Sobrepasamos los doscientos muertos, una tragedia mayor que la de los atentados de Atocha de 2004.
No soporto ver mucho tiempo las imágenes televisivas, es doloroso.
Nunca se habrá visto más fango por las calles en tan corto espacio de tiempo. Ahora se trata de despejarlo limpiarlo, ordenar todo, reconstruir...
Pero nadie habla de fango, la palabra que se usa siempre es "barro". Estilísticamente, lo digo como escritor, es conveniente buscar diferentes palabras para no caer en la monotonía con el lector/escuchante, pero resulta que el presidente del gobierno ha denominado reiterativamente "fango" a los ataques a su mujer y a su gobierno.
En la realidad valenciana concreta hay barro que degeneró a fango, que es más resbaladizo, menos constructivo; con barro se hace la alfarería, con fango no.
Parece que haya sido prohibida la palabra "fango", solo por haber desgastado la figurada acepción, relativa a lo que dice el presidente del gobierno respecto a las informaciones que atañen a su esposa.
¡Una parte de Valencia está cubierta de ..... y nadie puede decirlo por malsonante utilización política!
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