La grasa es uno de los materiales que más ensucia, pero si se le somete a un procedimiento químico: mi madre hacía jabón casero con sosa cáustica y grasas, creo que el industrial es parecido, resulta que es lo que mejor limpia el cuerpo, la ropa, el suelo.
Yo soy un poco soberbio y desprecio los programas de cotilleo, incluso últimamente huyo de los programas de discusión política. Habitualmente me ensucian la cabeza con tonterías o con faltas de educación, crispación, iras. Sin embargo admito que me gustan los programas de viajes, de arte, las buenas entrevistas o biografías de gente interesante. Pero estos programas no son convenientes en determinadas situaciones mentales.
Hoy tuve un serio disgusto jurídico-económico. Una agarrada, quizá además la culpa la tuve yo por ir de "sobrao" por la vida. Me escuecen los pensamientos, quiero relajarme y lavar mi cerebro para que no se retuerza y se golpee contra las paredes del cráneo. Lo mejor es esto. Cotilleos, o lo que he utilizado yo: la sesión de control parlamentario del Senado, me ha encrespado, me ha llenado de espuma como el jabón, pero he salido más limpio, más distraído del enjambre personal que me ocupaba.
Cada uno utiliza el jabón mental que le interesa para sobrevivir, algunos ven películas de terror, o de acción, otros se ocupan de la vida y miserias de los famosos, otros sufren-gozan con su equipo preferido.
No todo va a ser leer a Luis Landero o escuchar a Bach. Ahora mismo hasta que supere este episodio no puedo leer porque cualquier razonamiento me podría empujar a esa situación en carne viva que quiero aislar y preservar.
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