jueves, 4 de julio de 2024

"La Biblia en España", un clásico de aventuras.

 No tiene ni pies ni cabeza; es un diario, como tal  un desahogo. No está premeditado ni tampoco editado, por eso mismo ofrece la frescura de la autenticidad. La verdad de un misionero evangélico en la España de 1830, con su posguerra napoleónica y sus guerras carlistas mezcladas con el bandolerismo y todo lo demás.

Repite muchas veces, algunas sin venir a cuento, su odio al papa y a todo el clero asentado en el poder de dominar a los católicos con su sola palabra, siendo los intermediarios de un dios que está escrito en los evangelios, pero a quien no permiten llegar directamente a la gente que quiera tratar con él, leyéndolo. Justamente lo que está haciendo el protagonista es traer biblias traducidas al español. Pero no se permiten traducciones si no van anotadas (es decir interpretadas, por la jerarquía católica) y la propuesta de los protestantes es la biblia sin intermediarios.

Yo estaría siempre de acuerdo con eso, pero lo mío no es el evangelio.

Para mí, como para los padres primerizos, o como a los hortelanos, es un alimento intelectual el escuchar sobre mi tema. Y mi tema son los viajes, qué os voy a decir. Quiero contrastar mis opiniones, saber más, redescubrir los paisajes, las calles, los monumentos.

George Borrow nos lo presenta, estoy persuadido de que es un hombre que, como yo, sabe que va a ser leído: tiene esa autoestima para valorar con palabras lo que vive, y también lo que piensa para sus adentros; se gusta, como me gusto yo. Y desde su alma espectacular escribe sus andanzas y describe los personajes paisajes y monumentos de la España que se encontró.

"Salen" un montón de lugares que se pueden haber visto en este blog, Salamanca León Astorga, Lugo, Pontevedra, Vigo, La Coruña, Madrid Andalucía..., hasta Gibraltar. Resuenan simpáticamente, como dos notas de diferentes cuerdas de guitarra, nuestras visiones de ciento ochenta y tantos años de diferencia. Me reconforta, porque me gustan los viajes de otros para subrayar los míos. 

No sé si se nota que me enamoro de los sitios y, como del amor, quiero saber más, quiero que me hablen de ella.

España sale bien parada, la mitad de los españoles también; los otros: los curas, los abusones, los estafadores y defraudadores de su confianza, las autoridades que no quieren contrariar a la iglesia papista, aunque ellos tengan interés personal bajo cuerda en el conocimiento directo de las escrituras.

Borrow es un hombre listo y culto, nos llama la atención con multitud de comparaciones con otros lugares del mundo; porque él es un hombre viajado y políglota, tiene verdadera pasión por el lenguaje, el de los gitanos, y por todos los lenguajes, incluida la jerga carcelaria a la que también quiere traducir el nuevo testamento, tiene casi tanta pasión por las lenguas como por la "palabra de dios". A veces se suelta inopinadamente con citas bíblicas, y yo creo que lo hace para presentarse ante los lectores como lo que es: un misionero piadoso derramando sus perlas.

Es curioso que los evangelistas desde 1830 estén cultivando con éxito la etnia gitana. Hoy los gitanos suelen ser evangelistas, yo pensaba que era por la importancia que dan en sus ceremonias al cantar. Según este libro sería una semilla que viene de lejos, aunque vete tú a saber. 

Muy interesante este libro viajero. Aunque los editores han cometido un error: tomar la estampa romántica de la acera del Darro, cuando no llega a ir Granada. 

Y yo que quería utilizarlo para airear un poco mi periplo andaluz...



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