Tengo que repetir que nosotros somos turistas profesionales, de los que no desaprovechamos la más temprana mañana. Nos levantamos pronto sin abandonar la habitación, que hay que dejar libre en España a las 12 y en Francia a las 11, y no desayunamos en el hotel porque es más caro y entretenido, y porque nos ofrecen barra libre, y claro; una vez que pagas por ejemplo 7 euros mínimo por desayuno individual, quieres cobrártelo y tomas de más bollitos, zumos, beicon, repites de café con leche etc. Sin embargo en un café de la calle puedes desayunar un buen bollo de calidad y un café con leche, en España por seis euros los dos, y en Francia aproximadamente por ocho. Con esta colación y el movimiento de colon de una hora y media de paseo fotográfico yo puedo hacer mis deberes evacuatorios, me ducho y entregamos la llave mucho antes de lo señalado.
Hacía frío aquella mañana, por eso me vais a ver con la capucha puesta. Las fotos, las ha hecho todas mi mujer.
Es un pueblo amurallado, aparte de tener un castillo arriba del que se conserva la torre.La única tienda de comestibles que vimos en la zona abría a las 10,30. Supongo que existirá algún supermercado un poco mayor fuera, pero no lo exploramos.
Románico legítimo, y hermoso. Nos fuimos mucho antes de que abrieran la iglesia ese viernes, si es que la abren.
























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