhaustivamente también, al principio me lo leía, pero después me lo he saltado. Es lo peor que le puede pasar a un libro: que ignores el trabajo de su autor, que lo consideres tan estúpido y nocivo para tu lectura que desprecies su contenido, con lo duro que es escribir. Me quedan cien páginas y estoy detenido; no cojo ritmo a diferencia del anterior libro, me desanimo y me siento un poco estúpido ante vosostros por haber alabado tanto Los Reinos de Taifas. 

¿Seré ciclotímico?

Quizá lo que sea es exhibicionista: voy escribiendo todo lo que se me ocurre y lo poco que me ocurre, con una subjetividad exagerada. Pero la vida es así, personal. No soy partidario de desrecomendar libros, de verdad que no lo haría si no me pareciera que antes me había pasado con los elogios.

Os debo una.

miércoles, 10 de enero de 2024

¡No quiero sufrir!

Hay decenas, cientos de películas, en las que dices al protagonista: no te metas ahí, no vuelvas a jugar, no aceptes ese trago que vuelves a la bebida, no vuelvas con ese hombre... Yo, como mi compatriota Don Quijote en el Retablo de Maese Pedro, tengo gran capacidad de imaginación, de compasión, y me meto a sufrir con los personajes como si fuera cosa mía, y sufro. Soporté "La Lista de Schinler" la primera vez porque la vi en el cine y no podía salirme. Después no puedo continuarla, me pasa lo mismo con películas de jugadores o de bebedores "Días de vino y rosas", ejemplo entre muchos. Sufro y, aun reconociendo que son obras maestras, me alejo de ello porque siento heridas en mi alma.

Otros quizás se digan, es una película, les pasa a otros y miran. Quizá hasta salgan reconfortados tras una película de miedo o de tragedias. 

Pero esto no es una película: el presidente del gobierno y todos su secuaces se están cargando España. Ese yonki del poder regala, desmembra, humilla su cargo y a nosotros sus representados con él, y no tiene tope, es adicto. Podría ser hasta una venganza "sus vais a enterar por no votarme". No hay quien le pare. Está en manos de su dependencia y depende de Tartufo, del estúpido visionario que quiso independizar a Cataluña ocho segundos, y consiguió que se fueran por su propio pie, despavoridas, un millar de empresas a otras partes de España. Ahora, entre otro paquete de medidas, parece que los españoles nos gastaremos dinero en subvencionarlas para que vuelvan o en ponerles multas por no hacerlo. No quiero saber más: ayer aprobaron unos decretos leyes, una figura excepcional que se aprueba enterita sin parlamentar ni enmendar, prevista para caso de extraordinaria y urgente necesidad, pero que este yonki necesitaba para seguir. 

Huyo de las noticias, de las caras, de las mentiras y las rementiras, es una tragedia para mí que creo en España; procuraré mirarlo de lejos, como aquellos que van a ver una película de terror para reírse de lo mal hechos que están los trucos, o para decirse eso les pasa a otros. Solo deseo que se acabe la película y que salga la gente del cine para volver a recoger lo que quede de España y reconstruir lo que podamos.

Sigo gritándolo con mis banderas; no hay muchas en Béjar, espero que la gente se esté dando cuenta de la enfermedad que tenemos a los mandos.

martes, 9 de enero de 2024

Compruebo que soy pasado

El hecho de comprobar, de revisar, de reflexionar, ya supone columpiarse en la melancolía. Es lo que prefiero, no me acuso de ello, soy un hombre que básicamente recuerda.

Escribir no es otra cosa que "apuntar" algo  para que no se olvide, porque merece la pena recordarlo, aunque mientras se escribe no se vive: se vive de recuerdos. 

Si nos ponemos  a pensar en algo tan simple y directo como la retransmisión televisiva de un partido de fútbol nos daremos cuenta de que es algo contemplado desde el inicio como recuerdo: las jugadas que repiten para ver si el balón dio en la mano o si estaban fuera de juego, son recuerdos; en ese momento se está "viviendo" otra cosa viva en la vida del partido. No digamos cuando meten un gol y lo repiten, y lo repiten, y lo repiten. Y además lo "apuntan" en el marcador: para que no se olvide.

Ayer estaba yo leyendo "Señas de identidad" de Juan Goytisolo entonces el relato pasó por una feria, por un campo de atracciones mareantes, y yo me colgué de mis recuerdos. Recordé que a los catorce años me llevaron a vivir a Ávila y paseaba solo por la ciudad, por un recinto donde estaban colocadas las atracciones. No tenía dinero, simplemente miraba los coches chocones o la gente que subía y bajaba de la noria. Recuerdo escuchar retumbando un extraño espectáculo "el hombre más pequeño del mundo". Los altavoces lo repetían y el hombrecillo debía estar allí, aunque nunca le vi. Debería haber entrado a verlo pero mis cinco duros semanales eran para un viaje en los coches eléctricos. Yo buscaba amigos, y buscaba novia: donde más podía acercarme a alguien era en los coches chocones mirándolas y hasta chocando con ellas. 

Las lecturas literarias tienen esa virtualidad, uno las imagina y las viste de  imágenes con sus propios recuerdos, y en esa faena de imaginar uno puede zambullirse en la propia existencia. Entonces paré la lectura y me puse a escribir, como el ordenador lo tenía mi mujer, tuve que echar mano de una libreta, aunque ya no me reconozco escribiendo a mano. ¡Alguna cosa buena tendría que tener el presente!

Pero no; el presente es antipático para un sesentón, carece de esperanza, ya fueron gastados sus cartuchos hace mucho tiempo. Mis actrices atractivas, las que pueden excitarme, son Sofía Loren Marilýn Monroe, Victoria Vera, Laura Antonelli... no me excitan las actrices jóvenes, es lo que lleva consigo haber tenido una hija que se hizo mujer, que todas las jóvenes me producen desde hace tiempo una sintonía incestuosa, las veo como niñas recrecidas, como ella. Y me da repelús, como conté hace un par de artículos.

Recogí una vez de un contenedor de papel una colección de postales viejas con los colores muy subidos, alguna vez miro estos tesoros en los que salen viejos modelos de coches, que antes aparcaban en todos los sitios que ahora son peatonales, y están con la matrícula sin pixelar. Hasta esto me gusta más que lo que ahora sale por la televisión, niños pixelados, matrículas pixeladas. Este año cumplirá diez mi página de Facebook "Fotos antiguas de Cardeñosa". Ha sido una hermosa oportunidad de recordar para mucha gente, y parte de mi vida en este tiempo ha circulado por ahí, reviviendo, pero puse una regla: hasta el año 2.000, esa fecha que era el "futuro" cuando se hicieron aquellas fotos tan hermosas y evocadoras. Y el futuro no me gusta.


lunes, 8 de enero de 2024

Yo debía de saberlo

 


Viví los primeros catorce años de mi vida alrededor de este magnífico edificio. Allí me bautizaron y allí recuerdo haber ido todos los domingos y fiestas de guardar, además de muchas tardes de rosario, viacrucis, flores de mayo, novenas de difuntos y temibles minutos de confesión y penitencia.

La vida de mi pueblo giró siempre alrededor de este edificio: bajo su arco entraban, entonces, que estaba todo el día abierta, personas a misas diarias, o a hacer una visita al santísimo, pero los domingos era la misa mayor, la fiesta principal donde en este recinto se congregaba la multitud muchos minutos antes de empezar, para ver y dejarse ver, para comentar y para ver desfilar los trajes y vestidos de domingo. Porque entonces se vestía de diario, con cualquier cosa remendada; y de domingo, con las mejores galas y los más lustrados zapatos. Entraban los novios a hablar con el cura y, después de los plazos de amonestación ella entraba de blanco del brazo de su padre o padrino en el día más glorioso de su vida.

Hoy, salvo en los entierros y en las fiestas señaladas de las cofradías, entra muy poca gente. Las octogenarias suelen quedarse ya a ver la misa por televisión y no sé si existe gente por debajo de los sesenta que acuda al sacrificio dominical. Hoy vienen párrocos ambulantes, de diversos colores y nacionalidades, mientras que yo solo tuve a Don Macario que echaría sus buenos 30 años viviendo en la casa curato que hay al lado; huelga decir que nos conocía a todos directamente y por confesiones ajenas. Un día escribí un relato sopesando el inmenso e interesantísimo saber que se han llevado los curas católicos a sus tumbas.

Hoy no sé que porcentaje de españoles se confiesa, no sé si alguien se confiesa en este edificio. Perdimos el sacristán que tocaba y así limpiaba los tubos de su órgano,  y los curas foráneos no dicen nada en el sermón (si es que lo dan) de los sucesos del pueblo porque todo lo desconocen, antes entre líneas se colaba alguna vez algo, que luego era objeto de comentario en los corros de la salida. Habrán desaparecido las catequésis y la iglesia entera se va muriendo con sus muertos.

Pero yo esto debía de saberlo. En medio del campo de mi pueblo desde hace siglos estuvo este arco desnudo, equilibrio esquelético de otras vidas que vivieron alrededor de su iglesia y que desaparecieron como haremos nosotros acosados por tanta melancolía y desesperanza que nos aborda en la tercera edad.



domingo, 7 de enero de 2024

Miguitas de pan

En un par de cuentos clásicos los niños que se adentran en el bosque prevén que es posible que la memoria les falle sobre cómo volver a casa. La memoria es confundida con la vida que se vive después, luego apreciamos mucho recuperarla en el momento que nos interese. Las huellas en las cavernas, los dibujos, la escritura, los cuadros... queremos aprehender lo que fuimos o tuvimos, lo que visitamos, recuperar el camino mediante miguitas que, a veces, se comen los pájaros o remueve el viento.

Hace mucho más de un siglo que se inventó la fotografía, que se extendió y popularizó lo suficiente como para llegar al pequeño pueblo de Cardeñosa donde yo nací. Se guardaron miguitas de pan de mi vida, y de las de mis padres y abuelos; hasta de mis bisabuelos tengo  alguna foto. Un día de 1992 me compré una cámara réflex y después muchos carretes, algunos en blanco y negro, y de diapositivas también el mecanismo obturador de la máquina se atascó en 2007 cuando ya teníamos una pequeña cámara digital de foco fijo.

Con lo digital comenzó la hemorragia caprichosa de fotografiarlo todo de todas las maneras, el gratis total, y el dejar de "pensar" cada foto. Pronto aparecieron los problemas de almacenaje digital en el ordenador, entonces llegaron los pendrives o "pinchos" pero también se saturaban, sucedía que las fotos cada vez tienen mayor resolución y ocupan más espacio en los aparatos de almacenaje. Antes de eso tenía ya muchas almacenadas en disco compacto, aunque útlimamente adquirí un poderoso disco duro externo donde acumulo cada vez menos fotos nuevas, porque sinceramente, no sé si alguien las mirará. Cierto es que también se me estropeó recientemente el objetivo de mi cámara réflex y ahora hago fotos con otras cámaras menores y limitadas, de la casi decena de las que he tenido desde que me falló aquella cámara de película con la que dejé las miguitas más importantes de mi vida, la primera niñez de mi hija.

Con las fotos me ha pasado lo que con los libros de lance: tengo muchos más de los que puedo disfrutar y a nadie más le interesan tanto como me interesesaron a mí al adquirirlos.

Si queréis, entendedlo como una fábula sobre la acaparación. El bosque se ha llenado de tantas miguitas de pan que no se encuentra bien el camino de la memoria.

sábado, 6 de enero de 2024

La homosexualidad de Juan Goytisolo

En este libro de los reinos de taifas, que vienen a ser una perversión maldecida de la unidad de los reinos musulmanes españoles que propició la flojera moral y la decadencia militar y el avance de la reconquista cristiana; la "debilidad"  (Goytisolo no explica el título: así lo interpreto yo) se revela su homosexualidad.

Un intelectual que vive de ello en París, que tiene una amante omnipresente, Monique, con la que convive maritalmente, exiliado social y politicamente de una España a la que nunca volverá, y eso que ha muerto hacia 2020, superados todos los franquismos y posfranquismos, a pesar de su manifiesta y declarada españolidad vivió y termino muriendo en el extranjero.

Lo más destacable de la segunda parte del libro de las taifas es, aparte de la narración de un irónico viaje propagandístico que le regala la Unión Soviética para que descubra y propale las conquistas del comunismo, su afianzamiento en el deseo homosexual. Parece haber tenido experiencias juveniles en este campo de la sexualidad, pero las lleva enterrando en carnes femeninas, conquistas y prostitución, hasta que aflora un momento en el que se siente fuertemente atraído y, probablemente porque no tiene reparos o refuerzos educacionales o religiosos contra este deseo, sucumbe a él.

Se enreda sexualmente con un obrero magrebí, precario inmigrante sin asentar, a quien, en París, lleva y trae a hoteluchos a gozar con él. Se trata de un puro goce físico, el autor no revela experiencias culturales con su mancebo, del que dice que habla un atascado francés. El autor se explica francamente: le interesa esa raza, esa musculatura, esos gestos, algo preintelectual. Después se acercará a la cultura turca por lo mismo. Aunque no nos lo diga le atormenta no por el hecho en sí; le atormenta porque no es capaz de decírselo a Monique con quien mantiene una relación libre y abierta, él se encela de los escarceos -siempre masculinos- de ella, lo que le aboca más adonde quiere ir. Pero Goytisolo ha seguido consumiendo prostitución femenina, fallando en dos de cada tres intentos, según confiesa. A su mujer le gustan los ambientes homosexuales masculinos pero el escritor tiene miedo de que no soporte su empichamiento (la palabra es mía no de él) con Mohamed.

Supongo que Goytisolo durante el periodo en que no es abiertamente homosexual trata de darle oportunidades a su parte masculina reforzándola mientras que "el cuerpo" le pide machos, porque le gustan muy masculinos, con la testosterona hasta violenta. No llega a explicar la mecánica concreta del dante-recibiente, pero me da la impresión de que le atrae más lo segundo.

Yo estoy educado en que el culo es "pa cagar" además de una hermosa parte anatómica de la mujer, más culona; en mí es una parte vulnerable, que hay que defender, con la que no se juega, eso de ser un "daoporculo" es de lo peor que se podría llegar a ser. Mariquita o maricón, son insultos que asimilé como despreciables ya en mi preadolescencia y para mis adentros personales e íntimos no ha cambiado mucho por muchos ministerios de igualdad que los alienten.

Mi acercamiento al conocimiento sexual fue con muchachos de mi pueblo, niños todavía, "picha española no mea sola" Uno no sabía cómo eran las de los mayores, también trataba de espiarlos, pero sí cómo eran las de los niños que meábamos donde nos apetecía. Mi pueblo además está rodeado de arbolados y berrocales donde encontrar fácilmente intimidad, y, como todos los pueblos, estaba "rodeado" de afueras. Allí jugábamos a los pistoleros, o hacíamos cabañas, o nos reuníamos a fumar, sin tragarnos el humo, los cigarros clandestinos que nos compramos. El primero que compré yo ¡por cuatro pesetas veinte cigarrillos! menos de tres céntimos de euros actuales, fue un paquete de Peninsulares, feo tabaco negro sin boquilla.

En esos escarceos adolescentes nos contábamos historias picantes de primera o segunda mano: a alguien le habían pillado, alguien había oído una conversación de mayores, alguien había espiado a una mujer mear, a una pareja de novios, y los hombres mayores la tenían "negra" ignorando en cuál momento cambiaba de color.  De niño la tenemos rosita, no dí cuenta cuándo me cambió. Aparecían los pelos, las erecciones, algunos precoces se masturbaban y llegaban al clímax y otros manifestaban el "ya me viene" ya tenían semen. He participado en masturbaciones colectivas pero cada uno tocándose la suya, que lo otro son mariconadas,  sin derramamiento porque todavía no tenía ese poder, ni tampoco clímax.

Pongamos que me estrené trepando a una portería de baloncesto.

Pues así se forjó mi coto sexual: el oscuro objeto de deseo estaba en el centro de la mujer y llegar a ese conocimiento, a esa conquista  y a ese éxtasis sería una de las principales motivaciones de mi adolescencia. La cuestión de la retaguardia estaba clara. Veíamos a los perros engancharse con las perras después de demostrar virilmente frente a todos su derecho, y nadie quería o parecía querer ser la pasiva perrita.

En estos tiempos adolescentes, por lo que se ve, (y se ve) hay muchos más bisexuales que heterosexuales, nadie se priva. No está anatematizado, el sexo fluye naturalmente y los jóvenes de ahora caen donde quieren sin tormentos religiosos ni estigmatización social. Es la curiosidad y el esnobismo lo que domina o es que todos tenemos una pulsión general sobre el acercamiento y el roce.

Yo me lo vedé en su día y nunca me he acercado ni de pensamiento a ese despeñadero o a ese yacimiento de sensaciones. Fue así mi educación: es irracional, de acuerdo. A lo mejor a los sesenta me lo confieso y cambio, pero dudo mucho, no siento atracción o, en un prepensamiento, rechazo sentirla.

Incluso me da asco todavía ver besarse a dos tíos, no lo soporto ni en el cine ni en la televisión: será una especie de "vade retro Satán" pero me es desagradable, por lo que cambio de canal. Literatura manifiestamente homosexual también he leído muy poca. Recuerdo "Antes de que anochezca" la tortuosa vida politico-sexual del cubano Reynaldo Arenas, que era un "recibiente", y decía que se lo hicieron muchos orgullosos "dantes" que se creían muy machos, incluso más machos por hacerlo de esa manera y no desaprovechar la oportunidad de meterla en caliente.

El libro de Goytisolo no es explícito en los mecanismos concretos pero sí es muy sincero en cuanto a sus pulsiones, que ya digo son asumidas con racionalidad ante nosotros, aunque tuviera que confesárselo por carta y poniendo tierra de por medio a su compañera intelectual y sexual Monique, con la que se casaría quince años después.

No sé si yo me habré perdido algo interesante en la vida, pero tampoco creo que ya vaya nunca a Australia ni a Asia, que en principio me atraen más que abrir alguna puerta trasera o rebozarme con alguien con aristas, musculoso y peludo. Me da repelús. Además llevo más de un año conviviendo con una almorrana cada vez más molesta y exigente con lo cual temo que tenga que abrir la puerta trasera a un frío bisturí.

El libro está muy bien y voy a tratar de leerme todo lo que tengo de Goytisolo, que no es poco.


jueves, 4 de enero de 2024

Juan Goytisolo, "En los reinos de taifa"



 Me encanta leer con rapidez: que me lleven en volandas. Pasar hojas sin temor de no estar enterándome de todo. Seguro que a todos los lectores nos pasa, aunque a veces necesitemos lecturas pausadas llenas de volutas, de prestigio y de detenimiento para saborear.

Gran prestigio y lecturas dificultosas he experimentado como impresión de Juan Goytisolo, el único español que tenía mucha relación con el boom: fotos, manifiestos y París. París. París.

Este líbro autobiográfico no puede ser más apasionante: comienza con una reunión de intelectuales planeando un atentado contra Franco en una corrida de toros; alguien lo veía fácil. Iban a tratar de arreglar el mundo de otra manera pero ésta les pareció urgente a finales de los años 50. El libro se publica en 1986 once años después de la muerte de Franco y cuatro antes de la caída del imperio soviético. En este tiempo Goytisolo pudo romper estrepitosamente con el faro ideológico estético de la revolución cubana, abunda pormenorizadamente en los entresijos del caso Padilla y también había ido desencantándose progresivamente de las "democracias populares" del Este.

Por lo demás es un libro entretenidísimo: cotilleo de alta alcurnia en el París donde pasaban los que querían serlo todo, y pasan Heminguay y Camilo José Cela, y por allí están Sartre y Simone de Beauvoir, y Camus, entreverados con manifiestos políticos reuniones alcohólicas y mucha tramoya estéril de Carrillo, Semprún, Pasionaria, Claudín y sus rupturas políticas.

A este Goytisolo, que  era como un gran embajador del antifranquismo en el París de la "gauche divine", le secuestran la cinta de una película documental que iba a estrenar en un festival de Italia sobre las miserias de Almería y se la reeditan y manipulan y la pasan por la televisión española. ¡En vaya cosas se entretenían los servicios secretos de Franco!

No obstante él entra y sale de España, a quien encarcelan por poco tiempo es a su hermano Luis, eso sí a él le miran el pasaporte al trasluz y le boicotean. Se aleja de muchas reuniones estériles a partir de entonces. La impresión que da (a toro pasado) es que él sabía que no se podía hacer nada importante y que Franco moriría en su cama. 

Otro capítulo apasionante es el de su relación con Jean Genet cuyo nombre me suena aunque desconozco absolutamente su obra, pero he de reconocer que ha despertado mi interés.

Es un libro entretenido que se me cruzó mientras estaba leyendo al superesteta Gabriele D'Annuncio, que llena hojas y hojas sin que haya casi historia ni acción.Aparcado lo tengo y sin muchos ánimos para volver a esas inmersiones poéticas.

martes, 2 de enero de 2024

Apestosa música de fondo

 No sé si pasará en todos los países, pero en el mío llevamos unos cuantos años con música de fondo por doquier. Es agradable cuando para un documental de crías de animales componen una música graciosa. No dudo que una música heróica realza algunos paisajes espectaculares, o que puede dar un ritmo agradable a un documental de fabricación de cosas. La música de guitarra flamenca también ha acompañado brillantemente las faenas de tauromaquia.

Pero, por favor, las entrevistas son para entender lo que te dicen, para apreciar la voz del entrevistado, y para oír con claridad, algo que a un sordo como yo se le complica mucho con esta estúpida moda que sucede no solo en la televisión, sino también en las radios.

En España los bares tenían puesta la televisión o música de fondo para que la gente hablara, y terminábamos casi gritando, salíamos con la cabeza "hecha un bombo" y todo era para que la gente se animara a hablar con una supuesta intimidad enmascarada con el sucio ruido.

No lo entiendo. Hace años que no voy a bares.

No me importaría que en el próximo debate del congreso pusieran música de fondo a los que nos gobiernan o se oponen, pero no: ahí quieren que se oiga bien clarito lo que dicen.

Sigo sin entenderlo. En todo caso quiero dejar claro que a mí me parece una falta de respeto a la letra y a la música.

https://www.rtve.es/play/videos/a-fondo/julio-cortazar/1051583/

así me gustaban las entrevistas a mí.

Símbolos

 Parece que Hitler estaba aterrado porque pudieran hacer con su cuerpo lo mismo que con Mussolini. Este siglo hemos visto algo así con la cabeza de Gadafi. Un cuerpo muerto es un símbolo y como termine de vilipendiado es lo que queda como recuerdo último; las personas obsesionadas por su imagen saben valorarlo como nadie. Greta Garbo se retiró del cine muy pronto y no consintió que el paso del tiempo estropeara su imagen ante el público.

En lo que se llama el "resto" de España la imagen de Pedro Sánchez y su gobierno está muy deteriorada. No sé si se habrá incrementado su aprecio en Cataluña y las Vascongadas; lo dudo, pero caso de que fuera así no creo que compense todo lo que ha perdido por aquí.

El activismo sonoro y visual contra Sánchez no ha cesado de manifestarse frente a la sede de su partido. Seguramente muchos se han conocido allí, quedan, ligan y sienten  que hacen algo contra este traidor a su palabra; todos los políticos lo han sido, lo son y lo serán pero a mi modo de ver como éste ninguno.

 La noche de fin de año que es costumbre reunirse para pasarla juntos en un ambiente festivo. Mucha gente eligió seguir haciéndolo frente a la sede del PSOE y alguien, para animar la fiesta llevó una efigie del presidente del gobierno con la nariz de Pinocho. El símbolo fue escarecido y maltratado para goce de los asistentes y de las cámaras de los periodistas, y creo que el asunto está en manos de la fiscalía, y ha sido condenado por los portavoces socialistas. (nadie se ha quejado en nombre de Pinocho, que yo sepa)

No creo que tenga mucho recorrido judicial porque ya hace tiempo se quemaron en Cataluña efigies del Rey que es un símbolo constitucional de mayor rango, y se resolvió que eso estaba dentro de la libertad de expresión.

Este sesentón no gusta de estas manifestaciones chuscas, (y por quien más lo siento de por Pinocho de quien vi películas hermosísimas durante la infancia de mi hija) por eso escribo, por eso mostré por la calle mi bandera y la sigo teniendo en mi ventana: es un símbolo para que la gente recuerde que me parece muy mal y estoy dispuesto a cargar con las consecuencias sociales de seguir sosteniendo mi afirmación.

El que Sánchez y sus mentiras sigan siendo protagonistas de las fiestas, y quizá de la imagen de España en el exterior como un Mussolini machacado, es algo que conviene a mi causa y creo que no interesa a la de los actuales socialistas que deberían intentar que el fuego se extinga en algún rincón oscuro de la desmemoria.


lunes, 1 de enero de 2024

Hoy es mi sesenta cumpleaños.

 

Aunque faltan casi nueve meses para que se cumplan los sesenta desde mi inscripción en el registro civil, efectivamente hace sesenta años que soy un ser vivo: un espermatozoide recién anidado (qué bonita palabra) en un óvulo, escogido frente a los demás hijos que pudieron ser de mi padre, mi madre solo ofrecía uno para ser fecundado. Nunca me planteé esto a principio de año, tan solo era un rechazo a mi cumpleaños oficial que no he gustado de celebrar porque me parecía un acto demasiado individualista, porque yo soy un ser social, un zoon politikón que diría Aristóteles, me gusta más sumarme a los recuerdos colectivos y reflexionar sobre los muertos y sucesos que han acaecido en España y en el mundo. 

Sesenta ya es el carismático comienzo de la tercera edad: de uno a treinta, de treinta a sesenta y de sesenta a noventa, si hay suerte de llegar en condiciones de relativa independencia hasta la cuarta.

A los sesenta el vigor da miedo; da miedo emplearse físicamente a fondo en cualquier cosa, es como si la experiencia le enseñara a uno a ser reservón, conservador, a enrocarse, agazaparse. Hasta ahora había tenido capacidad para hacer nuevos amigos, pero ya no sé si con la vejez se podrá, quizá me haga prudente al hablar y piense en las consecuencias e incomodidades de lo que diga: ya sé que toda medicina tiene sus efectos secundarios y todas las amistades los han tenido.

Creo que atesoré bastantes libros, tierra, casas, películas, partituras, fotografías, viajes. Aunque descubro maravillas y hasta ahora todavía gocé con el entusiasmo encontrarlas, sospecho que mis entusiasmos cada vez serán más romos. 

Soy pesimista: me informé bien de por dónde va el mundo, España y Béjar.

Este era el día en el que veía resúmenes en TVE o en Canal Plus, también leía lo mismo en El País. Antes lo bebía como agua clara, ahora si lo miro lo haré al trasluz porque circula mucho billete falso en todas partes.

Es triste saber tanto.