lunes, 2 de junio de 2025

Románico del camino del románico.

 En la puerta del Perdón de la iglesia de Santiago de Villafranca del Bierzo hay una bella imaginería.

                    Aves, no sabría precisar cuáles, ni qué historia quieren recordarnos.

Yo diría que son leones, pero vete a saber si no serán ovejas. Lo otro parece un ave con cabeza de rey coronado.

Esta creo que me la sé: los tres reyes magos que vienen a adorar. 

aquí un ángel parece avisar a tres personajes que estaban dormidos bajo una misma manta. Me aventuro a decir que fuera el que avisó a la Sagrada Familia: Jesús María y José, de que huyeran a Egipto pues iban a degollar a los inocentes buscando a este "rey" recién nacido; pero seguro que hay mucha biblia que no conozco o no se me ocurre ahora. 

Supongo que es Cristo con las tres marías, dos que perdieron su cara, y su discípulo favorito San Juan, que la conserva con barba a la izquierda. Me llama la atención que este cristo esté con los clavos de las manos en la muñeca y no en la palma de la mano. Parece ser que clavándolo en la muñeca sí se soportaría el peso de un cuerpo, mientras que haciéndolo en la palma, el peso del cuerpo haría que se desgarrara y se viniera abajo. Esto lo escuché por primera vez en los comentarios sobre la Sábana Santa, que tiene la cicatriz en la muñeca, lo que resulta más veraz. La cara de la supuesta "maría" de a derecha tiene un tocado raro como de labios de un besugo y un ojo. 

En mi conversación con el chiapaneco le dije que, porque tenemos suficiente con España Francia Portugal e Italia, unido a lo mal que lo paso yo cuando descienden los aviones, no tenemos pensado ir a México, ni al resto de lugares. 
Ciertamente habrá piedras con símbolos diferentes de sus mitos y religiones, que no nos vamos a molestar en aprender. Sucede lo mismo en Angkor, reconociendo su mérito artístico o arquitectónico, hay que hacer un gran estudio para comprender la historia que nos cuentan. Con la imaginería y nuestra cultura religiosa cristiana nos sobra para satisfacer el paladar. 


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