Tuvimos la suerte de encontrar un lujoso alojamiento no muy caro y con desayuno incluido. No me gusta eso porque tendemos a abusar de lo que ponen a nuestra disposición. Lo hacemos todos, los extranjeros con especial avidez, pero yo procuro sujetarme, a veces da vergüenza comportarse como niños.
La única muestra de enfermedad mental es este tipo que en un pueblo tan bonito y cuidado se dedicó a pintarrajear su casa con delirantes mensajes. Se trata de un exlegionario, que agradece algo a los "legías", que es como coloquialmente se les llama. Lo fotografiamos por si alguno tenéis vocaciones psiquiátricas.
En muchos lugares se echa de menos el sonido de una guitarra en la noche. Debe ser un placer tocar aquí.










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