Con la pared típica de la zona en primer y en segundo plano vuelvo a presentar este pueblo con una curiosa iglesia donde se recreció el ábside del altar para conseguir una mayor profundidad y también lograr una sensación de movimiento divino cuando la gente se acercara a comulgar. Así lo he percibido yo en otros lugares al acercarme, como un mareo al mirar a la divinidad allí representada. La iglesia no estaba abierta así que no pude comprobar esto que mi experiencia afirma.
La fachada norte de la iglesia parece como si tuviera una raya para jugar al frontón. Desmiente lo que digo el pequeño rosetón del centro; pero vete tú a saber, a lo mejor está bien protegido.
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