jueves, 11 de julio de 2024

Baena, una de tantas ciudades en medio de un olivar.

Suaves cerros plantados de olivos en los que se mira la ciudad. Desde hace dos mil años gente madrugando en invierno a varear las ramas de estos árboles de la biblia que dan el oro líquido tan apreciado por cocineros y cocinados. Y ese olor a aceite que fecunda el aire de casi toda Andalucía.



 Vistas de un monumento a las faenas del olivar. En los lugares de minifundio salían y salen las familias como una fiesta, ancestro y orgullo de recoger las olivas que serán el aceite de los guisos y las ensaladas. Ahora. en las grandes fincas no será tan bonito con la mecanización, pero ahí quedó este costumbrismo para que nosotros lo retratáramos al sol en este pueblo cordobés.



Casa solariega en el centro de Baena. Durante este viaje reflexionamos sobre la arquitectura que queda de otros tiempos, que no es la popular sino la de los ricos, pero que es la cultura que ahora todos apreciarán y mostrarán orgullosos como propia de sus antepasados. Los suburbios donde se hacinaran los jornaleros y sus familias fueron derruidos para hacer viviendas funcionales modernas.

Nos aproximamos a la gran plaza, parcialmente porticada.
Un monumento a un cofrade tamborilero, la semana santa y sus aledaños es una cuestión identitaria de los actuales andaluces.
Mañana veremos la parte hacia donde mira mi mujer, que os contaré algo interesante sobre lo que puede verse si se mira bien.


Me refiero a lo que está enfrente de este magnífico edificio, que supongo sería el antiguo ayuntamiento. El nuevo se ve en la foto que sale mi mujer.
Sobre lo que quiero llamar la atención: mañana.

tierra con pocas piedras produce maestros del ladrillo. Esto es parte de la plaza, relativo a la denominación de origen del aceite, según recuerdo

Está "de moda" hablar de los menores no acompañados, los MENAS, que son jóvenes africanos que se montan en una patera para cumplir su sueño europeo, que suele ser jugar en el FC Barcelona y llegan al sitio más cercano que tienen de África. Desde Canarias, donde ya no caben, se les distribuye por la península, y como no pueden trabajar porque no tienen la edad legal para ello (Lamín Yamal tampoco a pesar de que es el trabajador más famoso de hoy 10 de julio cuando escribo estas letras) vagan todos juntos a la hora que tengan de salida de la institución que les acoge y les mantiene. 
Salen en grupo: lo he visto en más sitios. Aquí me atreví a fotografiarlos porque les pillé de espaldas. Si las cosas se dan bien serán los aceituneros del futuro, aunque no fuera ese su sueño.


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