Los políticos, como si no tuvieran realidades en qué ocuparse, juegan a los gestos. Uno de ellos es impartir doctrina histórica. La guerra civil acabó hace más de ochenta años y desde entonces, aparte de las que cayeron accidentalmente en Palomares, solo ha habido bombas de etarras e islamistas, lo demás ha sido trabajar y construir para dejar atrás aquellos escombros.
Fue la república la que empezó a cambiar las calles monárquicas, la Calle Real de Cuevas del Valle, sin ir más lejos. En la guerra Talavera de la Reina se llamó Talavera del Tajo, y Arenas de San Pedro, Arenas de Gredos.
Franco después aparte de recambiar, cambió nombres de pueblos como Azaña, por Numancia de la Sagra, y también otros como Asquerosa Un pueblo que tiene que ver con Lorca por un nombre que no recuerdo; Grajos, por San Juan del Olmo, Escarabajosa, por Santa María del Tiétar.
Al llegar la democracia no podía seguir llamándose avenida del Generalísimo a la Castellana, ni Jose Antonio a la Diagonal de Barcelona.
Después ha habido una segunda ronda que yo sigo aplaudiendo, porque no podía seguir llamándose la plaza de Mombeltrán plaza del Generalísimo etc etc.
Pero ya había que parar, especialmente en 2020.
Ayer en Madrid cambiaron las calles de dos insignes socialistas Largo Caballero presidente del gobierno ya en la guerra, e Indalecio Prieto, (este fue ministro en los años 20 del gobierno de Primo de Rivera).
Los dos personajes tienen sus taras: bajo el mandato de Largo Caballero (el Lenin español) se mató a mucha gente, Indalecio Prieto al parecer estaba implicado en la sangrienta Revolución de Asturias, contra la República: (es que hubo dos años en los que ganaron democráticamente las derechas).
Pero son personajes históricos y no ocupaban el centro de las ciudades. Entiendo que a mucha gente no le gusten, pero no podemos empezar ahora con otra racha de cambios.
Sencillamente porque a la gente, al pueblo trabajador de derechas y de izquierdas, le cuesta dinero y trastornos: imprimir nueva publicidad para sus negocios, o perderse al no encontrar una dirección que se está buscando.