La comunidad autónoma de La Rioja nunca existió históricamente: es una denominación de origen vinícola, incluso se extiende más allá, porque también aprovechan el nombre la Rioja alavesa y la Rioja navarra, para vender vino. También sé que existe una Rioja argentina, productora de vino, que es lo que representa esta fuente, no sé si por las fiestas o todo el año. La Rioja es la provincia de Logroño.
Fue muy difícil encontrar hotel, al final nos acoplamos en una habitación para minusválidos cuya ducha es todo el cuarto de baño. Tiene una taza de excusado más alta y con barras, además de que hay por ahí un cordón de alarma por si acaso el discapacitado se cae o algo así.
Esta ciudad y provincia tan vinateras, resulta simpática a todos los vecinos pues no se mete con nadie, por lo que ha hecho de la hostelería y de las tapas unos santuarios de animación. Además era sábado por la noche y en fiestas de San Mateo. Su nombre más conocido es la Calle Laurel, que nada tiene que ver con el gordo y el flaco, ni con los emperadores romanos, sino con esa hoja para aderezar guisos, que de eso se trata, y mucho, ahí.
Pero también es singular por la abundancia de su animación la calle de San Juan, que vimos más de noche.
Con este baño de masas y bulla, nos iríamos en dirección a Francia donde la gente es más recatada e intelectual, más introvertida y ordenada. Posan de otra manera más altiva su diversión; durante el viaje hice por fotografiar cómo lo hacen, que también es gustoso de ver, y lo veréis.
Logroño es una ciudad compacta moderna y muy porticada, no sé si llueve tantísimo pero está bien provista de refugios para el paseo cuando llueva o haga mucho sol. En cualquier caso, junto con Palencia, parece que sirvió de escenario para la famosa película de Juan Antonio Bardem "Calle Mayor"
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