Vivo al borde del campo, ya lo sabéis los habituales, por eso cultivo una huerta que puedo vigilar desde casa, aparte de que no tengo que andar mucho para conseguir la verdura.
Pero la naturaleza avanza y ronda mis intereses, por el camino que voy al huerto transitan jabalíes todo lo que quieren e incluso uno de ellos estuvo merodeando dentro de mi propiedad hace un mes, que lo vimos y dejó sus huellas. No quiero pensar qué sucederá en el verano cuando haya mucha hambre en el campo y mi huerto esté en sazón.
Estos bichos son peligrosos, embisten si no tienen salida o creen que peligran sus crías, y muerden también según. Mi corazón ha galopado de terror al sentirlos galopar en varias direcciones estando a ras de suelo.
Afortunadamente se cazan y, previo examen veterinario, se comen en banquetes de cazadores como en los finales de las aventuras de Asterix. Pero los cazadores en España están un poco satanizados, se les relaciona con la formación derechista VOX, además es una afición cara y poco cómoda, por lo que no sé si se van a reproducir tanto como estos poderosos animales peludos que nos rondan y nos rondarán.
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