Mondoñedo es un pueblo de la Galicia profunda, patria chica de un escritor famoso llamado Álvaro Cunqueiro, donde se habla y se escribe en castellano y en gallego. Sigo fotografiando esquelas porque cuentan bastante de la idiosincrasia de los lugares.
Cuando quieren que te enteres bien de algo tanto en Vascongadas como en Cataluña o Galicia utilizan el idioma castellano. Además de que casi todos o la mayoría de los camareros van a ser hispanoamericanos, ¿para qué marear?
En Mondoñedo presumen de tener la tarta mejor y su mítico pastelero es el rey de las tartas.
Esas tartas multicolores son las típicas, mi mujer se quedó con las ganas de comerse una, costaban cuatro euros, pero yo no quise ni debo acompañarla en vicios tan nocivos para un diabético.
comenzamos entrando por el suroeste y llegamos a un jardín explanada presidido por esta iglesia remozada en el siglo XVIII.
Eso dice la inscripción de la puerta
Mondoñedo no es que sea pequeña, es que tiene los alrededores metidos en la ciudad con lo cual parece un pueblo. A diez pasos de la iglesia está este gallinero con un gallo galleando que se me metió en la sombra y por eso no lo distinguimos bien.
Templete de la música a otros veinte pasos. Al fondo se ve un espectacular viaducto, Galicia está llena de ellos.
Casa modernista.
Hospital antiguo y moderno con dos espectaculares coníferas y un retablo hiperbarroco en granito.
No había cartel así que no os puedo decir el nombre del árbol
Es muy difícil trabajar el granito, en relieves o estatuas que sobresalgan, más a cincel o a puntero como se labró esta obra de arte, porque si se quiere hacer mucha filigrana lo normal es que se desprenda con los golpes. Esta obra está al límite de las posibilidades, con lo cual me da por pensar que hasta pudiera ser una piedra caliza y no granito.
Un poco más abajo está la catedral, pero hoy solo os la presento. Mañana la veremos en profundidad.
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