viernes, 26 de julio de 2024

Exhortaciones testiculares

 Leo en una novela del argentino Abel Posse un fragmento de un discurso de Hitler a presuntos escogidos jovenzuelos en una graduación en un lugar llamado Burgo de Orden, a quienes se entregaba un puñal y les tatuaba algo en la axila, (curiosa la costumbre de tatuar de los nazis, tanto a los suyos como a los judíos, debería hacer reflexionar a la gente de "ahora"), además de que prestaban un juramento solemne que obligaba a la discreción y al disimulo.

Si a uno le pillan en el momento adecuado, (la adolescencia) probablemente sea además conveniente el caldo de cultivo de la humillación que sufrieron los alemanes tras su derrota en la primera guerra mundial, pero me vale el "España nos roba" "Los árbitros van con el Madrid" "los vascos somos la raza más pura de Europa" "Los ingleses somos los mejores" "Fuimos grandes con la URSS y Occidente trata de someternos y quitarnos terreno" etc. es muy posible ser permeable, dejarse abducir por una ideología brutal, supremacista, xenófoba, sectaria...

Mi pedagogía es dura

Trabajo con el martillo y arranco de cuajo todo lo débil

en estos Burgos de Orden preparamos una juventud violenta, imperiosa, cruel

ella sabrá soportar el dolor, no quiero nada en ella tierno o débil

¡Que tenga la belleza y la fuerza de las fieras jóvenes!

Se destacará en todos los ejercicios físicos; ante todo que sea atlética, eso es lo más importante.

Con ello purgaremos a la raza de miles de años de domesticación y obediencia.

¡Ustedes retornarán a la nobleza y a la inocencia de la naturaleza!

El primer grado de nuestra Orden: el grado de la juventud heroica.

De aquí emergerá el segundo grado: el del hombre libre. El Hombre creador, el hombre que es la medida y el centro del mundo: el Hombre-dios.


El hombre necesita una mutación. El hombre actual el bacilo planetario no merece ser protagonista de la historia, solo puede ser considerado material para la necesaria mutación de la especie. No es más que el antepasado del verdadero hombre futuro. Éste será el protagonista de la verdadera Historia.

En los años treinta había apóstoles anarquistas, había alucinados comunistas, y nazis fascistas y falangistas, más los japoneses que quizá fueran los más bestias de toda la segunda guerra mundial.


Ahora que vienen las olimpiadas bueno es recordar el bofetón ideológico que les dio Jesse Owens, un negro que venció a todos los alemanes en 1936. El deporte actual, donde en todos los países europeos, Suiza, Alemania, Inglaterra, España, no digamos Francia, copan los puestos decisivos jugadores negros, hace que el nacionalismo se derrumbe. Afortunadamente vivimos en un mundo comunicado en el que todos los atletas admiraron en su día a Abebe Bikila, aparte de Pelé, Jordan, Usaín Bol... Por toda esta información ya no es posible cerrar en el nacionalismo, ni engañar con que nosotros somos los mejores, los únicos. 

Y aun así se procura en ciertos lugares.


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