En España durante muchos años hubo una banda terrorista, (la ETA) que propugnaba la independencia de las provincias vascas y la anexión de Navarra a ese proyecto independentista. Mataron a más de 800 personas, pero dejaron heridas a muchas otras, fisica y psicológicamente.
Hay 12 miembros del Partido Socialista Obrero Español que fueron asesinados: Germán González López, Enrique Casas, Vicente Gajate, Fernando Múgica, Francisco Tomás y Valiente, Fernando Buesa, Juan María Jáuregui , Ernest Lluch, Froilán Elespe, Juan Priede, Joseba Pagazaurtundua e Isaias Carrasco, y lo fueron singularmente: alguien siguió sus movimientos y uno o varios matarifes ejecutaron el crimen. El suelo se manchó de sangre roja. Todos nos estremecimos. La organización terrorista jugaba una partida de ajedrez para desestabilizarnos y jugaba con balas y explosivos con los que destruían órganos vitales de gente de todos los partidos y profesiones para lograr su "sagrado" fin.
La democracia española admite que sus herederos políticos se presenten defendiendo aquel proyecto, es lícito recabar votos para ello. Yo no lo niego.
Lo que no es lícito, a mi modo de ver, es que el actual PSOE, olvidando lo que pasaba hace poco más de diez años, en que los terroristas fueron desarticulados gracias al trabajo de mucha gente, que no se rindieron ni pidieron perdón, que aún homenajean a los asesinos que vuelven a sus pueblos después de cumplir su condena, cedan ahora con sus votos una institución tan importante y simbólica como el ayuntamiento de Pamplona a esa formación política, cuando siempre dijeron que nunca cruzarían esa línea roja de sangre, de la sangre de sus 12 compañeros y de los ochocientos más que fueron calculadamente asesinados sin pararse a pensar en todos los demás daños colaterales que produjeron sus bombas y aquel miedo que teníamos todos.
Ayer era el día de los santos inocentes, que recuerda que Herodes por tratar de eliminar a Jesucristo mandó matar a todos los niños de su edad. Para mí los santos inocentes del PSOE son Germán González López, Enrique Casas, Vicente Gajate, Fernando Múgica, Francisco Tomás y Valiente. Fernando Buesa, Juan María Jáuregui , Ernest Lluch, Froilán Elespe, Juan Priede, Joseba Pagazaurtundua e Isaias Carrasco.
Yo ni olvido las promesas, ni olvido a esta pobre gente cuya muerte señalada, calculada y ejecutada nos dio un mal día a los españoles, mientras los terroristas lo celebraban con champán o con cava catalán (parece que esa era su costumbre)
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