Es una iglesia-museo-almacén. No tiene la riqueza de la colegiata de Toro, pero merece mucho la pena.
Un extraño retablo que parece una colección de cromos. No sé si es que fue siempre así o es que quemarían el original y luego lo han completado con imágenes que venían de otras iglesias.
Nos colamos en la sacristía, aunque no estaba bien iluminada.
con poca luz fotografié furtivamente a este clérigo enano,
algo mejor me salió este dinámico arcángel San Miguel
y la infalible santa Teresa mirando a la araña de luz.
y una virgen con un querubín sosteniendo la luna.
y un cura asesinado en la guerra, pero no tuve pulso para que podamos leerlo
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