Sayago es el suroeste de la provincia de Zamora, zona pobre aunque no de trabajadores. Presenta a los visitantes unas peculiares paredes de piedra que combinan unas grandes losas hincadas verticalmente y una mampostería que las rodea y abriga. Son irresistibles para cualquier ojo de fotógrafo que se precie, más aún en primavera.
Supongo que se hizo de la disponibilidad virtud. La base de las paredes, o su fundamento, son las piedras hincadas. Al cortarlas se generarían pequeños despuntes que se utilizaron de relleno. Una vez que funcionó este hallazgo estético se iría copiando. Hay cientos, quizá miles de kilómetros de paredes de este estilo. Ignoro hasta donde llegará en el oeste de Zamora o tras el Duero en Portugal, pero al otro lado del Río Tormes ya en la provincia de Salamanca, también se extendió esa manera de cerrar fincas. O se creó: el caso es que también hay.
Por no seguir aburriendo con paredes de fincas aquí presento otra modalidad de pared que salta a la vista en Roeles de Sayago y que podría definir yo como incaica o cuzqueña, aunque los incas eran más perfeccionistas en cuanto a las juntas y con la sillería más pulida y abombada. No quisiera enemistarme con ningún peruano, que algunos son muy susceptibles.
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