Claro, que pocas denominaciones de origen pueden tener como propagandista a Edgar Alan Poe. El barril de amontillado, así ha de leerse en inglés y en todos los idiomas a los que se traduzca. Las bodegas de Montilla son enormes y la mayoría no están excavadas en la tierra, sino que son grandes edificios.
Me he leído el cuento del barril de vino amontillado de Poe, y es, como esperando a Godot, el motivo que nunca termina de aparecer: un cebo de ambrosía en el que cae un sujeto que desea catarlo y para ello se introduce en una bodega en carnavales.
No bebimos vino ni compramos vino, y ahora creo que, como todas las experiencias que dejamos de tener y lugares que dejamos de ver, me deja una incompleta sensación.
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