viernes, 12 de abril de 2024

Libertad no es libertinaje

 Mis once años marcan la muerte de Franco y el inicio de la transición política en España. Recuerdo, mientras crecía, haber oído muchas veces a personas mayores, y a algunos jóvenes de entonces, esa cantinela de "una cosa es libertad y otra libertinaje". Se tenía miedo de la libertad, se tenía miedo del infierno, y también se tenía miedo de que los militares dieran otro golpe de estado como en del 36.

Hoy no se tiene miedo de nada social, a veces mi mujer y yo vemos un programa llamado Frist Dates, donde hay muy poca vergüenza de la de antes, y donde no existe libertinaje porque esa palabra murió, la gente habla de tríos, de relaciones abiertas, de poliamor y, por supuesto, toda combinación sexual es válida, y cualquier ostentación en ese campo aceptada y permisible. (Yo diría que incluso alentada por el programa)

Mucha de la libertad de ahora era el libertinaje de antes. Pero siempre la gente joven va a querer romper costuras, y lo que antes era pura vanguardia "avant garde" delante de la guardia, avanzar a campo abierto, desguarecido, ahora es algo corriente. No sé si era necesario avanzar tanto para que la gente estuviera bien consigo misma, pienso particularmente que algunos casos son la extravagancia por la extravagancia,  pero si hay demanda yo no le limito la libertad a nadie: si su exhibicionismo y sus besos de tornillo en primer plano me estomagan siempre puedo evitar mirarlos, irme a otro sitio, cambiar de canal.

Existen fronteras aún poco exploradas: creo que no es delito que los hermanos tengan sexo entre ellos, ni tampoco los padres y los hijos, ni tampoco tríos o cuádruplos entre toda la familia. Aunque eso habrá sucedido en la historia, y probablemente de forma espuria, porque el padre libertino haya querido imponerse, todavía no he visto a nadie que presuma de eso. Creo que a 12 de abril de 2024 si saltara algún caso a la palestra la mayoría de la gente lo vería muy mal, aunque no sé mucho de la visión de los jóvenes que vienen.

*Tampoco Hacienda los considera a los hermanos unidad familiar. Porque hay hermanos que viven juntos y podrían desgravarse haciendo una declaración conjunta como un matrimonio. Económicamente lo son. Yo conozco un caso cercano que lo pretendió a finales del siglo pasado, pero Hacienda no se lo permitió. Les dijo que no eran unidad familiar, aunque tuvieran las cuentas conjuntas y hubieran convivido en la misma casa, en la misma familia desde que nacieron. Estoy seguro, por otro lado, de que nunca se acostaron juntos ni tuvieron ninguna relación incestuosa, que es a lo que íbamos en este artículo.

Luego está la frontera de la edad. Creo que acostarse con una chica de menos de trece años es delito en España aunque ella consienta; aunque grabara un vídeo diciéndolo o fuera al notario a declarar que quería libremente hacer el amor con un hombre de veinticinco. Lo mismo sucedería si una tía de veinticinco se acostara con su sobrino de 12 y tuvieran roces libidinosos. Y quien dice eso también puede decir bacanales consentidas con menores. Sería delito de cárcel.

Yo voy a cumplir sesenta años y nunca he sido infiel ni a mi novia ni a mi mujer, que son la misma persona desde el año 85. En algún momento me parecía una tremenda aberración y evité las oportunidades que me surgieron aunque mi cuerpo lo hubiera apetecido. Hoy quizá tengo la mente más "abierta" y no me parecería tan grave o trágico aquello, pero no lo sé, sospecho que sentiría que quebraba algo. Si hubiera nacido en el siglo XXI tendría otras ideas y habría tenido otras opciones, pero no lamento mis represiones, ni las que me impuso la sociedad, ni las que acaté yo mismo. Dieron a mi vida un sabor que me ha gustado. Ignoro si habrá poliamores amargos, engaños o desazones consecuencia de un hedonismo con pocos límites, aunque pienso que en general con el tiempo, casi todos, se arrepentirán de haber cacareado muchos avances poco contrastados.

De lo que estoy seguro es de que seguiremos viendo muros derribados por la vanguardia de la libertad, o del libertinaje.

Esta imagen de Gustav Klimt en otro tiempo me habría excitado, o me habría dado asco, Actualmente como ejercicio, tal y como lo vemos: sin carnes rojas, rosadas o mates, me parece arte, y no mal gusto, y ni siquiera me ha excitado. He evolucionado con la sociedad, pero no la pondría en ninguna pared de mi casa, salvo que me dieran el original que está en algún museo de Viena. Pero sería por presumir de tener un "Klimt".


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