miércoles, 11 de junio de 2025

La Playa de las Catedrales.

 Un poco más arriba de Mondoñedo está el mar Cantábrico que esculpe la única playa en España en la que hay que reservar con antelación entrada. Se ha puesto de moda contemplar su belleza, y la gente no planta sombrillas ni se alquilan tumbonas. Es un puro goce estético.


No tiene sentido que se llene de gente cuando baja la marea, porque cuando sube se inunda toda ella de mar. Nosotros tuvimos suerte (nos asustó un poco el hombre del hotel de Mondoñedo) de que la marea alta llegaría a las 12 de la mañana, pero mucho antes comienzan a echar a la gente.

Así que madrugamos y sin siquiera desayunar nos plantamos allí con el coche a las ocho de la mañana. Había más gente que madrugó para ver el espectáculo. Otros no madrugaron tanto y cuando nosotros nos íbamos soportaban la tensión de que los encargados de la seguridad estaban poniendo cartelitos invitando a salir en poco tiempo pues la marea iba a anegar toda la playa y convertirla en un puro acantilado.


Aquí debajo está, solo hay una entrada accesible para el público.
Solo había unas pocas huellas de gentes más madrugadoras que nosotros, pero todos habían ido en la misma dirección.
Nosotros fuimos para el virgen lado contrario.




Casi todos eran extranjeros y aficionados a la fotografía.


Se me ocurre que la llaman playa de las catedrales por estos a especie de arbotantes.


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