un céntrico abrevadero monumental de siete caños. Un palacio que es ahora establecimiento hotelero.
Esta es la plaza donde está el abrevadero del comienzo, recién regada. Parece que si no llueve del cielo los servicios municipales se encargan de mojarlo igualmente.
modernismo en esa misma plaza.
Entramos en esta iglesia principal, que estaba abierta.
no hay que olvidar a estos abnegados catequistas que, como los apóstoles anarquistas de los que hablaba ayer, extienden la religión para que los niños no lo hagan solo por los regalos, y los padres por el relumbrón social.

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