A todo el mundo, y con razón, le entusiasma "El llano en llamas" de Juan Rulfo. Esta obra que hoy comento tiene la misma música. Y también es breve, esencia que es de agradecer.
Mi voracidad compradora hace que haya traído a mi casa dos traducciones distintas, voy a leer la segunda a ver si me gusta tanto como la primera.
Es una historia, como las de Rulfo, llena de sed, de cuerpos enjutos, de violencia, de caciquismo rural, de trágica determinación, de parábola.
A pesar de que es considerada una obra maestra, el final se precipita un poco y no se termina de entender bien, hube de releerlo para ver que, efectivamente, no me había perdido nada.
Se trata de un escritor de izquierdas, de izquierda latinoamericana, con algún recadito de leyenda negra contra España, que es tan imprescindible como la sal entre los condimentos. Rezuma tristeza, rezuma Buñuel, rezuma injusticia porque para los pobres ni siquiera sirve un golpe de suerte. Puede que para algún lector agorero rezume también el pesimista castigo por no agradecer a dios el regalo recibido.
La perla es un regalo amargo.
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