Y nos fuimos de Málaga, ciudad que, ciertamente, empequeñece.

 

Era lunes y las pescaderías no estaban abiertas lo que malogró el espectáculo pescadero de la principal plaza de abastos.

detalle mudéjar de los edificios catedralíceos.

Ascendiendo al castillo de Gibralfaro.

Costumbrismo turístico

señalando la catedral

Plaza de toros de La Malagueta con algún concierto preparado.

Ahí seguía el Dynasty, propiedad de un magnate de nombre ruso. 

Málaga también tiene playas urbanas, muy solicitadas, las paseamos aunque de ninguna manera forman forman parte de nuestra antología playera.