Y después también. Es una localidad de Albacete a la que llegamos al atardecer de un lunes, con las habituales prisas por encontrar alojamiento, previa comprobación de que valía la pena pasar la noche allí.
Y bien lo valía. Yo había visto en foto estas curiosas construcciones, pero como me pasó al ver la fachada de la catedral de Murcia, me sobresorprendió, porque "no es lo mismo".
Estas dos torres enfrentadas conforman una de las imágenes más conocidas de las plazas singulares de España, pues están en una plaza. La de la izquierda es la torre de la iglesia parroquial, y la de la derecha, (la del reloj) es el edificio para guardar los cereales, la alhóndiga, el pósito suele llamarse entre otros nombres. La torre se llama del Tardón, no sé si será por el relativo paso del tiempo.
Aquí vemos la iglesia o una capilla, renacentista-barroca.
Y esta es parte de la plaza que es porticada en buena parte.
Esta es la portada partida de la iglesia. Un santo sostiene un cristo mutilado, sospecho que de la guerra iconoclasta, que también tocó aquí.
El tenista Carlos Alcaraz no nació aquí, pero sí el gran arquitecto Andrés de Vandelvira, que nos persigue y perseguimos, a veces sin darnos cuenta.
Vista abarcadora también de las torres, la cabeza de Vandelvira y parte de la alhóndiga.
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