Una de las riquezas mejor repartidas es la gente. En todas partes nacen personas ingeniosas, trabajadoras, perseverantes y competitivas en cualquiera de los campos incluido el artístico. Muchos sueñan con hacer el bien a la humanidad, otros con enriquecerse, triunfar socialmente y ser poderosos, pero gracias a su empeño personal o colaborativo, las sociedades los países y el mundo prosperan (aunque también destruyamos a la vez la naturaleza) Amancio Ortega ha dado mucha felicidad y mucho trabajo, pero también Ford, Tesla, que era croata, Fleming, los bolis BIC, Leonard Bernstein, el Windows.. cientos, miles de personas que han iluminado nuestro bienestar y nuestra vida.
El mayor país capitalista de la historia, Estados Unidos, es tan rico porque atesora su capital humano autóctono, y a él le suma el capital humano y el talento del resto del mundo, Elia Kazan, Hitckock, Billy Wilder y otros mil cineastas, actores y técnicos, pero también tiene ahora a sudafricano Elon Munsk que es el hombre más rico del mundo y el añorado Stive Jobs, creo que era jordano o sirio o libanés.
Vienen a la mente grandes nombres; pero también personas más humildes van a la meca del capitalismo a colaborar y enriquecerse en la medida de sus posibilidades, pero todos o casi todos suman porque saben que tendrán premio. Yo soy amigo de Miguel Grillo Morales quien cumplió su sueño americano con empresas textiles, ganadería, inmobiliarias, y se gasta sus beneficios en subvencionar programas de radio y películas, además de vivir bien, que se lo merece y se lo ha ganado.
Cuba, de donde escapó, es un país comunista que exporta desde 1959 su mejor capital humano. Mi amigo Miguel Grillo y su esposa Rebeca y otros diez millones más que crean riqueza en otros lugares, el fundador de Telepizza también era cubano, incluso tengo idea de que los fundadores de Galerias Preciados y el Corte Inglés eran asturianos que huyeron de la revolución cubana para establecerse en Madrid. En Cuba ahora mismo no hay de na: apagones, carestías, derrumbamientos y basura sin recoger acucian estos días. Gran parte de la economía de la Isla se la facilitan los propios Estados Unidos desde donde emigrados de Cuba trabajan y mandan dólares. Esas personas llamadas "gusanos", que sufrieron actos de repudio (escraches) luego se acuerdan de su familia e indirectamente de sus vecinos que se benefician de sus remesas.
Cuba se desangra de lo bueno y en esa isla se quedan muchos que no pueden irse, pero también vagos, deficientes y enfermos, y la proporción aumenta con los desmanes del mal gobierno que cada vez expulsa a más gente que pudiera ayudar a sostener su economía. Debe ser deprimente vivir en un país sin fe en el futuro, y no ver más que gente valiosa que se va, o otros cavilando cómo irse.
No nació, ni nacerá el hombre nuevo, el mito estajanovista que trabaja como un fiera en beneficio de la sociedad comunista. Sin incentivos no hay productividad.
Nadie se afana si se lo "afanan".
El sueño comunista cubano se queda en un sueño imposible (o peor: en una pesadilla). Mientras tanto incentiva capitalistas cubanos nativos que soñaron y sueñan con una realidad posible en el país del "sueño americano". O en el ENEMIGO, como les llama Silvio Rodríguez, que tiene un par de hijos que escaparon allí.
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