Muchos pueblos de Francia te invitan desde fuera con carteles a parar. No podemos hacerlo en todos pero deberíamos, pues nunca es vana la invitación. Eymet contiene una "bastide" que puede ser tanto una fortificación que la historia lo dejó abierta (y la encontramos con una exposición de fotografía en su interior) como una plaza porticada, que también la tiene y os la mostraré mañana
Había una tienda de antigüedades en esta esquina que avisaba su intención de cerrar en febrero. Al fondo un restaurante (hay muchísimas pizzerías en Francia, como en todos lados) se promocionaba con Mastroianni besando a Anita Ekberg en la Dolce Vita.
En esta iglesia encontré un mueble con libros para intercambio libre, una manera a mi entender de acercarse a la sociedad bastante lectora que es la francesa, aunque muchos de los libros que podían recogerse no eran nada religiosos. Próximamente veremos como en la propia iglesia para favorecer que vengan las familias con niños pequeños ha instalado unas pequeñas mesas para que jugaran y pintaran mientras sus padres escuchaban la misa, y "algo quedará de la palabra del señor en sus cabecitas".
La iglesia francesa compite con judíos y musulmanes aparte de protestantes y su talante no es monopolista, anquilosado o resignado, sino "competidor".
No hay comentarios:
Publicar un comentario