El Ebro pasa por Logroño. Es el río más importante de la península Ibérica, que se llama ibérica precisamente por el Ebro. Es un río que, como se ve, arranca mucho material, así puede explicarse que en su desembocadura construyera un delta, como hizo el Nilo, o hace el Danubio. No sé cómo a largo plazo se gestionarán los embalses que no dejan pasar los sedimentos de los ríos, el famoso limo del Nilo que se quedará en Assuán o en la nueva presa que se prepara en Sudán o en Etiopía. El Ebro tiene embalses como en Mequineza, ignoro si habrá alguno más. En Logroño está remansado, por eso vemos espejo, creo que para algún pequeño aprovechamiento hidroeléctrico.
Tuvimos que aparcar al otro lado del río porque no encontramos donde hacerlo, al ir de noche a por cosas al coche nos encontramos con esta iluminación.
El atardecer no fue muy resultón desde ese puente de piedra.
La fiesta se prolongó hasta el 28, que bien lo sufrimos en escasez y carestía hotelera. Fue el alojamiento más caro que pagamos en todo el viaje.
Antiguo edificio de Correos convertido en hotel de lujo.
Una antigua fábrica de tabacos, antes convento, es ahora el edificio del poder legislativo de la Rioja.
Logroño se parece mucho a Zaragoza, que veremos al final.
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