Aún se acentuaba diacríticamente cuando significa "todavía". No sé si lo habrán cambiado en estos últimos años.
Aún no se nota que hayamos doblado el equinocio. Esta mañana sobre las ocho parecía que había menos luz que ayer aquí en Béjar, el tercio oeste de la península Ibérica. He oído, (o creo sin mucha fe) que por las mañanas sigue reduciéndose la luz, mientras que se empieza a ganar más por las tardes.
Los viejos de la edad de mi padre decían: "para Reyes ya se conocen las tardes". Espero ese renacer de la luz, este otoñinvierno ha sido muy duro para mí moral. Tampoco ignoro que dentro de seis o siete meses vendrán los calores y desearé que aparezca el frío.
Pero quiero ya más luz, que renazca de esta noche estirada. Quien vive en Suecia o en Canadá me dirá que ¡ya me vale!
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