viernes, 10 de mayo de 2024

Toro sorprendente ciudad.


 El primer año de mi carnet de conducir allá por el 92 o 93 ya visitamos Toro. Después hemos vuelto no sé si una o dos veces, en los años que residimos en Zamora, por lo cerca que estaba. No obstante, ahora otra vez, nos volvió a encantar su hermosura e historia. Fuimos desde Zamora por el Sur del Duero y lo cruzamos por un puente de hierro.

No sé quién de los dos exclamó "como los Puentes de Madison"


Dije que el pórtico de la Colegiata de Toro es policromía de la fina, aquí lo tenemos.

              No he visto cosa igual. Merece la pena ir a Toro solo por enfrentarse a esta maravilla.




Ahí está la Colegiata como surgiendo de la tierra


No recordaba haber visto esta figura. Resulta ser el toro que da nombre a la localidad, como bien recoge la chapita del pedestal. Un ejemplar poco lucido pero con más significado que otros.


Este surco ya tiene sus siglos, tampoco me cabe duda. El nombre del pueblo también tiene unos cuantos (en la época de los Reyes Católicos ya hubo una importante batalla de Toro) y supongo que la veneración o respeto al símbolo prerromano en la era cristiana vendrán de antes. Pienso que el surco lo haría algún romano, como pasa con la inscripción que hizo alguien de esa época en uno de los celebérrimos Toros de Guisando.

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