sábado, 30 de diciembre de 2023

El imposible mundo de la escritura sin lectura

Hace unos seis o siete años supe la verdad aunque no me enteré. 

Un conocido de una asociacion cultural llamada Ávila Abierta, de la que nunca fui miembro, me propuso ser jurado de un concurso de cuentos que habían convocado por internet. Para mí fue un honor en los primeros segundos: uno lee las diatribas finales de los premios donde están escritores conocidos y se podría sentir bien siendo parte de aquello. Pero es un mal rollo: nos entregamos a la literatura para leer lo que es mejor y reconocemos igual o mejor que lo que escribimos, y no para perder el tiempo desbrozando un monte. Aunque leí todo lo que me pasaron no me gustó nada y renuncié, después de señalar a otro miembro del jurado, los que me parecieron menos malos y los detalles por los que hundía los demás. No tuve ni la curiosidad de saber a qué relato premiaron.

El problema epidémico surgió cuando en los 90 se popularizaron los ordenadores donde era fácil escribir sin apretar mucho los dedos y corregir sin repetir todo lo escrito, hasta interpolar, y también auxiliarse de correctores ortográficos y diccionarios de sinónimos. Quien antes de aquello quería ser escritor tenía que contratar a una mecanógrafa, como hacía Miguel Delibes, o pelearse con la Olivetti y la paciencia. Ahora con el procesador de textos está al alcance de cualquiera, gracias al bienestar social el mundo desarrollado tenemos mucho tiempo para este ocio, que se multiplica exponencialmente con las jubilaciones y las prejubilaciones tan abundantes últimamente.

Muchos de los prejubilados tenían pendiente escribir una novela, y otros que no lo son todavía aprovecharon "el obligado parón del COVID" para iniciar la que les rondaba en la cabeza.

No tengo duda de que sin necesidad de lo anterior la oferta multiplicaba a la demanda, y que Argentina está llena de Borgeses y de Cortázares, Colombia llena de Garcías Márqueces y España de Camilos Josés Celas y todos los países del mundo y en todos los idiomas igual.

¿Y quién puede decidir quienes son los buenos? Alguien que los leyera a todos, lo cual es imposible como contar la arena del desierto; hay que contratar "negros" lectores, lo que probablemente antes se hacía por pasión y por honor pero hoy habrá que pagarlos, y bien, porque es ingrato e ingente: ni siquiera yo fui capaz de ser jurado de un concurso de cuentos. Tiene que ser gente con criterio, pongamos profesores de literatura o filólogos en paro. ¿Cuántos son necesarios para reducir mil novelas a las cinco mejores para que se las lea y dilucide el gran jurado final de nombres sonoros entre los que solía estar Pere Ginferrer? Cien profesores de literatura leyéndose 10 novelas por obligación cada uno, o doscientos, para asegurar que la manía o el mal día que le tocó leer la novela no descartó una "Ciudad y los perros". No: es imposible y carísimo. Porque supongamos que cada lector de 10 novelas hunde 9 y salva una, nos quedan 100 novelas ¿quién sigue seleccionando hasta llegar a las cinco últimas? Mejor saber ya a quién le vas a dar el premio y librarte de todo eso otro: es decir, directamente no leerlas. 

No hay paredes para colgar todos los cuadros que se pintan en España, ni patios o muebles para todas las esculturas. Es imposible escuchar todas las versiones que hay en Youtube de Recuerdos de la Alhambra o del Preludio en do mayor del clave bien temperado de Bach.

Algo parecido sucede con las fotografías. El mundo es enorme e inabarcable, cada paisaje puede producir diariamente varios instantes maravillosos de puesta de sol, todos los otoños millones de árboles despliegan múltiples paletas multicolores, con variedad de luces y de nubes, y muchísimas personas son capaces de apreciarlo y capturarlo. Detalles minerales, vegetales y animales, cada uno con su enfoque y su luz variable: todo puede ser arte fotográfico.  Cuando mi mujer y yo recogíamos conchas o cantos rodados en la playa al final nos aburríamos, todas eran tan igual y distintamente hermosas que no podía ser.

Hacen falta lectores que no quieran ser escritores, que compren y lean dócilmente lo bueno lo regular y lo malo, el problema es que las editoriales tienen que ser un negocio rentable, ¿quién leerá por gusto, con fe de estar haciendo algo interesante, que recompense el tiempo invertido cualquier cosa incierta?


Soltarlo en la red como hago yo es igual que lanzar una botella con un mensaje al mar.

Me gustaría haber sido cualquier escritor famoso de los muchos buenos que hay. Tener voz. Pero agradezco mucho el comprobar que me lea alquien, aunque no pueda comprobar quién eres, ni siquiera saber si no eres más que una ilusión informática artificial para que me anime y me dé vidilla.

Aún

 Aún se acentuaba diacríticamente cuando significa "todavía". No sé si lo habrán cambiado en estos últimos años.

Aún no se nota que hayamos doblado el equinocio. Esta mañana sobre las ocho parecía que había menos luz que ayer aquí en Béjar, el tercio oeste de la península Ibérica. He oído, (o creo sin mucha fe) que por las mañanas sigue reduciéndose la luz, mientras que se empieza a ganar más por las tardes.

Los viejos de la edad de mi padre decían: "para Reyes ya se conocen las tardes". Espero ese renacer de la luz, este otoñinvierno ha sido muy duro para mí moral. Tampoco ignoro que dentro de seis o siete meses vendrán los calores y desearé que aparezca el frío.

Pero quiero ya más luz, que renazca de esta noche estirada. Quien vive en Suecia o en Canadá me dirá que ¡ya me vale!

jueves, 28 de diciembre de 2023

Líneas rojas

 En España durante muchos años hubo una banda terrorista, (la ETA) que propugnaba la independencia de las provincias vascas y la anexión de Navarra a ese proyecto independentista. Mataron a más de 800 personas, pero dejaron heridas a muchas otras, fisica y psicológicamente.

Hay 12 miembros del Partido Socialista Obrero Español que fueron asesinados: Germán González López, Enrique Casas, Vicente Gajate, Fernando Múgica, Francisco Tomás y Valiente, Fernando Buesa, Juan María Jáuregui , Ernest Lluch, Froilán Elespe, Juan Priede, Joseba Pagazaurtundua e Isaias Carrasco, y lo fueron singularmente: alguien siguió sus movimientos y uno o varios matarifes ejecutaron el crimen. El suelo se manchó de sangre roja. Todos nos estremecimos. La organización terrorista jugaba una partida de ajedrez para desestabilizarnos y jugaba con balas y explosivos con los que destruían órganos vitales de gente de todos los partidos y profesiones para lograr su "sagrado" fin.

La democracia española admite que sus herederos políticos se presenten defendiendo aquel proyecto, es lícito recabar votos para ello. Yo no lo niego.

Lo que no es lícito, a mi modo de ver, es que el actual PSOE, olvidando lo que pasaba hace poco más de diez años, en que los terroristas fueron desarticulados gracias al trabajo de mucha gente, que no se rindieron ni pidieron perdón, que aún homenajean a los asesinos que vuelven a sus pueblos después de cumplir su condena, cedan ahora con sus votos una institución tan importante y simbólica como el ayuntamiento de Pamplona a esa formación política, cuando siempre dijeron que nunca cruzarían esa línea roja de sangre, de la sangre de sus 12 compañeros y de los ochocientos más que fueron calculadamente asesinados sin pararse a pensar en todos los demás daños colaterales que produjeron sus bombas y aquel miedo que teníamos todos.

Ayer era el día de los santos inocentes, que recuerda que Herodes por tratar de eliminar a Jesucristo mandó matar a todos los niños de su edad. Para mí los santos inocentes del PSOE son  Germán González López, Enrique Casas, Vicente Gajate, Fernando Múgica, Francisco Tomás y Valiente. Fernando Buesa, Juan María Jáuregui , Ernest Lluch, Froilán Elespe, Juan Priede, Joseba Pagazaurtundua e Isaias Carrasco. 

Yo ni olvido las promesas, ni olvido a esta pobre gente cuya muerte señalada, calculada y ejecutada nos dio un mal día a los españoles, mientras los terroristas lo celebraban con champán o con cava catalán (parece que esa era su costumbre)

miércoles, 27 de diciembre de 2023

Tú no sabías hasta ahora que eres importante

Mirando las estadísticas llevo observándote varias semanas. Eres fiel, supongo que le has ordenado (ordenar suena demasiado militar, pero como son tan obedientes acatan) a tu máquina que te avise cuando publico algo nuevo, para leerme cuanto antes, y no fallas: yo lo compruebo ilusionado, hasta responsabilizado para estar a la altura de tu fidelidad.

Tengo alguien, una persona que sigue este blog desde Suecia. No conozco a nadie de allí, nunca he hablado con un sueco, sí con bastantes daneses, admiraba mucho al guitarrista sueco Goran Scholscher cuando solo podía escucharle, pero al ver la inexpresiva cara me he decepcionado, no transmite la música: hasta un día le hice una mala crítica, pero es que el aria de las variaciones Goldberg pedía otro aire que el suyo. Hay cien guitarristas con los que lo paso mucho mejor en youtube , aunque estoy suscrito y le escucho sus novedades.

También puedes ser un chileno. Muchos fueron acogidos allí tras el golpe de Pinochet, aunque para mí solo existe uno que haya sido capaz de conocer y admirar: Julio Numhauser el autor de la canción Todo Cambia. 

Pero puedes ser cualquiera: un estudiante de español, un inmigrante de cualquier lugar donde hablamos este idioma. No importa, yo te aprecio y siento el enorme orgullo de que me aprecies, aunque supongo que no acertaré siempre. Gracias, por supuesto, a todos los demás y a ti singularmente porque las estadísticas me muestran tu singularidad. Un mapa rellenado y un número han construído en mí un sentimiento.

martes, 26 de diciembre de 2023

Tirar la toalla

 Los boxeadores sudan mucho y en sus rincones siempre hay toallas para secarlos, pero también ese utensilio textil es un medio de comunicación: si el entrenador ve que están matando a su pupilo puede parar el combate tirando la toalla al ring.

Uno lleva todos los tramos de la vida tirando la toalla: de niño hacia el año 74, quería ser futbolista, sabía que ni siquiera era el mejor de mis compañeros pero "alguien me descubriría", parecido sucedió con la guitarra, con los estudios, con las conquistas sexuales o amorosas, hasta con las ilusiones políticas aunque  siempre quedó la literatura como reservorio de ilusión  de ganar.

La vida es perder, ir resignándose; todo merma, todo defrauda, hasta lo más grande que es la paternidad, la continuación de la apuesta ilusionada por la prolongación de la vida. Al final uno tiene que conformarse con un bastón porque otros llevan dos, o con dos, porque otros van en sillade ruedas, o con ir en silla de ruedas, porque a otros ni les bajan de la cama.

Pero el dramático momento de tirar la toalla dando por muerta una posibilidad duele, es contra natura. Estamos construídos de ilusiones, un niño es un iluso que crece, un viejo, que yo ya lo soy, es un cascarrabias decepcionado.

Aunque siempre vive el iluso reinventándose con el rabillo del ojo.

"El olvido que seremos", final

Una obra magnífica acabó con un escalarecedor epílogo sobre el ser y el quedar. 

Y si mis recuerdos entran en armonía con algunos de ustedes, y si lo que yo he sentido (y dejaré de sentir) es comprensible e identificable con algo que ustedes sienten o han sentido, entonces este olvido que seremos puede postergarse por un instante más, en el fugaz reverberar de sus neuronas, gracias a los ojos, pocos o mucho, que alguna vez se detengan en estas letras.

"No somos nadie" se dice todavía en los velatorios por algunas personas más castizas. Héctor Abad Gómez, el protagonista involuntario de esta novela-biografía, aupado por su hijo, dio un paso más en el éter. Gracias a este libro es alguien aunque se borre su nombre de mi recuerdo y del vuestro en pocas semanas: tuvo quien le escribiera. 

Colombia es un país en el que matar y morir siempre ha resultado barato. Los muertos, aún los héroes, como lo fue esté médico, no son más que número de muertos, y sus nombres no son más que nombres. Cualquiera es otro de tantos, que no se recordarán por muchos años a no ser que alguien los renueve y los vuelva a dar vida escrita.

Hubo una gran novela de Vázquez Montalbán, llamada Galíndez que también resucitó a un muerto, y luego vino Vargas Llosa y rodeó la historia con la Fiesta del Chivo, con lo que volvió a revivir colateralmente. Sin estos dos grandes escritores no habría nada vivo de aquel hombre, más que para algún historiador de tésis de las tantas que el tribunal no se lee. Gracias a los eximios escritores saldrá aquel nombre por muchos años en los crucigramas y en los concursos televisivos de cultura general, y alguien más leerá su historia literaria para conmoverse y disfrutar de la narración.

Héctor Abad Gómez, el padre de Faciolince, hubiera sido una muerte inútil más, un nombre en la ristra, una suma. Ignoro si sirvió de algo su vida de luchador público, de valiente, de líder heróico. Creo, después de leer la novela, que no, y está de acuerdo conmigo el autor (y yo con él).

Lo único para lo que sirve la novela es para que yo, que hoy la acabé de leer, recuerde y sienta su ejemplo: soy uno más, aunque compré el libro de segunda mano así que ya contó otra persona por mí antes. Mi blog es poca cosa pero algo extiende ese ejemplo de amor y sacrificio. El hijo puede estar hoy un poco más feliz por la breve resonancia que le añado ahora a su padre en vosotros.

Y todo sucede en Medellín en del famoso cártel, el del más famoso muerto -gran atracción turística- Pablo Escobar, que no llega a salir en sus 274 páginas. Parece que en Colombia hay o hubo  hasta violencias paralelas.

Que le maten a uno a su padre brutalmente, con seis balazos, de un minuto para otro arrancado de la vida con muchas asuntos pendientes de hacer y muchos deudos, tiene que ser lo peor, de lo más horrible e incomprensible; de lo que te despierte muchas veces en la cama y te preguntes, ¿por qué? o si pudiste evitarlo tú en cualquier momento. Una dolorosa zozobra de años, que tampoco se puede (aunque yo creo que la escritura sí ayuda) exhorzizar, racionalizar, transformar en algo bueno, positivo valioso literaria, filosóficamente. Pero siempre parecerá para algunas personas (para mí no) que el autor no lo sufrió tanto cuando ha sido capaz de escribirlo coherentemente, con oficio, jugando con los tiempos y con las escenas: el hecho de que el sufrimiento de un asesinato haya sido manipulado envuelto y presentado, no quita un ´ápice del dolor que sintió su autor y sigue sintiendo, seguro. Sería tanto como decír que lo único lícito sería dar gritos y alaridos, porque montar frases con sujeto verbo y predicado ya es demasiado racional.

Yo defiendo la literatura, y espero que lo que escribo sea leído por vosotros como parte de mis verdaderos sentimientos, porque es así, aunque les dé forma, manipulo. 

Siento una gran solidaridad con Héctor Abad Faciolince.

lunes, 25 de diciembre de 2023

"El olvido que seremos" segunda crónica de una muerte anunciada.

 No sé cómo alguien puede desprenderse de un libro tan hermoso, si lo ha leído. Lo habrán hecho los hijos o los sobrinos con todos los libros de algún muerto al que debo estar agradecido, por dejar esa herencia a alguien que no la apreció.

No he vivido en un país mortífero, aunque sí: viví los años de la ETA que mató a mucha gente, y dudo que ninguno de los hijos o hermanos de los asesinados pueda leer sin desgarro las últimas páginas de esta crónica de vida y de muerte.

El libro está escrito por su hijo, veinte años después, aunque no es cierto: el autor, que ya era escritor,ha estado masticando la muerte de su padre hasta que se hizo una pasta inteligible, hasta que pudo tener la perspectiva para convertirlo en palabras flotantes en sus mares de lágrimas y espuma rabiosa, y llegaran a una playa como una botella con mensaje, y eso me encontré yo el pasado viernes 22 día de la lotería de navidad que me tocó este premio por un euro.

Nada conocía yo de Héctor Abad Faciolince. ni idea de que este libro tuviera ya una sexta reimpresión en enero de 2009. Aprendo de la vida, que siempre está dispuesta a enseñarme tesoros desconocidos del conocimieto. Una vez más.



El libro es ameno y tiene el humor de la vida que se va volcando en el mal humor de un asesinato, con todos los detalles en carnes vivas de aquel día, todo lo que pasó y lo que pudo haberse evitado moviendo una brizna de realidad, pero pasó. En el bolsillo del asesinado su hijo encontró, copiado a mano, un enjundioso soneto de Borges que contiene la frase "el olvido que seremos". 

Y yo no puedo dejar de evocar el olvido, los olvidos de la democracia española también que vive al bollo y se olvida los que quedaron en el hoyo, hasta hace bien pocos años. Yo he sentido muchos asesinatos de guardias civiles ametrallados por las famosas "nueve milímetros parabellum", pero ninguno como el último guardia civil asesinado en Mallorca, quizá por bomba-lapa. Mi compañera de oficina de entonces tenía un hijo en la Guardia Civil, aunque estaba en la Seo de Urgel, menos mal, pero ella, como madre, se puso mala y yo escuché aquellas llamadas, ha sido en Mallorca, y sentí aquellas vibraciones mortales en directo.

No olvideis esta joya, es una delicia que todo hijo debe leer si quería mucho a su padre. Seguro que aún  se puede comprar nueva, pero si algún heredero la regala a un lugar de libros de segunda mano, lanzáos a ella. 

Será una gran experiencia. De verdad.

sábado, 23 de diciembre de 2023

Pero sigue el estúpido dolor

Un médico puede tranquilizarte: no le dé usted vueltas, no es algo grave, olvídese del funcionamiento de los órganos internos, no piense en cánceres, es algo superficial... No quiera saber más que yo.

Y sin embargo mi cuerpo, la naturaleza, es persistente: insiste en dolerme, en avisarme de que algo no está bien, o que no va bien. El dolor inteligente es eso: te avisa para que no sigas haciéndolo mal, para que te saques una espina, un cuerpo extraño que llevas dentro de tu piel, para que no insistas en un esfuerzo físico repetitivo que está sobrecargando tendones músculos o articulaciones..., no quiero evocar el dolor de muelas, que desconozco hace décadas.

Mi espalda me sigue gritando. Yo sé que los médicos de la seguridad social no pueden ordenar una prueba carísima a las primeras de cambio. Pero mis alrededores, empezando por mi padre, estuvieron dando vueltas y más vueltas, con varios fisioterapeutas, (también era muscular) durante años, hasta que alguien se aburrió de la insistencia del enfermo y solicitó una prueba: entonces apareció la palabra, "cáncer" o mejor, otra que la enmascaraba "linfoma". Después hubo que pasar por quimioterapias, pérdidas de vello, la primera máscarilla para evitar infecciones por lo bajas que andaban las defensas, radioterapias, y retirada del primer plano de la actualidad, con mermas de fuerza y salud y un bastón compañero.



"No dan con lo que tengo" 

La gente recomienda insistir, insistir, hace poco le ha pasado a alguien cercano: tampoco le hacían caso y en febrero le operan de un riñón. Antes de la operación le presentarán un papel para que firme que si se encuentran más de lo que le han contado puedan cortar todo lo que estimen necesario, porque, abierto en la mesa de operaciones, se pueden encontrar más de lo que ahora han revelado las ecografías.

Yo he tenido, además de los dolores de muelas, dolores de rodilla que no maldigo porque una malformación cartilaginosa me libró en su día del año de servicio militar, y dos tendinitis del codo muy dolorosas, que pensé invencibles, por las que me pasé muchos meses haciendo los contramovimientos de los dedos para que se restableciera el equilibrio de los tendones y, afortunadamente, un día desaparecieron.

También estoy pasando una gripe y esta enfermedad los últimos años, me ha traído dolores musculares. (a lo mejor el médico tiene razón)

Quiero justificar el dolor, aplacarlo racionalmente; pero el muy bobo sigue haciéndome daño.


viernes, 22 de diciembre de 2023

Un médico campechano me hacía falta

 Y lo encontré. Le dije que sentía como algo suelto dentro de mí, le hablé de mis dolores lumbares con el mayor dramatismo posible sin llegar a suplicar una prueba, pero el tipo me dijo "descúbrase la espalda" y toqueteando acertó justo en todos los sitios donde no me dolía. 

-será muscular- 

Y se sacudió las manos.

Uno se siente ridículo cuando ridiculizan su dolor, que es algo muy íntimo. Me he sentido igual de bobo que hablando de mecánica con un mecánico en su taller. Ni te escucha, ni le importa un pimiento lo que digas. Él ya sabe lo que tiene que hacer y lo que escribirá en su calculadora (nunca he visto a ningún trabajador manual hacer ninguna cuenta: calculan mentalmente (si es que lo hacen) y escriben el la calculadora la cifra que les ha salido.

Pero me ha tranquilizado.

Aunque este mecánico resolutivo llevaba mascarilla. Tampoco era el mismo de otras veces, aquí los cambian constantemente, no debe querer venir nadie a esta periferia de la provincia.

Estoy contento pero me preocupa si al final me sale un cáncer :¿a quién le pido cuentas de este "falso" alivio?

No hagáis caso: a todo el mundo que ha manejado pesos le duele la espalda. Es mejor esa sabiduría popular que ponerse a buscarlo por Internet. Terminaría uno por ir a hacer testamento para poner en orden sus asuntos, que decíamos ayer.


miércoles, 20 de diciembre de 2023

Cavilaciones prepóstumas

 Una de las servidumbres de la edad provecta a la que estoy entrando es el prurito "por poner en orden los asuntos sucesorios". Lo vi de lejos en su día con mi tío Petronilo hace más de veinte años, ahora que los sobrinos tratamos de hacerlo efectivo para nuestro provecho, lo comprendo más y mejor. También lo vi hace menos tiempo con mi padre que, después de arregladas las cuentas con la herencia de su tía e intentadas con la de su hermano, se empeñó en arreglar el tejado de la casa que tenemos en el pueblo para que, por bastantes años, las goteras no se comieran el cielo raso aunque no llegáramos a buen entendimiento los hijos.



Estando así yo en el salto de los cincuenta y nueve, escuchando cada vez más ruidos internos de pies, espalda, riñones, apagándoseme los oídos, que ya no perciben a quien se acerca por detrás cuando voy corriendo por la vía verde de Béjar.

Despierto en la premadrugada como debió hacerlo Cervantes (noches de claro en claro) y lo anotó en la descripción de su personaje más famoso. Yo, como Alonso Quijano que ya soy terrateniente, pienso en tierras y en su orden, pienso en linderos y servidumbres de paso, cavilo como aclarar bien las cosas, para que mi hija se las encuentre lo más diáfanas posible; ahora no es el momento de implicarla ni siquiera a nivel "entérate un poco de lo que es tuyo", porque ella está en otras batallitas, muchas más de las que estaba yo a su edad.

Cuando uno hace la escritura de una herencia le "regalan" (a cambio de un dineral) un montón de planos catastrales impresos con sus metros cuadrados y sus linderos, posibilidades de agrupar o desprenderse para poner en orden las cosas que decíamos al principio 


Trozos de tierra minifundista en un lugar de Castilla la Vieja impracticable para la agricultura moderna, donde no mereció la pena nunca comprar maquinaria ni hacer concentración parcelaria, aunque lo intentaron hace treinta años unos listos para cobrar a las administraciones públicas el coste de sus "estudios de ordenación del territorio": como hubo oposición de parte del pueblo el proyecto se metió en un cajón, y los listos el dinero público en su bolsillo.

Yo compré el año pasado una tierra a un primo de mi padre para concentrarla a otras dos y conseguir una finca considerable, y lo hice enterrando un poco de dinero de la herencia de mi padre allí porque ya lo había intentado él al heredar una finca de su tía, pero todavía estaba en los dos primos la idea de castellanos viejos de que las tierras heredadas no se venden, que eso es deshonra, y desprecio a la familia. Mi vendedor, con 83 años, lo hizo por hacerme un favor, porque lo comprendía y, otro poco, por arreglar las cosas. 

En esas anda mi cabeza insomne.

domingo, 17 de diciembre de 2023

Fajarse (o algo peor)

Llego al club de los sesenta y una mano trae la cuenta

Silvio Rodríguez

Creo que la canción de Silvio acusaba recibo de la suma al llegar a los cincuenta, en eso quizá le lleve ventaja. Siempre andamos mal de memoria pero no recuerdo la transición a la cincuentena tan tortuosa como esta que me aproxima a los sesenta.

Me despierta un molesto dolor de espalda a las tres de la noche. Hace frío en la habitación donde duermo; ayer conduje bastantes kilómetros, de Ávila a Madrid, de Madrid a Ávila y de Ávila a Béjar, pero anteayer estuve haciendo en Cardeñosa grandes esfuerzos con unas grandes tijeras de podar ramas de mis árboles, hacía frío y no calenté, además se me olvidó la faja.

Me duele la espalda: no debo quejarme, a todos los guitarristas que conozco les pasa, además soy hortelano, manejo pesos y el viernes también podé árboles en mi huerto de Béjar, y creo que, como iba a ser en principio una hora, tampoco me bajé la faja.

Pero si la he comprado hace años es porque la necesito. Cada vez que no la uso me pasa la factura el señor dolor. Es como cuando dejé el café, las veces que he vuelto a picar me viene la factura del insomnio salvaje.

Uno ya no vale para muchas fatigas si es con la espalda, pero también con otras partes del cuerpo; llegar al proceloso mundo de los achaques es un penoso desembarco. El sábado pasado (hoy es lunes) tuve una larga reunión hereditaria con cambios de impresiones que a veces parecieron discusiones y enfrentamientos. Las palabras y los argumentos me retumbaban y me dieron mala noche, peor con la perspectiva de los viajes que me esperaban ayer. Tampoco valgo a estas alturas, para las contradicciones y los contraataques verbales, es una murga que se me agarra y me socava la tranquilidad; y para eso no hay faja.

FAJARSE 

-dedicarse  una persona con mucho ahinco a realizar una tarea

-enfrentarse dos o más personas en una pelea

-ceñir o rodear con una faja a alguien o algo

Sigo sintiendo la espalda, dolor de riñones, también puede ser algo peor que muscular porque lo siento dentro, escorado a la derecha. No quiero hacerme mala sangre, pediré cita para el médico, pero hace unos meses la pedí y para cuando me la dieron el dolor había desaparecido, (burlas de la cuenta del abultamiento de años).

Mejor no dar vueltas ni buscar en internet enfermedades que comienzan por un dolor de espalda. 

Hubiera debido fajarme en la tercera acepción que aquí figura, pero eso ya yo tiene remedio. 

jueves, 14 de diciembre de 2023

Mi trinchera contra la actual situación de España

Es una página de Facebook que se llama "Españoles contra la amnistía". En ella combato, por ella compré una bandera y la exhibo en mi balcón como mensaje de lo que pienso. Sé que mis lectores de fuera de España no entenderéis muchas cosas, lo siento si os aburre. Yo tampoco entiendo cómo hemos podido llegar a apoyar una moción de censura para que en el gran ayuntamiento de Pamplona gobiernen los herederos de ETA. Tengo mucho escrito pero aquí dejo una muestra:


 CARTA A UN DIPUTADO SOCIALISTA

Mi padre era del Atlético de Madrid y yo también. Él compraba, en los 70 el periódico YA los martes, que era cuando sacaban los deportes del domingo y yo me aprendí las alineaciones, también hice y acabé la única colección de cromos, Reina Adelardo Eusebio, Luis, Gárate, Ufarte… , quería ser futbolista.

Pasó el tiempo y me desconecté un poco. En los 80 me apasioné por el baloncesto; también, aunque no me gustaba su estilo, escuchaba por las noches a José Mª García, para no estar fuera de las conversaciones del día siguiente.

Una noche había elecciones al Atlético y apareció Gil: Jesús Gil y Gil, era un hombre radical, con dinero, que iba a “salvar” el atlético; peleaba contra alguien de la “familia atlética” de Vicente Calderón, se llamaba Salvador Santos Campano.

García apoyó a Gil, y Gil ganó (Gil era como Milei el actual presidente argentino). Recuerdo que comenzamos con fútbol de toque: de entrenador Menotti, también trajo a Futre un zurdo corredor portugués que tenía un regate bueno, quien nos regaló un 1-4 en el Bernabeu. Pero luego los defensas españoles se aprendieron el regate de Futre y ya no destacó más. Al año siguiente Gil vendió a Alemao que era buenísimo. Ya voy a cortar de historia del fútbol.

El caso es que “el Atleti” se convirtió en “el Gil”. Unas veces quería fútbol bonito y otras obreros corrilones, tuvimos a Clemente… tuvimos de todo: lo que él quisiera para ilusionar con un “nuevo proyecto”. No era mi forma de ser, lo aborrecí, recuerdo sus programas en una piscina rodeado de chicas en bikini, recuerdo aquel puñetazo que pegó al presidente del Compostela que pesaba y medía la mitad que él. Recuerdo que se hizo alcalde de Marbella, ciudad que dejó hecha unos zorros, y también que sus hijos, empleados y testaferros, se hicieron alcaldes de la Costa del Sol, incluso creó un partido: el GIL. ¿Volvió a ir a la cárcel? Ya ni me acuerdo, pero pasaba algunas veces sus obligaciones de comparecer en el Juzgado cada quince días, en Arenas de San Pedro (Ávila), donde trabajé yo y llegué a firmar un un documento "Apud Acta" con él.

SOCIALISTAS: vosotros seguís a vuestro Gil, que no respeta ni quiere a nadie más que a sí mismo. Hoy con Menotti, mañana con Clemente, etc.

Pero os voy a contar la moraleja (si lo queréis entender así) de esta fábula. Hubo un momento en el que el Atleti, que había jugado la final de la Copa de Europa contra el Bayern de Munich en el 74, bajó a segunda, y allí estuvo penando dos largas temporadas. Yo me alegré. Al final hubo que recurrir a un atlético de toda la vida como Luis Aragonés quién lo retornó a primera.

Yo, mientras tanto, en todos esos largos años, había aborrecido el fútbol por el camino, me declaro INSUMISO AL FÚTBOL aunque miro de reojo los resultados de mi atleti.

Uno nunca deja de ser de los suyos. Pero Pedro Sánchez, como Jesús Gil, es de “su” propio partido: “el SANCHEZ”.

¿Vosotros también?

 

 

UNIDOS

El rey tiene razón, tampoco puede decir más. Tenemos que estar unidos, y gracias a los Puigdemonios nos llevamos peor. Nos desean el mal, que se estropeen los trenes, que la gente discuta por su causa. Otegui fue el primero que ofreció gratis sus votos, la misma noche de las elecciones. Otegui ha estado en ETA militar aquella organización que hizo lo que pudo por destruir la unidad de España, "cuanto peor, mejor" mataron todos los militares que pudieron esperando que hubiera ruido de sables y un golpe de estado, nuestra felicidad es su desdicha y atacaron al turismo, pusieron bombas para hacer el mayor daño en el peor momento. Perdieron esa batalla, aunque han ganado otras, y la mejor el que un pelele ambicioso que se cree el hombre providencial que va a enseñar a España cómo debe de ser. Seguro que a los separatistas nada les alegraría más que hubiera algún muerto en manifestaciones, aquello con lo que soñaban los pugdemones del uno de octubre.

Es terrible pensar que la gente que nos rodea dé por bueno que estén esas personas metiendo cizaña, haciendo desplantes, burlándose de las instituciones. Gente que nos odia y que no ha dudado en matar eligiendo los objetivos más sensibles para conseguir sus fines.

Tenemos que unirnos, seguir recordando lo que pasó hace años y lo que ha pasado hace unos meses y lo que sigue pasando. El pueblo es olvidadizo y manipulable, si le suben un poco la pensión o le liberan de peaje una autopista baila, aunque luego se la metan por otro lado, doblada.

Ahora ya las autonomías del "resto de España" tienen que ponerse de acuerdo en repartir las sobras según apunta la ministra Mª Jesús montero, los ricos han cortado aparte ya su tajada de Bolaños y del siniestro Nº 3 de Bruselas y Ginebra. A nosotros solo nos queda esperar que aparezcan citas electorales y seguir recordando, mantenernos unidos.

Todavía tengo mi bandera en el balcón. Y ayer un vecino me dijo despectivamente "Ah, ¿pero es que sigues con eso?"

 

 

 

En el centro de España, en Navarredonda de Gredos donde está el primer parador nacional de turismo, se reunieron unos días del 78 los después llamados "padres de la constitución" gente representativa de todas las ideologías, que después sometieron lo acordado a las cámaras y más tarde al pueblo español en el referéndum que conmemoraremos en pocos días. No necesitaban relatores, ni tampoco irse a Ginebra, lugar carísimo donde pueden permitirse vivir Tina Turner y cuatro más. Si existieran las facturas del Parador de Turismo de Gredos, las exhibirían en el museo de la Transición también en la provincia de Ávila, en Cebreros, donde nació Adolfo Suárez, o en el Congreso o en cualquier museo decente. ¿Quién pagará las facturas de Ginebra?, Nosotros no, si no sería malversación de fondos, tiene que ser el PSOE con recargos de lotería de Navidad que anden vendiendo ahora, o con las cotizaciones de sus afiliados. Deberían enmarcarlas y ponerlas en su sede, para que los paganos se sientan "orgullosos" de alimentar a los padres de la desconstitución.

 

 

Se acerca el puente de la Constitución, que se compone de dos pleonasmos, (o dos regalitos festivos) para hacer tragar al pueblo dos comidas en principio poco atractivas.

Empezaré por la religión católica que no se conforma con que Cristo sea hecho hombre en el interior de una mujer virgen, que lo es siempre: antes, durante y después del parto. Bueno, pues en el Siglo XIX, y en un viaje por Orihuela encontré en una plazuela una estatua conmemorando que en un Concilio allí se dijo o se remató algo sobre esto, se determinó que la virgen también fue concebida virginalmente. Su madre, Santa Ana, no sé cómo lo haría, ni tampoco como se lo explicaría a su marido San Joaquín. Bueno, para publicitar y remarcar el el hecho al entrar al confesonario debíamos decir eso de "Ave María Purísima" y nos soltaban esa publicidad "sin pecado concebida". Y para más subrayado lúdico nos regalaron una fiesta.

Parecido sucede con la Constitución, cuyo librito color café con leche buzonearon por toda España en 1978 y obtuvo una aplastante mayoría, (recuerdo la imagen de Felipe González mostrando a la cámara su sobre abierto con el SI, ¿no era el voto secreto?)

Bueno, pues para que la quisiéramos más nos regalaron una fiesta, que es una forma clásica de despertar afectos.

¿Y qué sentido, salvo viajar a Portugal, llenar casas rurales y juntar moscosos para irse a París o Roma, tiene esta fiesta?

Pues nos dirán que sí, los hipócritas socialistas también, que habrá colas en el Congreso, para buscar los rotos de las balas de Tejero que son de tan obligada vista como la rana de Salamanca, y programas especiales...,

Pero por favor, si la mayoría en el congreso se están cagando en la constitución, muchos que la juraron o prometieron "de aquella manera", la mayoría de los grupos no fue a las consultas con el Rey, y todos ellos dicen algo parecido al famoso juramento del coronel Chávez, que no me sé de memoria pero que puede que fuera algo así como: "sobre los putrefactos escombros de la moribunda constitución juro, porque algo hay que hacer para agarrar el poder".

Porque no lo olvidemos: Pugdemón y el siniestro nº 3 del PSOE, con el misterioso relator, están conspirando para rematar de acabar con la constitución tan maja que teníamos en tantas plazas principales de tantas localidades. Y a los que la defendemos. antes y ahora (en la macromanifestación después del 23F la pancarta fue viva la Constitución) nos llaman fachas.

Espero que nadie se moleste por mis teologías explicadas en un minuto. PERO ESPERO TAMBIÉN QUE LOS INDOLENTES SE ENTEREN DE QUE TAMBIÉN LOS VAN A QUITAR EL PUENTE DE LA CONSTITUCIÓN.

 

 

 

 

 

¡AHORA LLEGA LA SUPERNAVIDAD! Como se nos ha quedado muy mala cara con la amnistía y los regalos a los periféricos independentistas, ahora vamos a seguir regalando, (el gobierno solucionador de las sonrisas) dinero para los ferroviarios para que no se quejen de las "rodalíes" Un riego de millones a los freseros de Huelva, (a esos a quienes iban a "echar" los diputados verdes alemanes). Prometerán algún AVE más, algún riego de millones más, y a los funcionarios de Justicia, que ahora en diciembre ya no van a hacer huelga entre puentes, vacaciones y moscosos pendientes, les darán lo que pidan en febrero: el caso es comprar sonrisas, para que nos olvidemos de todo lo que han consentido.

A mí la noticia que más me ha fastidiado es que acabo de leer que van a permitir hacerse selfis en el interior del museo del Escorial y en las Huelgas. España es el único país donde se podían mirar los cuadros tranquila y religiosamente, y ahora pasará como en los demás museos del mundo: que todo será gente metiéndose por todos lados para hacerse fotitos frente a las obras maestras. Parece otra conquista popular pero es una irresponsabilidad más.

 

 

¡¡¡TRAICIÓN!!!

Ayer detuvieron a dos espías del CNI por pasar información a Estados Unidos. Eso es traición lo dicen las leyes vigentes y es delito, aunque solo fueran 10.0000 folios a 0,05= 500 euros aunque pudo hacerse por un pendrive que puede costar 5 euros. No es nada; como Pugdemont que solo traficaba con papeletas, ¿Cuánto costó ese "procés", y al anterior "giliprocés" de Artur Mas que también va a salir de rositas de aquella malversación. ¿Cuánto costó el barco Piolín y todos los hoteles y todos los pluses, cuánto costaron todos los destrozos que hubo en la Via Layetana, no digo nada de los policías seriamente lesionados? Pero todo esto es gratis porque vamos a decir que nuestras leyes para defender al país son "viejunas" y no están preparadas para una nación de naciones, o lo que sea que aspiramos a ser.

Por supuesto que esos espías traidores tienen que ir a la cárcel. No tengo ni idea del contenido de la información que habrán trasvasado, es tan secretísima como las conversaciones de Ginebra, de momento, pero sigamos con los espías: Imaginemos que le han pasado a EEUU los planos del submarino que acaban de botar en Cartagena, esperemos nunca entrar en guerra con Estados Unidos pero podríamos entrar en guerra con su aliado Marruecos, imaginemos que Estados Unidos chiva esa información y el primer pepinazo de la guerra mata a nuestro submarino con su tripulación. Se comprende que se castigue fuerte ¿verdad? Lo del procés puede terminar en guerra civil en Cataluña, no lo digo yo, lo decían ellos, en todo caso mucho más grave que lo de los espías. (y total son unos folios unas fotos, un pendrive o unos correos electrónicos).

Pues ahí está la cosa. Imaginemos que los espías se fugan con los planos y nos chantajean desde Waterloo o desde Suiza para que cambiemos nuestras leyes. ¡Qué risa!, ¡Vaya ridículo! ¿No?

Alguien me dirá pero es que Pugdemont tiene muchos adeptos en Cataluña. Y yo le respondería, y los americanos también tienen muchos adeptos en Cataluña y en España, si no vean las colas del cine el Jalogüin o los Black Friday, aparte de los cocacoleros Papá Noeles. Uno de los adeptos se montó en el Falcon o en el Boing, saltándose todos los protocolos de cambios climáticos y la agenda 2030 para ir a ver al Jefe Biden y hacerse una foto y el viejo ni le recibió a la puerta ni hizo rueda de prensa conjunta, ni salió a la puerta a despedirse. ¿A ver si nos traicionó también por aquella foto?

 

 

 

 

No recuerdo, ni le interesa a mi memoria, el nombre del siniestro nº 3 del PSOE que negoció y firmó los folios de Bruselas con Puigdemont. Supongo que ese sujeto de los trabajos sucios será el que envíen cuando toque, que no quedará mucho, hacer el "onguietorri" o (recibimiento de heroicos etarras encarcelados por el opresor estado español), de Txapote.

Aunque a lo mejor va el propio Sánchez a esa fiesta. Su cara le da para ello y seguro que cuando explique que lo hace por España mucha gente le apoyará también.




ESTE ÚLTIMO LO ESCRIBÍ BASTANTE ANTES DE LO DEL AYUNTAMIENTO DE PAMPLONA, PARECE INCREÍBLE PERO MUCHAS OTRAS COSAS PARECÍAN INCREÍBLES Y YA SON.

martes, 12 de diciembre de 2023

SER O NO SER

"¿"Pierdo" mucho tiempo en este blog o, al cabo, es lo único que "gano"? 

La vida humana existe igual que la animal: los gatos pasean por mi huerto y disfrutan del paisaje, marcan el territorio, cazan algo o encuentran restos de mi comida, que paladean; luego se van a otro sitio. Ignoro si lo contarán, nunca he escuchado el diálogo entre gatos, sus maullidos me parece que piden atención o serán una llamada sexual.

Los hombres no, desde antes que el primero pusiera una mano en una cueva y escupiera pigmentos para dejar un mensaje seguro que ya estábamos contándonos cosas. La cultura es eso, contarlo. transmitir pensamientos, ideas abstractas o concretas. Un juego de permanencia.

Empecé este artículo pensando en alguien que se vaya algún día a Marte, (viaje sin retorno, dicen). Será una travesía, costará miles de millones, para contarlo. Quizá allanar terrenos para una eventual colonización si se puede, (he oído que deberá ser alguien que deje hijos en la tierra, para que no sienta que fue al vacío y nada quedará de él, o de ella).

De mí quedará este blog, los más intrascendentes facebook y comentarios en youtube. También otras pequeñas cosas escritas en periódicos o libros. Guardo las hojas de aquellos diarios, y a la vez conservo lo que se publicó al lado, puede que los autores vecinos también guarden de esa manera involuntaria lo que yo escribí. También supongo que en las bibliotecas públicas seguirá habiendo hemerotecas. No sé por cuánto tiempo, tampoco sé lo que durará el mantenimiento de estos inventos informáticos que me permitien llegar a la millonesísima parte de la humanidad que sois vosotros. Pero como yo sois algo que piensa y transmite, quizá alguien haga suya alguna de mis ideas y la vierta y semine en otras mentes que a su vez multipliquen lo que yo escribí.

Yo soy un múltiplo de todo lo que leí o escuché, ¿de dónde viene? hay quien dice que todo estaba ya en Homero.

Quedar, vivir para contarlo, subyayar lo vivido, escogerlo, sacar conclusiones creativas. El universo cultural se expande y nadie puede abarcarlo. Pero es, es mejor ser que no ser. Lo mismo que los cuerpos celestes que no vemos porque están lejísimos y no emiten luz suficiente, o la que emiten es tapada por la luz de alguna estrella luminosa o más cercana.

Hace pocos días leí en el libro "El corazón inmóvil" la siguiente frase de Unamuno,

Entre el infierno y la nada, elijo el infierno.

Yo creo que también.

Argentina

 Argentum significa en latín "plata" el río de la Plata es el principal argentino tan enorme que no se vé la otra orilla. Pero mucha plata no hay.

¡No hay plata! ¡No hay plata! exclamaban y repetían los seguidores del nuevo presidente, plata allí es dinero. Este hombre propone la dolarización de la economía, pero Argentina no tiene valor para comprar dólares. Devaluarán la moneda para favorecer las exportaciones y encarecer las importaciones. Pero el poder adquisitivo de los argentinos se irá más abajo todavía. Va a ser duro.

Los argentinos son muy inteligentes pero también se creen muy listos y eso es tontería que les pierde. Hace menos de un año, en el mundial de Qatar, llegaron a la final franceses y argentinos. La distancia en avión es mucho mayor desde Buenos Aires  que desde París, pues había el triple de argentinos en la final, a los ahorrativos franceses les parecía muy caro pagar 600 euros de entrada por la final, más los gastos de estancia de un país que presumo carísimo. Pues a los argentinos no. Menos mal que ganaron.

Uno piensa entonces qué tan mal estaría haciendo las cosas el presidente de antes, si con un mundial en la mano no fue capaz de renovar.

Fuera de bromas sobre la religión argentina, el año pasado también fue una amiga argentina de mi hija a ver a su familia, quise encargarle libros sobre Piazzolla que pudiera encontrar en mercadillos de segunda mano, pero todo estaba carísimo incluso yendo con euros. 

Lo de Argentina viene de lejos, no sé si habrán tocado fondo. Ellos saben autodiagnosticarse con mucha ironía, y mucha amargura pero se quedan ahí en un postureo melancólico. Son leídos, tienen muchos reflejos al hablar, son hermosos, crisol de razas bellas con mayoría de italianos. Mi amigo colombiano que vivió allí unos años dijo que en ninguna parte ha visto mujeres más bellas, daban ganas de pararse en la calle solo a mirarlas. También este amigo me contó que tenían una especie de subsidio para los latinoamericanos que pararan por allí, estoy hablando a principios de este siglo, con Cristina Fernández.

Recuerdo en una entrevista del actor Federico Luppi, dijo con rabia que no volvería nunca y creo que lo cumplió: el corralito de primeros de siglo le pilló los dólares que tenía ahorrados y se quedó sin dinero. Yo le vi haciendo un Ricardo III de Shakespeare en Zaragoza, en su vejez tuvo que ganar aquí lo que pudiera para su jubilación.

Admiro y amo a la cultura argentina, como todos los que hablamos español nos sentimos orgullosos de tener unos primos tan listos.

Pero ellos siempre han sabido, si escuchaban, sus principales defectos. Os dejo esta profética entrevista a la grandísima cantautora Eladia Blázquez.

https://www.youtube.com/watch?v=2-eB_3wcpQI&t=1263s

y esta, más breve, presentación de dos canciones

https://www.youtube.com/watch?v=H_u5IVkWMM8&t=646s



domingo, 10 de diciembre de 2023

No gano para disgustos.

 Y además os contaré que hoy debo mi vida a un presidiario con quien compartimos piso en el año 98 y que volvió a prisión el año 99 después de atracar una sucursal de la Caja Rural de Salamanca.

También que tengo unas ganas tremendas de comer tortilla de patata, pero yace aquí, en el cubo de la basura orgánica.


después de lo que ha pasado he visto un documental sobre suicidios y otro sobre Jorge Semprún, que escribía novelas sobre su vida, como yo hago aquí.


Esta tarde sobre las seis, mientras escuchaba por la radio un programa de guitarra, estuve haciendo una tortilla de patata, empleé tres huevos y cuatro patatas, unos trocitos de cebolla, un chorrito de aceite y muchísimo amor. Cuando terminé, apagué el gas, puse un plato de cristal de duralex sobre ella para que se terminara de pasar y me fui a ver la tele.

De pronto estalló, se hizo cientos de trozos estrellados, que se esparcieron por toda la cocina. Yo pensé en que me la comería, aunque fuera quitando la corteza de arriba, porque todavía pensaba, mientras barría y recogía trozos, que con mis gafas de cerca sería capaz de retirar todos los cristalitos y comérmela entera, como era mi deseo, como sigue siendo mi deseeeeeeeo.

Pero después de recoger los trozos grandes seguían apareciendo esquirlas más pequeñas, y me desesperaba. Recordé entonces que aquel presidiario con el que conviví y exprimí todo lo que pude sus verdades y mentiras en la cocina de aquel piso mientras él fumaba, incluso un día le compré un paquete de Ducados, para que siguiera hablando, es más: estuve a punto de fumar con él aquel invierno, para que se confiara más aún. (Yo que había dejado radicalmente el tabaco diez años antes). Él me contó cómo se suicidaría, y me dijo que ya lo había hecho otro preso, su "maestro", con cuya mujer tuvo una hija que estaba de monja en un convento de Lérida, aunque no tenía trato con él.

No sé si es mentira, porque mentía mucho aquel hombre, a quien le faltaban algunos dedos como a un personaje de la Isla del Tesoro. Fue por ello que alguien nos dijo que había estado en la cárcel, ya que cuando entró en el piso con un joven dijo que los dos eran pintores de brocha gorda y dio algunas señales de un pueblo y gente que conocía. Días después la chica que alquilaba las habitaciones nos preguntó:

-¿Os habéis fijado si le faltan dos dedos? 

Yo dije que sí. 

-Entonces me ha dicho mi hermano que ya no hay dudas: acaba de salir de la cárcel.

A mí me va la marcha y no soy miedoso, así que no me eché para atrás, si lo aguantaba una chica de veinte años que vivía sola en su habitación no iba a aguantarlo yo que a mis 34 compartía la habitación Amás grande con mi novia, ¿No iba a aguantarlo yo? al contrario, estuve dispuesto a escucharle todo lo que me contara. Incluso cuando volvió a prisión le envié una carta, que no me respondió, pero supe, años después por su sobrino a quien me encontré en la calle, que la había leído.

Volvamos al método cómo tenía pensado suicidarse: siguiendo lo que practicó su suegro, sería comiéndose los trocitos rotos de un vaso de Duralex. Una hemorragia interna imparable. Aunque supongo que no será rápido. Ignoro lo doloroso.

Mientras buscaba cristalitos con mis gafas de cerca, también repasaba con las yemas de los dedos la encimera (y seguía encontrando muchos invisibles) y me iba penetrando ese pensamiento de que lo peor que se puede hacer después de un gran error es cometer otro mayor.

Miraba con unas gafas de cerca, pero entre los brillos del huevo y los brillitos de la cebolla ya no detectaba nada, todo podían ser esquirlas. También barajé cortar la tortilla o darle la vuelta y comerme la mitad de abajo.

Pero tuve determinación para hacer esto, como Alejandro Magno cuando le presentaron el nudo gordiano, con decisión: (después me comí una naranja)


Aunque tengo unas tremendas ganas de comer tortilla de patata pero son las 11 de la noche y no me apetece nada hacer otra. Además creo que me sabría a cristales hemorrágicos.
Mi mujer me añadió que también hay un cuento de Cortázar en que unas viejas hacen bombones que contienen cristalitos molidos.

Perdonad si os di alguna mala idea.


sábado, 9 de diciembre de 2023

Algoritmo que presta ayuda psicológica

 Andan las cosas mal en la vieja España: en el Congreso de los Diputados parlan lenguas que necesitan traductor, se deciden cosas de nuestro reducido país en lugares como Bruselas y Ginebra, se perdonan despilfarros autonómicos gastados en embajadas para la promoción de su independencia, la televisión española se ve invadida cada vez más por la lluvia fina de idea de que somos una sociedad de naciones...

Pero mi algoritmo, cuyas operaciones matemáticas ya sabrán que estas cosas me deprimen, me envía canciones magníficas de artistas de mi lengua que se expande todos los días en hablantes, en artistas, en músicos, y me lo hace saber gloriosamente. 

Son las siete treinta y cinco de la mañana y me despierto con una canción de Piazzolla de su ópera María de Buenos Aires, y creo que es mejor vivir con la alegría de mi algorimo terapéutico, que me da lo que entiende que necesito. https://www.youtube.com/watch?v=cl7leMq9wBI

viernes, 8 de diciembre de 2023

Poema que podría ser letra de un tango

 Sé que Eduardo Haro Teclen, crítico teatral y director de la única revista a la que estuve suscrito "Tiempo de Historia", decidió donar su cuerpo a la ciencia.



Yo soy tacaño, sin vergüenza corporal y he pensado lo mismo para mí: que sirva para las lecciones de anatomía: que me destacen para explicar los órganos y para hacer prácticas de histología.

Es la forma mejor de aferrarse a la existencia, no sé cuantos meses duran los órganos ni cuantas vidas tienen sus filetes en la enseñanza. 

Todo se aprovecharía de mí como del cerdo: el animal con diferencia del que más estoy compuesto, porque es de lo que más he comido. El animal que me ha tocado limpiar, y él único que me he atrevido, sin odio, a acuchillar.

Después de componer este poema he mirado en internet y es mucho más complicado de lo que pensaba... para dentro de muchos años.





ÚLTIMA VOLUNTAD

Quiero enterrarme en formol, aunque sea troceado

sobrevivir a plazos

un tiempito más; sin ser pasto de gusanos,

y que mis deudos no paguen los platos

de mi incineración:

No quiero quemar por mí gas natural,

no aumentaré el ceodós

para hacerme polvo de aventar.

 

¡Seré modélico por primera vez!

“Aquí tenéis, alumnos, un riñón

para que sepáis cómo es”

Y mi gran fémur, orgulloso

de ser el óseo caporal.

Las circunvoluciones de mis sesos

donde circularon pensamientos

y pasa éste también.

 

Mi corazón, que nunca me falló,

casi sesenta años currando

-Me siento explotador-

Mira que le di disgustos amorosos

y gozosas taquicardias de amor

 

Mi ojo que ya no verá

será solo globo ocular,

que no subirá a un cielo

en el que no creí.

Tan solo el cielo de mi boca

que mi lengua ahora toca

solo por comprobar.


miércoles, 6 de diciembre de 2023

Vivir atenazado

 


Actualmente poca gente toca unas tenazas, como está haciendo mi padre en esta foto para sujetar el puntero que estaba afilando. Nosotros teníamos otro par de tenazas en la lumbre para manejar los tizones.

Muchas veces en mi vida me he sentido atenazado, igual que el puntero que sujetan las tenazas de mi padre. Son muchas las preocupaciones que sustrajeron mi atención y mi creatividad en 59 años; ahora estoy atenazado por los derroteros de la política española, y por llevar a buen puerto la herencia  que  mis tíos solteros dejaron entre doce primos; también me atenaza la soledad y la degradación que sufre mi madre de 83 años. 

En otros tiempos estuve atenazado por la compulsión por estrenarme, por conseguir una novia, para perpetuar el modelo de familia en el que todavía creo, que se prolonga en mi hija. También me atenazaba el pensar que quizá nunca pudiera tener capacidad económica para sostener una vida. Lo que más me atenazó en mi existencia es no haber conseguido un trabajo estable que me trajera la solvencia económica definitiva con la que afrontar el futuro.

Con todos estos atenazamientos o preocupaciones (las hay menores como cuando se estropea el ordenador o el coche, o los problemas de la comunidad de vecinos) me siento constreñido, limitado en mi libre pensamiento de crear, o de concentrarme en la lectura, o de viajar.

La libertad es el mayor bien que tiene el hombre, la libertad y el bien dormir que reponga las energías necesarias para afrontar el día siguiente. Por supuesto que la ausencia de salud es lo que más atenaza.

Me gustaría tener la libertad de pensar en lo que me diera la gana, y no en preocupaciones. Combato los malos pensamientos distrayéndolos con otros peores, como conté hace poco en esta pantalla invocando la tristeza del más horrible incendio que sentí. Pero no puedo quejarme, pobres habitantes de Gaza o de Israel, ucranianos, africanos y tantos anos desgraciados que hay por el mundo. Mis preocupaciones son mínimas en relación con alguien que tenga un negocio, deudas, familiares dependientes, maltratadores, vecinos de barrios violentos...

No le cambio el puesto al rey de España. Y no creo que nadie lo haga en estos tiempos. ¿Recibirá ayuda psicológica?

Yo me libero escribiendo, mis razonamientos me refuerzan, creo que además hago algo valioso para los que me leéis o me leais en el futuro. Me he levantado a las cinco de la mañana para aliviarme del atenazamiento de mis pensamientos, siento que he creado algo positivo y con este perfume vuelvo a la cama a las seis de la mañana a ver si puedo conciliar el sueño. 

Ojalá tenga sueños bonitos.

No sé si se puede decir que hay muchos comunistas en nuestro gobierno.

Creo que son comunistas los de Bildu, al menos lo eran los de ETA, también hay unos cuantos en SUMAR y también en Esquerra ¿o no habrá comunistas entre los nacionalistas catalanes de izquierda?

No me creo el comunismo, y voy a dar unas razones nuevas, aunque supongo que ya se habrá utilizado alguna vez la expresión polisémica española "servicios públicos". Como ciudadano de a pie he tenido que pisar charcos más de una vez en ellos. Afirmo que si en mi casa últimamente casi todas veces me siento en la taza por eso de que no se escape ninguna chispita, en los servicios públicos no lo he hecho nunca. Porque las cosas públicas, las de todos, no las tratamos bien (el género humano europeo en general) y lo dice uno que ha meado bastante en España, Francia, Portugal y Roma.

Es un clásico decir lo mal que se mea en París, lo verifiqué en 2015. Te cobran en muchos sitios, aunque también los encontramos gratuitos, en alguno de ellos un servidor estuvo a punto de vomitar. Lo de los charcos y los papeles derramados, servicios atorados, y los clásicos cuadros de Jakson Pollock, dentro y fuera, con variedades aleatorias de marrón, secos y recientes: es peligroso París en verano, conveniente sudar mucho para no tener que expulsar líquidos desde la vejiga. 

Por supuesto estoy seguro de que todos cuidamos mucho en nuestra casa privada, y en nuestra segunda casa, que son los hoteles, de apuntar bien y limpiar la cosa para que no suceda eso de "huele, y no a ámbar" que decía don Quijote.

En todo lo público siempre he procurado ser lo más cívico posible, pero mucha gente no lo es y por eso las cosas están así. Y así sucedió en el experimento sociopolítico más importante del siglo XX, el comunismo se vino abajo en Europa.

No sé si habréis parado en algún área de descanso de las autovías españolas, yo nunca, si puedo evitarlo: la gente tira allí de todo, (suele haber muchas compresas usadas y restos de envases y alimentos de todo tipo) aunque esté prohibido, y se alivian en cualquier sitio. En Francia hay muchas menos autovías, pero  las autopistas privadas ofrecen áreas de descanso como éstas, donde se puede comer, hay mesas, contenedores de residuos de todos los colores y los servicios están limpios y mantenidos por lo menos en esta zona https://www.a63-atlandes.fr/es/areas-de-descanso/ Los franceses (y visitantes) no es que sean guarros, son más descuidados cuanto más pública es la cosa.

No se me ha ocurrido nunca tratar con mujeres públicas, dicen que algunos van a ellas porque son más libres de hacer lo que les dé la gana que con su mujer privada.

Todos deberíamos comprender que no se puede pasar por el centro de un pueblo a gran velocidad, pero si no hay advertencias o semáforos, multas o "resaltos" mucha gente pasaría a cien por hora por esas vías públicas.

Cada uno cuida bien de lo suyo. El presidente Pedro Sánchez cuida bien de su sillón porque lo considera suyo, pero la convivencia, los jueces, el déficit público, la Constitución que hoy ¿celebramos? le importan tanto como los servicios públicos más enmerdados de París.



martes, 5 de diciembre de 2023

Luciano G. Egido "el descriptor plateresco"

Estoy leyendo ya el último tercio de la magnífica novela "El corazón inmóvil" de este gran escritor salmantino que cuenta actualmente 95 años. 



No termino de explicarme por qué no es famosa, ni una obra de referencia, ni nada señalado que yo haya advertido hasta leerla. Se publicó en el año 1995, cuando su autor se acercaba a los 70 años, en una editorial de gran prestigio. Poquitos años antes la misma editorial publicaba los Juegos de la Edad Tardía de un escritor más joven y con una, presumible entonces y confirmada a lo largo de estos años, prometedora carrera. Los que me leéis ya sabéis que reclamo el Nobel para Luis Landero.

Pues esta obra no es inferior a ninguna de Landero, pero claro se supone que con setenta y tantos sería o habrá sido de las últimas, así que mejor apostar por un valor que fuera a dar décadas de buen rendimiento.

Si no es así, no me lo explico.

Le he llamado el descriptor plateresco, porque es de Salamanca y salmantinísimos son sus paisajes urbanos y sus querencias literarias. Ya me leí otro suyo con una historia mítica de realismo mágico atravesando los siglos de Salamanca: ahí se pasó de barroco y de mágico. A Salamanca, que no es la única ciudad trufada de plateresco, (recientemente encontré mucho plateresco en Écija, pero lo he hallado en muchos sitios desde Peñaranda de Duero a Úbeda), volvemos con los dos pies y sin máscara que la enmascare, sino todo lo contrario: la revela. Del plateresco añadiré que destaca por sus temas, mucha decoración vegetal y muchos jarrones, y una primorosa filigrana como la que podrían ejecutar los plateros, labrada en piedra, que ha de ser arenisca o caliza; el granito es inepto para hacer esta virguería de arte.

Pues una virguería de descripciones imaginativas, maravillosas, es lo que contiene este libro, insuperable en este campo. Las descripciones son algo que parecía agotado, como el arte de los pintores flamencos, ¿qué sentido tendría ahora tratar de imitarlos cuando hace siglos rayaron en lo insuperable? Este libro está lleno de descripciones espléndidas, de asociaciones brillantes, de léxico florido.

Pues sigo con mi estupor porque esta obra no sea un clásico. Es entretenida, presenta una trama policial, como otras dos grandísimas y comercialísimas obras de los ochenta El Nombre de la Rosa y el Perfume, a las que no plagia pero se nota una aproximación a su armonía y contrapuntos. El lugar es un viejo hospital de Salamanca (el de la Santísima Trinidad) que yo no conozco más que de lejos, por ser "privado", pero que desde hace unos días tengo enormes deseos de pasar por allí y mirar lo que me dejen, pues la novela me ha capturado.

Por decir algo malo, que no lastra significativamente el conjunto, declaro que se ha abusado de documentación de la ciencia médica y forense, (uno de los narradores es médico, tenía que serlo si no no cabe tanta medicina en el relato) y mucho pintoresquismo de personajes, y en algunos casos metido con calzador, como una fantasía panorámica de gran calidad pero sobreabundante, que a mí me hace recordar mi modesto e inédito trabajo de novelista, en el que acumulas y acumulas ideas, páginas, estudios, conocimientos, diciéndote, "ya quitaré al final lo que sobre" pero al final te da pena "matarlo" y lo dejas ahí. 

Creo que este escritor es tan bueno que ¿quién le recorta tacha o quita y pone comas? Noto algunas repeticiones y comas que mi maestro corrector salmantino me marcaría en rojo.

Pero a pesar de estos dos últimos párrafos, es una novela que releeré, y en la que es un placer distraerse y volver atrás porque está llena de de floresta y de detalles de pintura flamenca, que me gusta todavía más que el plateresco.


domingo, 3 de diciembre de 2023

La realidad supera a la ficción.

 Llevaba ya 312 páginas leídas de este libro largo, de una prolijidad innecesaria para mí, cuando decidí consultar en internet el nombre de su protagonista. Existió. Luis Banchero Rossi fue el hombre más rico de Sudamérica y lo asesinaron el uno de enero de 1972. Y yo creyéndome que estaba leyendo una novela. Ahora comprendo por qué no salía el sexo en la abundancia que yo pudiera haber supuesto. 



Resulta que el autor, Guillermo Thorndike, es un periodista de raza, y ha dirigido muchos periódicos peruanos, amén de publicar bastantes libros en sus 69 años de vida. El presente es, a ratos, una obra maestra de la novelística si es que puede serlo algo tan real. Posiblemente ahora (hace 50 años de la publicación) con los derechos de imagen y las leyes de protección de datos sería impracticable publicar un libro así de crudo y así de veraz, lleno de datos económicos apabullantes  y un montón de apuntes sobre la vida de este magnate que ya tenía que tener reunidos el escritor antes del crimen, porque de lo contrario es imposible que este ejemplar que yo tengo como publicado ya en Argentina un año después del asesintao, se hubiera escrito por una sola persona.
La novela ha ido atrapándome con su meticulosidad horaria. Va narrando una vida entre el acuciante presente y el pasado hasta describir con una horrísona parsimonia forense cómo imaginó su lenta muerte: desgarradora y violentísima Yo vi morir a mi padre y sentí la resonancia de los ecos, de los miedos y las angustias, las desconexiones, las taquicardias, como se desplomaba todo dentro de él, aunque para mi suerte y para la suya, se quedó dormido respirando en paz, aunque sabíamos que estaba encaminado. Probablemente cruzó el túnel sin pavor, despacito, ya andaba muy despacito, y el sufrimientó físico parecía haberle desaparecido.
Todo lo contrario sucede en la violentísima muerte de este magnate, que la pluma de Thorndike nos va desgranando pormenorizadamente. El escritor había debido de haber visto morir a alguien, o se lo habrían contado con todo lujo de detalles, porque yo encontré plasmado el trepidante ritmo que percibí en unos de los minutos más inolvidables de mi vida.
La obra es excesiva, como un sumario judicial: un montón de detalles innecesarios y prolijos, por si acaso, como si pretendieran apabullar a alguien con sus abundancias médicas, psiquiátricas, jurídicas, y además citas de autores científicos (poco novelístico es eso). A cualquier lector le sobra el 90% de esos remaches. El colmo de la redundancia es que aparezca la "transcripción" de un programa televisivo amarillento en el que se dan vueltas y revueltas a unos hechos controvertidos y contradictorios.

A ratos parece el asesinato de Kenedy, y las conclusiones son que tampoco pudo hacerlo un hombre solo.

Sin embargo considero un valioso escritor a Thorndike. En el Bum de la literatura hispanoamericana solo había una casilla para el Perú y la ocupó Vargas Llosa, pero esta obra es tan buena como muchas de las obras no tan menores de Don Mario. La compré este año, cuando hace un par de ellos que no me caben más libros en casa, pero este debería estar y cuando tenga por necesidad que vaciar estanterías, deberá ser de los que se queden conmigo, porque es una rareza bastante buena.


 

viernes, 1 de diciembre de 2023

La generación del tránsito

 


Estoy escuchando la sinfonía nº 3 de Prokofiev en un disco compacto grabado digitalmente en Alemania en el año 1993, para la casa Deustche Gramophon.  Aunque  ya se había producido la reunificación alemana sigue poniendo RFA (República Federal Alemana), porque los antiguos occidentales no querían que confundieran sus productos de altísima calidad con la mediocridad de los orientales. 

Esta tecnología del CD vino después de los discos LP o de las cintas de casete, soportes culturales de los que también conservo un montón.

Hace mucho tiempo que no escucho una sinfonía, ahora miro música interpretada en youtube. Es otra manera de hacerlo. Me parece muy estético ver como tocan los guitarristas; cuando no tienen imágenes no lo escucho con tanto interés, no lo completo, me aburre antes.

"Ver" una sinfonía por youtube es una cosa que no creo que haga nunca. Este medio de comunicación además constantemente te invita a más, mientras estás escuchando a uno ya te está proponiendo otro, y muchas veces picas y dejas al primero colgado. No son maneras. Creo que mi hija de 23, que en su día fue devota de Bergman y cosas así, se ha visto series acelerando, a más velocidad de la grabada, para acabar antes.

Son maneras de vivir, más bien de consumir, engullir, devorar, cosas que no se permitían en la mesa, porque eran de mala educación, ni tampoco en una sala de conciertos "toca esa más deprisa o acábala ya que queremos oír la siguiente" eso es lo que hacemos ahora. No voy a entrar a juzgarlo. Pobres autores pero también empobrecidos receptores, agobiados por el estrés.

Hubo un tiempo en que la industria musical estuvo muy preocupada por la piratería. La piratería dicen que era un acto de rebeldía contra los abusos de las casas de discos, un acto como desde abajo, por eso hasta fue alentada por ácratas como Joaquín Sabina a veces. No sé si sacará su póstumo disco, el de Úbeda si es que es capaz de hacerlo. Nosotros todavía compramos el último,en Mediamarkt, que todavía vendían discos allí. Ya no.

No sé si en las grandísimas ciudades se pueden comprar discos. Eso se acabó. Yo he comprado muchos en liquidaciones que se hicieron en Salamanca en 2013. Desde entonces no hay tiendas. La gente que quiera un disco lo comprará por correo, o por decirlo por su marca "por Amazón".

Los discos materiales ya son una antigualla, ahora todo está en Spotyfaiv o como se escriba. Todavía no he entrado ahí, pero ese cuasimonopolio ha matado a todos los piratas, y supongo que estará matando a todas las casas de discos.

Es posible que ahora casi solo vendan discos los intérpretes después de sus conciertos. A manera de recuerdo o de las palomitas del cine.

No sé si los artistas han salido mejor parados con las nuevas tecnologías. De lo que estoy casi seguro es de que valoramos cada vez menos su arte y les prestamos menos atención. Cuando uno se compraba un disco de Paco de Lucía lo oía y lo daba la vuelta, y lo volvía a escuchar entero, si es que tenía un sentido hacerlo, que lo tenía. Ahora un artista tan grande como él Yamandú Costa, del que salen decenas de youtubes a la semana, entre las que cuelga él, las que cuelgan los promotores de sus actuaciones y las televisiones que lo grabaron, y las de la gente que lo ha grabado con su móvil, uno no sabe qué, cuando, cómo, ¡ah, otra vez! que pesadez.

El mundo cambia, es más cómodo, pero hay menos amor en cualesquiera de las cosas que damos o recibimos.