Andan las cosas mal en la vieja España: en el Congreso de los Diputados parlan lenguas que necesitan traductor, se deciden cosas de nuestro reducido país en lugares como Bruselas y Ginebra, se perdonan despilfarros autonómicos gastados en embajadas para la promoción de su independencia, la televisión española se ve invadida cada vez más por la lluvia fina de idea de que somos una sociedad de naciones...
Pero mi algoritmo, cuyas operaciones matemáticas ya sabrán que estas cosas me deprimen, me envía canciones magníficas de artistas de mi lengua que se expande todos los días en hablantes, en artistas, en músicos, y me lo hace saber gloriosamente.
Son las siete treinta y cinco de la mañana y me despierto con una canción de Piazzolla de su ópera María de Buenos Aires, y creo que es mejor vivir con la alegría de mi algorimo terapéutico, que me da lo que entiende que necesito. https://www.youtube.com/watch?v=cl7leMq9wBI
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