Creo que recuerdo aproximadamente todo lo que escribí aquí a medida que se ejecutaba el procés, la DIU (DECLARACIÓN DE INDEPENDENCIA UNILATERAL) También recuerdo que por entonces en el grupo de Facebook de Cardeñosa se metieron personajes extraños a abogar por ello y a contraatacar a los que reprobábamos lo que estaban haciendo. Desaparecieron sin dejar rastro. Creo que serían partidarios del procés que, desde donde fuera, abogaban por ello, una decía apellidarse Blázquez, apellido muy corriente en la provincia de Ávila pero inexistente en mi pueblo.
Decían que no se podía meter en la cárcel a dos millones de catalanes. No, a dos millones no, -le dije yo-, pero sí a los que firmaran papeles a los que violentaran la convivencia, a los que gastaron dinerales y empujaron a la gente a intentar lo que intentó contra sus propios vecinos, y me refiero a los catalanes que quieren ser españoles, aparte de los españoles que queremos defender el derecho de esos catalanes. No sé si alguien decía que tendríamos que llevar tanques a la Diagonal, pero que Angela Merkel nos lo impediría. Muchas cosas que no fueron pero la ley estaba para castigar a los que cometieran determinados actos, no contra toda la gente que los apoyaba.
Ahora, mañana, todo lo que perpetraron los protagonistas será borrado; los que violentaron la convivencia, los que pusieron en riesgo tantas cosas de tantos siglos volverán ufanos, porque han arrancado a Pedro Sánchez y a los borregos interesados o desinteresados que le siguen, una humillante reforma legal, que han escrito ellos mismos, y que los socialistas habían prometido no hacer.
Mientras tenga memoria me tendrán enfrente. Los socialistas y los otros.
Mis banderas, que tengo dos: una que me regalaron, al Este y otra que compré, al Oeste, permanecerán ahí hasta que el sol destiña sus colores. Esta historia ha despertado al español que había en mí.
PD supongo que cuando gobierne el PP, me agraviarán de alguna manera. En 2003 hubiera podido decir, aunque no escribir públicamente, porque solo soy bloguero desde 2010, que nunca perdonaría al PP que nos metiera en la segunda guerra del golfo. Pero reafirmo que hoy todo mi odio es para el PSOE.
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