Llego al club de los sesenta y una mano trae la cuenta
Silvio Rodríguez
Creo que la canción de Silvio acusaba recibo de la suma al llegar a los cincuenta, en eso quizá le lleve ventaja. Siempre andamos mal de memoria pero no recuerdo la transición a la cincuentena tan tortuosa como esta que me aproxima a los sesenta.
Me despierta un molesto dolor de espalda a las tres de la noche. Hace frío en la habitación donde duermo; ayer conduje bastantes kilómetros, de Ávila a Madrid, de Madrid a Ávila y de Ávila a Béjar, pero anteayer estuve haciendo en Cardeñosa grandes esfuerzos con unas grandes tijeras de podar ramas de mis árboles, hacía frío y no calenté, además se me olvidó la faja.
Me duele la espalda: no debo quejarme, a todos los guitarristas que conozco les pasa, además soy hortelano, manejo pesos y el viernes también podé árboles en mi huerto de Béjar, y creo que, como iba a ser en principio una hora, tampoco me bajé la faja.
Pero si la he comprado hace años es porque la necesito. Cada vez que no la uso me pasa la factura el señor dolor. Es como cuando dejé el café, las veces que he vuelto a picar me viene la factura del insomnio salvaje.
Uno ya no vale para muchas fatigas si es con la espalda, pero también con otras partes del cuerpo; llegar al proceloso mundo de los achaques es un penoso desembarco. El sábado pasado (hoy es lunes) tuve una larga reunión hereditaria con cambios de impresiones que a veces parecieron discusiones y enfrentamientos. Las palabras y los argumentos me retumbaban y me dieron mala noche, peor con la perspectiva de los viajes que me esperaban ayer. Tampoco valgo a estas alturas, para las contradicciones y los contraataques verbales, es una murga que se me agarra y me socava la tranquilidad; y para eso no hay faja.
FAJARSE
-dedicarse una persona con mucho ahinco a realizar una tarea
-enfrentarse dos o más personas en una pelea
-ceñir o rodear con una faja a alguien o algo
Sigo sintiendo la espalda, dolor de riñones, también puede ser algo peor que muscular porque lo siento dentro, escorado a la derecha. No quiero hacerme mala sangre, pediré cita para el médico, pero hace unos meses la pedí y para cuando me la dieron el dolor había desaparecido, (burlas de la cuenta del abultamiento de años).
Mejor no dar vueltas ni buscar en internet enfermedades que comienzan por un dolor de espalda.
Hubiera debido fajarme en la tercera acepción que aquí figura, pero eso ya yo tiene remedio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario