el segundo evento festivo de mayo es a lo que me refiero en este artículo
Anteayer domingo 27 de abril nos encontramos sin buscarlo este espectáculo. Los niños hacen lo que ven a sus mayores, y estos les alientan, orgullosos. Andalucía es pasión procesional.
Así se mantiene la "cantera" de costaleros andaluces. En la última foto vemos un niño con un tocado sobre la cabeza, para no mancharse de harina como hacían los molineros que cargaban costales. De ahí viene, de cargar costales de harina, yo lo he visto en el molino de mi pueblo e imagino que debe quitarse muy mal la harina del pelo o del cuero cabelludo y por eso interesa cubrirse la cabeza de esta manera. Y de ahí deriva el nombre y la indumentaria.
Encontramos la procesión en dos momentos diferentes de nuestro paseo por Puente Genil. Lo contemplamos como hiperfolclórico, un tanto berlanguiano o felliniano o cañí, pero no podíamos dejar de fotografiar y comentar este espectáculo. No sé si los niños de ahora están acostumbrados a cargar con peso, tampoco parece que el público lo tome con pasión, o con devoción como las procesiones "senior". Más bien es un entrenamiento, un jugar a mayores. Ya que no tenemos pensado nunca participar de una semana santa andaluza aceptamos este regalito.
Mañana continuaremos por Baeza. No quería perder inmediatez de esta manifestación tan singular, aunque se me cruzó un apagón que tampoco podía silenciar.
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