Agradecemos mucho que las catedrales francesas sean gratuitas. Hasta el incendio también lo era la de Notre Dame de París, pero creo que ahora cobran.
Eran sobre las nueve de la mañana y aquí no había nadie más que una limpiadora y nosotros. Recuerdo seis años atrás (era por la tarde) que alguien hacía sonar el órgano. También tenía en la memoria las estaciones de vía crucis que me han llamado mucho la atención en todo este viaje.
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