No pretendo influir en los que vivís aquí. Cada cual ha podido informarse con los medios que ha querido, incluso contrastar ampliamente.
Los que vivís fuera también podríais hacerlo, pero a vosotros os invito a mi opinión si queréis leerla.
Pedro Sánchez perdió las elecciones generales de julio de 2023, pero no dudó en echarse en brazos de Bildu que es la heredera de Herri Batasuna brazo político de ETA, cuyo líder Arnaldo Otegui ha estado en la cárcel por ello. Los otros son los partidos independentistas catalanes, de los cuales uno de los líderes está prófugo de la justicia y se llama Carles Puigdemont, y el otro Oriol Junqueras está indultado aunque inhabilitado por veinte años para el ejercicio de cargos públicos.
A cambio de sus votos para la investidura Pedro Sánchez va a hacer lo que hace unos meses negó que haría:darles un indulto a todos los implicados en el proceso soberanista que culminó con una declaración de independencia en el parlamento regional catalán durante siete segundos, porque Puigdemont se retractó en ese tiempo, un amago, como ha sucedido hoy.
Lo de hoy es que el jueves, aparentemente sorprendido por la apertura de diligencias previas contra su mujer, el presidente Pedro Sánchez mandó una carta pública por la red social de Elon Munsk diciendo que se estaba pensando en dimitir, y que se daba un plazo de cinco días para hacerlo, con lo que ha cancelado su agenda este tiempo.
Nada ha cambiado, salvo que en tiempo récord, la fiscalía (que él mismo afirmó que depende de él) interpuso un recurso ante la Audiencia Provincial de Madrid, cuando lo normal hubiera sido interponerlo ante el propio juez instructor. Yo he trabajado en la justicia y he esperado muchos días papeles e informes que estaban en fiscalía y que necesitábamos para trabajar. Para mí la igualdad ante la fiscalía está muy en entredicho.
Los hechos por los que su esposa está siendo investigada son varias reuniones con miembros de la trama de las mascarillas, uno apellidado Aldama, que también trabaja con otro apellidado Hidalgo, cuya aerolínea fue rescatada por varios cientos de millones por el gobierno de Pedro Sánchez. Su esposa tenía un cargo para el que esa misma empresa arruinada creó una empresa llamada Wakalua, para "untarla" decimos aquí, hacerle gasto, inyectar dinero en sus proyectos.
La imprudente mujer del presidente del gobierno también presuntamente avaló con su firma a otra empresa de un tal Barrabés, que era su profesor de esquí, para que recibiera del gobierno un contrato de 17 millones de euros. Las condiciones que ofrecía esa empresa eran menos interesantes que las de sus competidores, pero la valoración en el concurso de la firma de la señora hizo que se lo dieran a esa empresa. El contrato lo aprobó el consejo de ministros sin que Pedro Sánchez se abstuviera nunca ni en el caso de estos 17, ni en el caso de la Aerolínea Air Europa, con cuyo dueño la esposa reunió repetidas veces.
Este fin de semana el PSOE ha fletado autobuses para que los simpatizantes fueran a Madrid a pedirle a Pedro Sánchez que no dimitiera. Tan solo han logrado 12.500 personas de entre 48 millones que somos y quizá medio millón de militantes que tenga el partido. Las cifras las ha dado el propio gobierno.
Al final no dimite, ni se somete a una votación, ni nada.
De entre los hechos que son repetidos desde hace meses por la prensa solo se ha negado uno, porque era falso: se refería a una subvención otorgada a otra persona con los mismos nombres y apellidos que la esposa del presidente del gobierno. Nadie se ha molestado en negar lo que yo he expuesto aquí arriba, pero aquello lo negaron enfáticamente, como es lógico tratándose de un hecho falso. Lo que yo he expuesto se afirmaba por varios medios de comunicación antes y se ha seguido afirmando después.
Yo creo que es lógico que la fiscalía se hubiera hecho eco de esas noticias y hubiera promovido su investigación.
A mí me da vergüenza que nos gobierne gente así.
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