En Zamora criamos a nuestra hija y allí aprendió a andar y a hablar. Nosotros a criar y a ser padres primerizos y timoratos. Guardo muy buenos recuerdos de ese cultivo vital. También bastantes fotos, analógicas todavía; recuerdo que nos planteamos comprar una cámara de video, pero decidimos que mejor gastar ese dinero en hacer más fotos. No me arrepiento de la decisión.
Luego hemos vuelto varias veces, a campeonatos de ajedrez infantil, y a traer a nuestra hija a un curso de cine para adolescentes; fue la primera semana que pasó fuera de la familia. Tengo también muchas fotos digitales, pero no las tenía de este reciente panel ilustrativo de un capítulo de la historia-leyenda medieval de Zamora y tampoco de una entrada (o salida) de la muralla que queda de la "bien cercada".
Zamora conserva muchas iglesias del románico y muchos ingenuos capiteles por cada iglesia.
También reivindican la figura de Viriato, pastor lusitano que resistió a la invasión romana hasta que un traidor pagado por Roma lo mató y, muerto el perro, se acabó la resistencia. Los portugueses también reivindican la figura. Tengo una "biografía" escrita por un portugués. El cuartel de Zamora se llamaba cuartel Viriato.
El Teatro Principal y otra torre románica que está enfrente.
Calle que desemboca en la plaza de la catedral cuya cúpula gallonada, por las escamas destaca. Hay otra torre gallonada en la catedral vieja de Salamanca, sesenta kilómetros más al sur.
Más alrededores de la catedral. Después de esta hora compramos provisiones en un supermercado y comimos en un parque no muy lejos del río Duero.
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