lunes, 2 de septiembre de 2024

CUANTO MÁS SE TIENE, MÁS SE TEME

 Supongo que algo tan elemental ya lo enunciaría Sócrates, o al menos Baltasar Gracián. No creo que esta frase sea mía.

Es tan elemental que si uno tiene tres hijos teme más que les pase algo que si tiene uno, aunque ese uno no tenga repuesto. Pondré otro ejemplo muy difundido por las compañías de alarmas y seguridad, si tienes un chalet en la playa tienes que poner una alarma y contratar un servicio de seguridad. Si, como yo, no lo tienes, no. Quien no tiene acciones en la bolsa, como tampoco es mi caso, no teme ningún desplome ni ninguna crisis en ese ámbito.

Iré al ejemplo concreto que me ha originado necesidad de escribir. Hace dos o tres años mi mujer y yo no teníamos watsapp, me suscribí yo por un motivo familiar, y poco a poco fueron llegando cosas, y haciéndose nuevos contactos: el "capitalismo emprendedor" o el "efecto multiplicador" de la comodidad, o de la información. 

Producida una avería por colmatación en el teléfono es necesario sustituirlo por otro de más potencia y sin avería;  ahora se impone "no perder" lo que teníamos en el watsapp del teléfono averiado. Algo que nunca quisimos tener, -incluso rechazábamos-, ahora es una riqueza, patrimonio, algo que hay que conservar, que no se puede perder. Mi mujer está buscando tutoriales sobre cómo hacerlo, pero entre las muchas instrucciones y palos de ciego estaba la de escribir la contraseña de mi cuenta de google. Y lo hicimos aunque parece que no ha funcionado.

Resulta que con esa cuenta que ella ha escrito y no sé dónde habrá ido a parar, está este blog y también mi cuenta de Youtube. Si esa contraseña cayera en otras manos y fueran pérfidas podrían chantajearme porque para mí este blog es importante, tanto su contenido como su parroquia. Además de poder borrarlo, también podrían suplantarme. O simplemente impedirme acceder, tendría que comenzar otro blog.

Pues eso; que estamos rodeados de temores y de angustias crecientes por tener y más tener.

Así dormimos de mal en el siglo XXI, supongo que el valor de las acciones de las empresas farmacéuticas que fabrican somníferos es beneficiado de todo esto. Pero allá ellos, que yo no tengo acciones, y no temo que caiga el índice Nikei, ni el Naqsdat, ni el Ives 35. 

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