El altar, santuario, o baldaquino con muchos brillos rutilantes.
en este viaje necrológico no podíamos dejar de visitar a este músico de los billetes marrones de veinte duros, que pasa por ser la figura máxima de la composición musical española. Era un fanático de la limpieza y muy religioso también. Está en una cripta.
Al estar el techo lleno de fino trabajo de yeso y en previsión de que algo se pudiera caer sobre la gente tienen una malla para recoger los eventuales trocitos. La luz era protagonista de aquella mañana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario