jueves, 3 de abril de 2025

Córdoba hermosa, que lo es.

 En el relato de mis viajes creo que procuro cuanto antes despejar lo malo, lo desagradable, como las molestias de ayer. Puedo después centrarme en lo bello e interesante, que es por lo que viajamos, y lo que más nos gusta compartir. Para salir con buen sabor de boca.

En Córdoba es fácil perderse, pero al hacerlo uno encuentra más.


     Gran pianista español que creo que murió de SIDA. Lo consulto y resulta que fue a los 50 años, (desde que tengo sesenta me parecen jóvenes los de cincuenta) y lo hizo en el hospital Gemelli de Roma, donde agonizan y mueren los papas.

Gonzalo Fernández de Córdoba, (aunque era natural de Montilla) el Gran Capitán.


Encima de una figura que anda al fondo hay un humilladero, con una figura para ser rezada.

El Cristo de los Faroles. Hay cirios, y vimos más gente orando devotamente. Al lado se ve la rejería de un convento de clausura.


                                        Palacio y naranjos amargos, que suelo recoger.
Alegría jardinera

Este convento barroco creo que es ahora la Diputación. Parece estar decorado con mármol de colores, pero es pintura que lo imita.


"No es que sea triste la verdad, lo que no tiene es remedio" Serrat.

Mañana escribiré sobre mentiras.

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