domingo, 3 de agosto de 2025

Memoria histórica.

Un amigo mío, hace ya tiempo, para vilipendiar hiperbólicamente a otra persona decía "está situado políticamente a la derecha de Torquemada".

Fray Tomás de Torquemada es el paradigma del inquisidor. Fue el Inquisidor General en la época de los Reyes Católicos, coincidiendo con la expulsión de los judíos, en fecha tan requetehistórica como 1992. En el libro que estoy leyendo se le atribuye la redacción del decreto de expulsión.

Pues Ávila le tiene dedicada una calle. Ávila capital, donde nunca ha gobernado la izquierda, honra a este alentador de autos de fe, con cremación en vivo de los condenados. No es extraño que una ciudad tan conservadora tenga este reconocimiento, pero existe una razón material y no es pequeña ni despreciable.




A las antiguas afueras de Ávila en esa época se edificó en esos años en estilo isabelino, con las bolas que representan la conquista de Granada, con el escudo del Águila de San Juan, que adoptaría Franco, el gran monasterio de Santo Tomás. (Hoy ya está rodeado de edificaciones) Lugar tan preferido fue de los Reyes Católicos que en él mandaron enterrar a su hijo primogénito, que murió -dicen- de pasión amorosa, en la ciudad de Salamanca donde se hallaba recién casado con una Margarita austríaca (o borgoñona, no sé bien).


Tras este altar de dos pisos que representa la unión del cielo con la tierra, tiene un hermoso monumento funerario donde hoy ya no está el infante difunto, los franceses que nos invadieron en la primera década del siglo XIX lo desmontaron sin cuidado (y deterioros bien visibles quedan de ello) buscando joyas o armas que se hubieran enterrado con el personaje , y una vez que los expulsaron de nuestro país la coalición formada por ingleses, portugueses y españoles ya no se encontraron restos que colocar, pero volvieron a montar el monumento que, por tanto, se ha convertido en un cenotafio.

El monasterio de Santo Tomás es verdaderamente precioso y en él se ha rodado una película que yo sepa El Rey Pasmado, y también, hace tres décadas y con gran aparato, se entregaron por el Rey Juan Carlos I unos premios nacionales de cultura. Yo, que vivía cerca, salí a olisquear y vi por la calle a Emilio Aragón hijo, que iba a presenciar como el Rey le entregaba un premio a su padre, Miliki.

Los abulenses deben esta joya de estilo isabelino, sus claustros y sus terrenos, al celo inquisidor del famoso fraile Torquemada pues 

Una de las disposiciones más significativas del inquisidor general fue aquella de que los fondos de las confiscaciones no pudieran beneficiar a nadie, sino que debían invertirse en la edificación del Monasterio de Santo Tomás -era su propio nombre y también del apóstol de la duda- que se instalaría en Ávila y al que nunca se admitirían conversos o sus descendientes.

Esto está escrito en esta prolija biografía de Isabel la Católica de Luis Suárez, y para mí es una cumplida explicación a la calle. 


El libro está muy bien, no solo sale escrito el nombre de mi pueblo: Cardeñosa, sino montones de sitios de España de Francia y de Portugal que hemos visitado en este blog. 

Gusta encontrar escritos e historiados lugares que uno ha visitado ya.

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