Cuando aún no había terminado la carrera estuve varios meses
de pasante en un despacho de abogado. (Por cierto, tenía un ordenador Amstrad con
un sistema operativo del mismo nombre en que había que poner extraños comandos
para actuar, fue un eslabón perdido de la informática) Debieron gustarle mis
primeros razonamientos jurídicos porque me enseñaba todos sus casos para que le
argumentara.
Una vez, nosotros íbamos con el empresario, me dejó uno de un
accidente de trabajo mortal: un obrero se había electrocutado un sábado por la
tarde en la finca de nuestro cliente, manejando una radial o amoladora. Yo me
puse a argumentar sobre la imprudencia del obrero que no revisó, que lo hizo en
un terreno húmedo y que eso contribuyó… bla bla no sé si me habían puesto sobre la mesa hasta
las instrucciones de la máquina; tenía ya bastante escrito cuando me di cuenta
de que mi padre manejaba en su trabajo una radial y una pulidora que pulía
lanzando además agua, mi padre usaba un mandil de plástico y botas de goma,
pero muchas veces había agua en el suelo. Me detuve.
Cuando vino el abogado le dije la razón de no haber escrito más, y él me argumentó que
el muerto ni siquiera estaba trabajando para su cliente, que como era un obrero
de confianza nuestro cliente le dejaba entrar y utilizar las herramientas para
hacer sus chapucillas, por eso era un sábado por la tarde, estaba trabajando
para otros, ¡mira qué mala suerte!
No estoy seguro, pero creo que no me convenció mucho. Tampoco sé si se inventó esta información adicional (ahora pienso que sí). De
lo que estoy más cierto es que se guardó el caso porque no volví a saber de
aquello.
A pesar de lo que me costó acabar la carrera de derecho,
nunca he sido abogado. Vi que era ser como un perro de presa: muerde a ese que
es malo, defiéndeme de estas obligaciones, ataca estas otras.
Acabo de escuchar en Radio Clásica, que es la única emisora
que me dejo sintonizar desde hace unos días, un programa sobre ciencia y música
llamado “Longitud de Onda”. Hoy está dedicado a la mentira (Ayer invistieron a
Sánchez, no sé si les costará cara esta coincidencia)
He oído que los humanos no buscamos la verdad, sino justificar nuestros pensamientos, o incluso nuestros errores. Sabemos lo que queremos y nos “bajamos” del
ordenador de nuestro cerebro argumentos para defender qué es lo que hemos
decidido o lo que hemos hecho sin pensar. Nos cuesta mucho reconocerlo pero es
así: tenemos un abogado en el cerebro que nos defiende de nuestros errores ante
los demás y ante nosotros mismos también. Es más, parece ser que la mayor parte
de nuestros raciocinios se dedican a eso, a apuntalar lo que nos interesa, a anatemizar lo que está al otro lado.
Por cierto mi impresión es que los jueces de paz y de guerra que he tenido a mi
lado eran bastante prejuiciosos, ya sabían con quién iban en el partido de
fútbol que iba a juzgarse en la sala de vistas, es decir antes de ver las pruebas y escuchar a los testigos.
España tiene muy pocos premios nobel de ciencia. Dos. Muy pocos
científicos y muchos abogados, por eso admiramos a los países que tienen
científicos, tenemos mala conciencia, incluso complejos tercermundistas.
No nos enseñaron a buscar la verdad sino a defenderla.
Así me pasó al llegar a Mombeltrán que miré el registro
civil de después del 18 de Julio del 36 y solamente encontré
asesinados por los republicanos. Entonces decidí que no me valía la pena
estudiar la guerra civil. Afortunadamente cambié de opinión, me abrieron los
ojos, porque efectivamente los nacionales mataron más gente que los republicanos. Comencé a buscarlos, aunque la única quema de cultura en una plaza pública la hicieron republicanos
que sacaron los libros de la casa de un cura para prenderlos fuego, yo seguí
estudiando científicamente, buscando antecedentes y testimonios de ambos lados.
Fue fundamental en mi vida esta experiencia, no dudo de que seguiré teniendo
prejuicios, todos los tenemos, pero desde entonces he contratado a otro abogado
para que me defienda de ellos.
Me quedo con esta frase del programa.
“Usamos nuestro raciocinio fundamentalmente para ganar en
las discusiones”
Y ya escribo bastante sobre la amnistía en la página de
Facebook “Españoles contra la amnistía”
No hay comentarios:
Publicar un comentario