Teníamos que permanecer la noche del sábado y el domingo en esta ciudad para, el lunes (día laborable bajo un puente) buscar un taller que nos arreglara el coche. Durante todo ese tiempo flotó la pesadilla de pedir que una grúa se llevara nuestro coche hasta Béjar y nosotros tomar un autobús desde Astorga a León, otro desde León a Salamanca y otro desde Salamanca a Béjar.
Pero como nada podíamos hacer en cuanto a mecánica, elegimos disfrutar estos dos días en una ciudad bien bonita que nos permitiría reencontrarnos con Ron La La como descubrimos tras ver que actuaba esa misma noche.
El edificio de piedra clara es el Palacio Episcopal que mandó construir un obispo catalán y para ello lo encargó a Antoni Gaudí. Los astorganos, de todos modos se sienten más orgullosos de su catedral, por lo que hemos podido comprobar.
Portada Sur del edificio catedralicio, donde mañana podremos ver una curiosa ceremonia que nos fue dado presenciarDetalle de la fachada principal, que da al Oeste.
Subimos a la Torre, desde donde hicimos las fotos que pudimos aunque en muchas nos salía una malla que seguramente ponen contra las palomas o contra los humanos suicidas, pero pude meter el pequeño objetivo de mi cámara para ver el patio Sur y un poco del palacio episcopal. La entrada a la Torre cuesta dos euros, pero no son tan rentabilísimos como los pagados hace un mes en Cádiz.
La fachada es impresionante, y con las diferentes luces que rebotan en sus piedras me invitó a fotografiarla muchas veces a lo largo de nuestra estancia.
Yo creo que esto es barroco o neoclásico. En cualquier caso su hermosura salta a la vista.
Portada oeste aprovechando los colores de la luz nocturnaUna Catedral también sirve mucho para orientarte en una ciudad desconocida.
El cimborrio o ábside al Este o mirando a Jerusalén como la mayoría de las iglesias. Arriba hay una estatua que representa lo Maragato, ya os buscaré quién es.
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